Capitulo 26

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Los dos se miraron y Derek sonrió divertido, al parecer todo mundo había notado que llevaba la playera al revés ese día.

-Angie las costuras van...

-hacia adentro, ya lo sé

-solo era una pequeña observación

-lo se Derek, lo se

Regrese a mi cuarto y cerré bruscamente la puerta, busque otra playera (aunque en realidad eso no tenía mucho sentido) y me la puse sin antes haber leído la frase que tenía bordada con hilo azul marino: "Los bipolares dominaremos el mundo, o tal vez no, o si, o no". Comencé a llorar al recordar que aquel bordado había sido hecho por mi abuela antes de que mis padres la abandonaran en un hospital psiquiátrico, todo por padecer de bipolaridad pero en un grado muchísimo más alto que el mío. Al recordar a mi abuela y su triste final entre en un ataque de pánico combinado con confusión... ¿Y si mis papas también me habían abandonado por mi trastorno bipolar? ¿Y si tal vez jamás mejoraría, ni saldría de este lugar? ¿Y qué pasa si nunca los vuelvo a ver? ¿Y si empeoro? ¿Y si termino como mi pobre abuela?, me planteaba preguntas negativas cada vez una más horrible que la otra. Cuando regrese a la realidad mi cara estaba llena de lágrimas y comencé a repetir en voz baja de forma inconsciente las palabras "No quiero estar sola"

-pequeña ¿Por qué estas llorando?-pregunto Derek con una dulce voz afuera de mi habitación-

-¡Oye! no le digas pequeña, a mi pequeña

-supéralo Kellin

-¿Disculpa?

-eres bipolar, no sordo así que ya cállate

-¿Y si no me callo qué? -le pregunto burlonamente

Esperaba que Derek le respondiera algo, pero en vez de eso solo escuche como ambos se alejaban corriendo por el pasillo. En ese momento no me imaginaba a Derek golpeando a Kellin pero la simple idea me hizo enojar de alguna manera, aunque no tenía muy claro hacia quien iba dirigido ese enojo. Respire profundamente y salí de mi habitación encontrándome con un pasillo vacío. Me dirigí al elevador y acto seguido le indique al mismo que bajara al living. ¿Por qué estas bajando al living?, me cuestione mentalmente; pero antes de siquiera pensar en una posible opción las puertas del elevador se abrieron y vi a muchos hombres y mujeres con bata

-¿Serán los doctores de los que hablaban Kellin y Derek hace un rato?- me pregunte a mí misma en un susurro-

Y antes de poder pensar en algo, note a más gente que se encontraba vestida con ropa normal dirigiendo su vista hacia mí y solo a mí, algunas riendo y otras mirándome de forma molesta mientras me recorrían con la mirada de pies a cabeza. ¡Te pusiste la ropa al revés otra vez, idiota!, me acuse mentalmente. Comencé a oprimir los botones del elevadores para poder salir de esa incomoda situación; una vez cerradas las puertas mi mente hizo que mi cuerpo entrara en un estado de pánico nuevamente y en un intento fallido por calmarme solo empeore la situación, todo en torno a una sola cosa ¿Me había puesto mal otra vez la playera?

-No es por ti que tenían esas expresiones, no es por ti que tenía esas expresiones, no lo estaban por ti, no lo estaban, no lo estaban

Las puertas se abrieron y fue cuando salí del pánico en el que me encontraba, mire el número del piso, el cual era el penúltimo y corrí hacia el fondo del mismo. Entre a la última habitación y me coloque contra la puerta para evitar que esta se abriera

-Angie ¿Qué haces en mi cuarto?-pregunto Kellin confundido-

-¿Qué haces tú aquí? -pregunte sin pensar-

-será...porque es mi cuarto?-me miro y sonrió divertido-

-¿Y Derek?

-se fue con mi padrastro

-¿A dónde?

-no lo sé Angie, solo se fue

Ambos nos mantuvimos en silencio mientras ninguna apartaba la mirada del otro

-Kellin

-¿Si?

-esto sonara tonto pero... ¿Tengo la playera al revés otra ves?

Kellin bajo la mirada para ver mi playera y soltó una carcajada. Dude un poco antes de confirmar lo que ya sospechaba pero aun así mire y note que mi playera estaba bien puesta.

-¿De qué te ríes?

-¿Los bipolares dominaremos el mundo, o tal vez no, o si, o no? -me pregunto divertido-

-Kellin no es gracioso

-si lo es-comenzó a reír-

-no

-ammm...si-me dijo y se acercó a mí- amor nunca dejas de sorprenderme

-no me digas amor

-¿Estas enojada?

-¿Y tú de buenas?

-¿Eso es un sí?

-no, pero no quiero que me digas amor

-bien amor, no te diré amor

-hablo en serio -le dije lanzándole una mirada asesina-

-ok

-no me digas ok

-Ok -repitió retadoramente-

Bufe enojada y me aleje, mire hacia atrás para verificar lo que era obvio: Kellin no me había seguido. Subí al elevador, me dirigí al segundo piso y al llegar a la habitación de Derek toque.

-¿Quién es?

-Soy Angie

-Adelante pequeña -contesto alegre-

Al entrar note que estaba recogiendo sus cosas, como si fuera a irse.

-¿Por qué estas recogiendo las cosas como si te fueras a mudar?

-porque me mudo -respondió contento-

-¿Qué? ¿Por qué? -le pregunte exaltada- ¿Me vas a dejar sola? ¿Ya no me quieres? –comencé a interrogar antes de comenzar a llorar-

Salí corriendo de su habitación sin permitir que el dijera palabra alguna y me detuve cuando choque con alguien provocando que mil hojas con cosas escritas cayeran por todas partes provocando un gran tiradero

-¡Oh por dios! mis hojas -dijo una voz que se me hacía familiar-

Mi mente recordó la voz del chico que había tocado la puerta de mi habitación en la noche, aquel que se sentía solo y lo único que buscaba eran amigos.

-¿Tu eres el chico que toco mi puerta ayer en la noche?

-No lo sé, ayer toque muchas.

¿Llamas a esto amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora