¿Llamas a esto amor?

Capitulo 27

Lo mire de reojo mientras lo ayuda a recoger las hojas que se le habían caído por mi culpa, el chico era pelirrojo y de complexión delgada

-Mi habitación es la numero 32-le comente-

El chico paro y me volteo a ver, en ese momento me di cuenta que tenía unos lindos ojos verdes

-¿Te desperté? -pregunto divertido mientras terminada de recoger las últimas hojas-

-no, de hecho no estaba dormida

-¡Oh vaya! y el tonto medico regañándome porque a esa hora según el ya estaban todos dormidos y yo solo estaba molestando-comento risueño

-Angie, no me voy a ir de la clínica solo...-comenzó a explicarme Derek, pero paro cuando noto que no estaba sola-

-amm ¿Hola?

-hola- saludo el chico pelirrojo, del cual aún no sabía su nombre-me llamo Aidan-dijo mientras me miraba y me dedicaba una sonrisa amigable

-¿Y ustedes?

-yo soy Angie-dije y le devolví la sonrisa-

-y yo Derek

-¿Ustedes también son pacientes?-pregunto Aidan curioso-

-No, solo ella-le respondió Derek colocando un brazo sobre mi hombro y acercándome a él-

-¡Genial! -dijo mirándome contento- ¿Y tú que eres entonces? ¿También eres un medico? -le pregunto a Derek- espera no tienes cara de médico, y eres muy joven para ser doctor

-soy hijo del dueño de la clínica

-como sea-comento Aidan sin darle importancia- ¿Sabes dónde está la habitación 68?

-en el penúltimo piso

-grandioso, bueno creo que los veré luego, tengo algo de prisa-dijo el pelirrojo mientras se alejaba de nosotros-

Mire a Derek confundida y Derek solo me sonrió divertido, mientras quitaba su brazo de mi hombro

-¿Derek por qué actuaste así frente a Aidan?

-¿Así como?-pregunto extrañado-

-de forma protectora-le aclare-

-¿Protectora? -repitió- si solo te estoy cuidando. Mira lo que pasa es que regresaron los doctores de su conferencia, pero llegaron acompañados de otros doctores y más pacientes

-¿Mas doctores y más pacientes, por qué?

-mi papa me dijo que al parecer la otra clínica que también es parte de la familia tuvo que desalojar

-¿Y eso que quiere decir?

-que me tendré que mudar a nuestra habitación secreta-me guiño un ojo-

-¡Eres un tonto!- le grite molesta mientras lo abrazaba- pensé que te ibas a ir de la clínica

-no Angie, solo me mudaba de habitación ¿Acaso crees que te dejaría sola?

-no-lo mire y sonreí-

-¿Entonces?

-no lo sé, hoy ando muy sensible, lo siento

-no importa, oye ¿Me ayudas acomodar y subir mis cosas a nuestra lugar secreto?

-si -dije y ambos nos dirigimos a la que ya no iba a ser su habitación -

Después de terminar de pasar sus cosas de una habitación a otro, subiendo y bajando por el elevador unas cuatro veces terminamos descansando en el pie de las escaleras del último piso.