Toda historia tiene su principio [Take That Fanfic] (Spanish)

Capítulo 8 -Never Want to Let You Go (Nunca quiero dejarte ir)

Emma y Mark ya estaban de camino a casa. Los dos estaban muy silenciosos. Emma estaba pensando en su familia. Le había costado mucho despedirse de ellos, pues le encantaba jugar con sus hermanos y cuidarlos. A su madre la notó más distante de lo normal, pero intuyó que fue porque prefería que ella pasara el tiempo con sus hermanos. Mark sabía que Emma estaba pensando en su familia, y que ya la estaba echando de menos. No quería interrumpir sus pensamientos y decidió estar concentrado en conducir. A Emma se le hizo muy largo el camino. De repente al ver que ya llegaban al piso, Emma se puso a llorar. Mark la miró con bastante tristeza, pues notaba que estaba muy unida a su familia. Al verla así, no pudo resistirse y la besó. Emma le miró sin entender nada, pero Mark sabía bien lo que hacía.

-Sé que no debo hacer esto, pero no puedo evitarlo. Te amo, Emma. Desde la primera vez que te vi solo hago que pensar en tí, y cada día me gustas más, porque cada cosa que conozco en ti me encanta.

Emma se quedó mirándolo sin poder creerse lo que le estaba pasando. Desde el principio, a Emma le gustó Mark. Él era el tipo de chico que quería para su vida. Lo besó como respuesta a su beso, es verdad que no lo conocía mucho, pero merecía la pena por su atractivo físico.

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Jane estaba muy feliz. Nunca hubiera pensado que gracias a su hermana encontrara a su amor verdadero. Estuvo toda la noche pensando en Jason, y en la cita que iban a tener. Salió corriendo de la habitación en dirección al salón, donde le esperaba Jason para salir. Los dos se cogieron de la mano ante la atenta mirada de Howard, que estaba riéndose. Él sabía que Jason no tenía ni idea de citas, pues con todas las chicas con las que había salido acababa en la cama. Esta era la primera cita seria de Jason, y también para Jane. Ella pensaba que serían sus padres quienes encontrarían al amor de su vida, pero empezaba a ver que se equivocaban, que había sido ella quien lo había encontrado. Ahora solo quería hacer sus planes y casarse cuanto antes. Y como no, llegar virgen al matrimonio. Jason no sabía donde ir con Jane, así que decidió que irían a la hamburguesería que estaba cerca del piso. En el camino, Jason y Jane no hablaron mucho, solo se miraban y sonreían. Estaba claro que los dos estaban muy enamorados, pero entre ellos faltaba comunicación. En la hamburguesería los dos no paraban de besarse y de darse caricias. Disfrutaron juntos el tiempo, Jason le ponía ketchup en la nariz a Jane y esta le quitaba algunas patatas fritas y así siguieron.

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Sarah se despertó a las 9 de la mañana, como todos los días. Se puso a desayunar y se dirigía a ver algo de televisión, cuando vio a Robbie, y recordó que estaba allí porque no soportaba estar con Charlotte. Le daba pena despertarlo, pero decidió hacerlo.

-Buenos días! Quieres que te prepare algo de desayunar? -dijo Sarah con amabilidad.

-Buenos días! Vale, pero me conformo con un vaso de leche con cacao y galletas -dijo Robbie, observando lo atractiva que estaba Sarah en pijama.

Sarah se fue a vestir y Robbie se quedó en la cocina desayunando. Se puso a pensar en como estaría Sarah quitándose el pijama, pero no la iba a molestar. Esta era su gran oportunidad para conseguir algo con Sarah, pues era más fácil si vivían en la misma casa. Sabía que era una misión difícil, pero ella le gustaba de verdad. Sarah volvió vestida y se sentó a ver la televisión. Robbie, al verla, terminó más rápido de desayunar y se sentó a su lado en el sofá. Se puso a mirarla. Sarah intentó aguantar sin mirarle e intentó pasar de él. Pero Robbie no cesaba, y la seguía mirando.

-Robbie, creo que no tengo nada de especial para que me mires así todo el rato -dijo Sarah algo borde.

-Eso piensas tú, pero para mí eres especial. Estás muy buena! Me encantas! Que te parece si... Ya sabes -insinuó Robbie.