Toda historia tiene su principio [Take That Fanfic] (Spanish)

Capítulo 35 -Sunday To Saturday (De Domingo a Sábado)

Octubre 1995

La relación de Gary y Danielle avanzaba a un ritmo vertiginoso, tan rápido que todos se acostumbraron a verlos juntos a todas horas. Apenas se separaban, no soportaban estar más de media hora él uno sin el otro. Si estaban entre amigos, aun podían soportarlo, pero si estaban solos los minutos pasaban muy lento. Eso sí, cuando estaban juntos, el tiempo era mágico, como si se tratara de una película o una novela romántica. Era lo que los dos habían soñado toda su vida, se podía afirmar que los dos eran unos románticos empedernidos, y estaban orgullosos de ello.
Para Gary esto era el triunfo de la paciencia que había tenido esperando a que Danielle, y no podía ser una mejor recompensa. Ella se sentía mal por haber tardado tanto en darse cuenta de que Gary era la persona que necesitaba en su vida. Junto a él no se podía sentir más dichosa, siempre estaba pendiente de ella, de llenar lo que ella necesitaba.
Ahora entendía por qué el se había portado tan bien con ella. La razón estaba en el amor que él tenía, Danielle no podía estar más contenta al saber que había aguantado tanto tiempo siendo rechazado.

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Jason y Jane llevaban su relación en secreto, porque ella aun seguía prometida con Sebastian. Le había prometido terminar con esa situación pronto, pero ella por temor a la reacción de sus padres no podía, no se veía capaz de llevar a cabo su ruptura. Jason la consolaba diciendo que no le importaba, él se sentía feliz teniéndola cerca y no podía evitar decir que esa situación le daba morbo. Intentaban pasar el máximo tiempo juntos, por eso casi todos los días quedaban por la noche.
Jane ya no podía imaginar una vida sin Jason. Ya no le costaba reconocer que estaba enamorada de él, lo único que le apenaba era tener que esconder su felicidad.
Jason, por otro lado, nunca hubiera imaginado sentirse tan enamorado por una mujer. Pero era feliz así, Jane era la chica que quería a su lado, ella había cambiado por él, por su amor, y eso no podía ser más bonito. Ante el problema que tenían los dos, le rondaba la idea de escaparse con ella lejos, donde sus padres no pudieran interferir en sus planes, pero le ataba el estar en el grupo y el ser una persona famosa, a la que podían pillar en cualquier parte del mundo y publicarlo en una revista.

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Kate terminó perdonando a Howard, después de que él estuviera meses atento a ella, colmandola de regalos y de mimos. Justo lo que ella quería de él, y lo había conseguido gracias a su firme decisión. Supo que Howard la quería, la amaba, pues para estar pendiente de ella día a día había que tener un gran amor.
Con la llegada del otoño, reconocieron su relación delante de todos, que se alegraron mucho. Se prometieron intentar arreglar los errores que habían cometido en el pasado y que habían acabado con su relación. La confianza en el otro era uno de sus puntos pendientes, y el compromiso con la relación otro.
Al igual que su hermana Jane, Kate tenía el problema de sus padres acechandola. Pero ella no iba a aceptar sus órdenes, ya tenía 26 años y era bastante mayorcita para dirigir su vida. Esperaría unos meses para dar su relación por estabilizada y le anunciaría a sus padres la decisión de compartir su vida con Howard, sin importar lo que pudieran pensar o decir.
Howard sentía temor por esa situación, no quería tener que esconderse como lo hacían Jane y Jason, él quería gritar a los cuatro vientos que Kate era su novia y su chica perfecta y que no amaba a nadie más que a ella.

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Con el paso de los meses, Sarah y Robbie fueron perdiendo cada vez más el rumbo de sus vidas. Él apenas tenía compromiso con el grupo, y ella apenas aparecía por casa en un estado normal, siempre lo hacía con Robbie y en un estado lamentable. El alcohol protagonizaba su vida, e influía en Robbie para que llevara una vida como la suya.
A pesar de esto, ellos se declaraban felices, sin problemas y con amor. Nunca hubieran pensado congeniar mejor de lo que lo hacían. El punto cumbre de su locura fue la idea de asistir a un festival de rock, que siempre solía acabar con sobredosís, y con escándalos. Gary le prohibió a Robbie que asistiera, pues si la prensa se enteraba podía ser el fin de su reputación y más siendo un ídolo para las chicas jóvenes. Gary se preocupaba por si eso podía precipitar el fin del grupo y eso no lo podía permitir, Take That era su vida. Pero Robbie no hizo caso y se dejó convencer por Sarah, iba a asistir, les gustara o no a sus compañeros de grupo.

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Emma había vivido durante estos meses en un piso sola, pagando el alquiler con sus ahorros. Ya le quedaba poco, y aunque había recuperado el trabajo que había tenido cuando vivía con los chicos, no se sentía bien. Y el problema no estaba en que no tuviera solvencia económica, sino que se sentía sola. No hablaba con nadie, ni compartía sus penas, sus preocupaciones. Estaba claro que necesitaba cariño, casi nunca le había faltado en su vida, y ahora se sentía vacía por dentro.
Un día se levantó, y se le ocurrió la solución de ir a hablar con Mark. Con él había sido feliz, y si Sharon se alejaba de sus vidas podía volverlo a ser.
Cuando Mark la vio aparecer, una sonrisa apareció en su rostro. Emma al verlo así, intuyó que tenía sus posibilidades. Hablaron durante unos largos minutos, y a los dos les quedó claro que se necesitaban. Se perdonaron, y con un beso sellaron su reconciliación. Para los dos se había acabado el sufrimiento, el vacío y la soledad. Ahora juntos, una nueva puerta de alegría y felicidad se les abria.