La hora del comienzo de la fiesta llegó. Danielle fue la chica más puntual de todas, lo que arrojó más esperanzas en el pobre Gary, que era un manojo de nervios. Sharon fue la siguiente en aparecer, y Mark la abrazó muy fuerte. Desde ese momento, ninguno volvió a ver a Mark en la fiesta. Kate y Jane llegaron juntas, y cada una se dispersó a donde quiso. Por último apareció Sarah, y con ello la fiesta empezó. Después de esta, todo sería completamente distinto.
Jane encontró a Jason en un rincón del salon, pensativo. Al verse, los dos se quedaron mirando, sin decir una sola palabra, por temor a enturbiar su reencuentro. Se empezaron a sonreír, Jane se acercó cada vez más a él, y hundió sus labios en los de Jason. No querían dejar de hacerlo, seguirían moviendo sus labios, con los ojos cerrados, intentando disfrutar cada segundo el uno del otro. Sus lenguas se unieron al juego, y los dos estaban en su situación más cómoda.
-No sabes cuanto deseaba hacer esto, Jason -dijo Jane con sus manos en los hombros de él -Te quiero, nunca he dejado de pensar en tí.
-Me alegra oírte decir eso, yo siento lo mismo. Jane, te adoro.
Al ver que nadie se fijaba en ellos, se fueron a la habitación que Jason compartía con Howard, en busca de un lugar más íntimo. Allí, Jane se empezó a desvestir provocando que Jason se excitara y se quedara sin aliento. Lo tumbó en su cama, y le desvistió poco a poco, besando su torso y otras zonas. Jason daba pequeños gemidos de placer, cerraba los ojos y se dejaba llevar, sintiéndose orgulloso de ella porque sabía que había aprendido de él. Unos segundos más tarde, decidió ser él que tomara las riendas. La besaba en el cuello, dando espontaneas salidas a su lengua. Jane no paraba de suspirar de placer, a la vez que Jason seguía su camino, besando y tocando a Jane. Los orgasmos de ella llegaron a su punto álgido cuando Jason se introdujo en ella, cada vez con más fuerza. No paraban de moverse, y los dos se quedaron satisfechos de haber tenido una de las mejores noches de sexo de sus vidas, sobre todo en el caso de Jane. Jason no se quedó atrás, con ella disfrutaba más que con ninguna otra chica.
Kate no sabía donde ponerse en la fiesta, pensó en estar con Danielle, pero ella se había ido con Gary, y no era plan el molestar. Al ver que no tenía mucho que hacer allí, se acercó a la mesa de bebidas y tomó algo. Howard la vio sola, y no dudó en acercarse a ella, para ser simpático.
-Hola, una chica como tú no debería estar sola en una fiesta -comentó Howard sonriendo, y haciéndose un cubata.
-Y un chico como tú no debería llevar esas rastras feas en el pelo -bromeó Kate intentando que la conversación entre los dos no fuera incómoda.
-Me gustan las chicas con humor jaja, pero este pelo me queda genial, es lo que tiene ser tan atractivo -dijo Howard siguiendo el juego a la joven.
-No eres tan atractivo, no flipes.
-Cómo dices? Si tú no te puedes resistirte a mis encantos -y al estar en apenas unos centímetros, la besó.
-Oye! No te pases! Que te hable bien no significa que te haya perdonado!
-Si tú lo dices, pero sé que te ha gustado... Oh mi Kate, cuanto te amo. Qué tonto he sido.
Siguieron toda la noche bromeando y tonteando entre ellos, producto del alcohol. Howard esperara a que Kate se emborrachara para que le perdonara pero ella acostumbraba a beber poco, así que solo llegó a estar contentilla y él se tuvo que conformar con estar entre risas.
Danielle y Gary observaban a los demás invitados de la fiesta, para desviar la atención de su tema. A Jason y Jane pronto los perdieron de vista, solo vieron su apasionado beso pero se imaginaron lo que vino después. Al ver a Howard y Kate sin parar de reírse, pensaron que se estaban dandose otra oportunidad, sin embargo en esta ocasión se equivocaron. De repente, Danielle se vio preparada para hablar con Gary y le pidió que se fueran a un sitio alejado de la gente. Al final, se sentaron en un rincón al final del pasillo, donde se estaba muy silencioso, era el sitio perfecto.
-Gary, estoy empezando a sentir algo por tí, no sé si debería llamarlo amor -dijo Danielle sintiendo mucha vergüenza.
-Espero que sí lo sea...
-Necesito darte una oportunidad para saberlo, estarías dispuesto?
-Pues claro, Danielle y lo sabes. Estaba esperando esto desde que me empecé a enamorar de tí, allá por el año 1992.
Danielle le miró feliz, y se maldecía por no haberse dado cuenta de que tenía que haber hecho eso antes. Se besaron con mucho deseo, se notaba que era su extrema felicidad.
Robbie y Sarah no pararon de beber y bailar. Estaban desmadrados, no eran conscientes de lo que hacían. Al haber tanta poca gente en la fiesta, llamaban demasiado la atención. No les gustaba, además encontraban la fiesta sosa, por lo que decidieron marcharse a una discoteca para "disfrutar" de verdad. Apenas se acordaban de lo que sucedió aquella noche, pero se despertaron en la cama de robbie, vestidos. Al salir, vieron la casa destrozada, y al saber que fueron ellos los culpables, se fueron de casa antes de que los pillaran. No sabían lo que hacer, así que se fueron a casa de Sarah. Su madre intentó pararla, pero ella no le hizo caso, en su dormitorio estarían bien.
Mark no disfrutó de la fiesta, aunque intentaba fingir lo contrario. Al ver a todas las chicas, Emma le vino a la mente, la echaba mucho de menos, por lo que era evidente que la amaba.
-Vamos, levántate y baila conmigo, Mark -decía Sharon.
-Déjame en paz! Estoy bien sentado en el sofá! -gritó Mark, harto de las suplicas de Sharon.
Ella se molestó, pero no iba a cesar en su intento de conquistar a Mark, su gran amor de la infancia.
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Toda historia tiene su principio [Take That Fanfic] (Spanish)
FanficPrimera parte de la fanfic sobre el grupo Take That. 1992. La vida de cinco chicas se unirá a la de los integrantes de Take That desde el instante en el que empiezan a compartir piso. Amor, traiciones, envidia, amistad... *Puedes leer la historia a...