Sentimientos traicioneros

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Kate vuelve a ser la de siempre, han cogido al sospechoso pero ha dejado que sus compañeros le interrogen. Ha perdido mucha energía y la herida le duele un poco.

- Beckett, ¿estás bien?- Pregunta Castle dejando una taza de café humeante en la mesa de su compañera.

- La herida todavía me estira, debería de llevar más cuidado.

Rick se sienta en la silla y no aparta la mirada de la inspectora que ahora busca algún familiar o amigo de la víctima.

- Llega la parte más dura.- comenta Castle.- ya lo sé, prefieres hacerlo sola.

Pero Beckett le agarra la mano antes de que el escritor se levante.

- No, esta vez necesito a alguien. ¿Puedes quedarte?- Los ojos de Kate son un mar de emociones ahora mismo y Castle es consciente.

- Si me necesitas me quedaré. Lo has hecho miles de veces.

- Ya...pero...desde el funeral...- no continua la frase y su compañero decide asentir tan sólo con la cabeza.

Espo y Ryan salen de la sala de interrogatorios bastante enfadados. Maldicen por lo bajo.

- No es nuestro hombre, ¿verdad?- Éstos les cuentan la coartada y no han tardado en confirmarla.

- Daba por hecho que había sido él pero nos equivocamos.- Espo no borra el nombre, las personas pueden comprar coartadas o inventárselas.

- Venga chicos, ya sabéis que hacer. Buscad testigos, revisad cámaras de tráfico y seguridad de la zona. Castle y yo vamos a hablar con el compañero de piso de la víctima.

Una hora más tarde...

Rick y Kate salen de la sala de descanso, el compañero de piso tampoco es que haya ayudado mucho con el caso. Al menos saben que la víctima tenía problemas con gente no deseada.

Las horas transcurren sin mucho éxito para los detectives. Espo y Ryan se marchan para descansar.

- ¿De verdad que no quieres que te acompañe, Beckett? Vivimos a tres manzanas. Podemos compartir un taxi.

- Voy a quedarme un poco más, nos vemos mañana.

Rick camina hacia el ascensor pero no se va tranquilo. Kate le preocupa, ella es capaz de tomarse la justicia por su mano y actuar por cuenta propia.

Castle entra a su loft, Alexis está sentada en el sofá, esperando a su padre.

- Cielo, ¿qué haces levantada? Mañana tienes clase.

- Papá.- Rick se sienta junto a ella.- ¿qué significamos la abuela y yo para ti?

Éste no sabe que responder a su hija, que este año termina el instituto.

- Cariño, ¿por qué preguntas eso?- Alexis no muestra ningún signo de felicidad, es más, su semblante serio preocupa al escritor.

- Sé lo que sientes por Beckett, pero eso no te da derecho a arriesgar tu vida. Tienes una familia, ¿es qué no te importa?

Los ojos azules de la joven pelirroja se llenan de lágrimas, Rick rodea a su hija con el brazo.

- Eso es lo que hacen los compañeros. Si sabes lo que siento por ella, comprenderás por qué lo hice.- Alexis no le mira, cabizbaja asiente y se levanta sin decir nada.

- Lex.- Castle le agarra del brazo y la atrae hacia él.- nunca permitiré que me hagan daño y abandonar lo que más quiero en esta vida. Te prometo que intentaré no arriesgar mi vida más veces.

- ¿Lo prometes?- Pregunta su hija ahora dirigiéndole la mirada con los ojos llorosos.

- Te quiero más que a nada en este mundo, cielo. No te mereces ningún tipo de sufrimiento. Bastante que tienes que cuidar de mí.

- Eso es cierto. Gracias papá, por escucharme.

- Eh, soy tu padre, aunque a veces no me comporte como tal. Y ahora, a dormir.- Alexis besa la mejilla de su padre antes de subir a su habitación. Castle se deja caer en el sofá, no pensó en nadie cuando vio aquel reflejo del rifle.

El día del funeral...

Kate es la encargada del discurso en honor a su capitán Roy Montgomery, todos permanecen en silencio.

- Y...si tienes suerte, encontrarás a alguien para estar a tu lado.- Beckett mira a su compañero, el cual permanece de pie a su lado con los brazos cruzados.

Es entonces cuando Castle observa algo sospechoso a lejos, ¡lo reconoce enseguida! Un disparo que provoca que los asistentes se agachen, Rick no tarda en abalanzarse sobre su compañera. Un líquido rojo y viscoso empieza salir del cuerpo de Kate.

- Kate, no me dejes, por favor.- ésta le mira casi sin energía.- Kate, te quiero. Te quiero Kate.- la inspectora se deja caer en el césped.

Ahora...

Rick esconde su rostro en las manos, se echa el pelo hacia atrás. Y, por si fuera poco, Kate no recuerda nada de aquel día; o no quiere recordarlo.

En ese momento alguien llama a la puerta, Castle no da crédito a lo que está viendo. No se mueve de la puerta, es algo que esperaba que ocurriese.

RISEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora