26 - 9 - 1995
Selene White. Durango, Colorado- Y recuerda que a las 3 en punto estaré aquí para recogerte. Se puntual ¿vale?-
-Si, mamá -
En verdad no tenia ni puta idea de lo que me hablaba.
Tenia la mente en otra parte.
Básicamente pensaba en que estoy a punto de meterme en un nuevo instituto, en una nueva ciudad, con nuevas asignaturas, nuevos profesores y en el que no conozco a nadie.
Respecto a lo último; nunca he sido una persona demasiado sociable. Soy algo solitaria.
Pero siempre es mejor conocer a la gente con la que conviviras prácticamente 10 meses que estar rodeada de unos completos desconocidos.
Llevaba la cabeza apoyada en el cristal observando las casas del barrio "rico" de la ciudad hasta que algo se interpuso en mi vista, el instituto.
Mi madre se detuvo en frente y se giró a verme.
-Bueno ya llegamos-
-Si...-
-¿Estas nerviosa? -
-¡No!- mentira- Estoy bien, solo es que...-giré la vista de nuevo a la ventanilla- Es un sitio nuevo, pero me adaptare- le dije mientras le dediqué una sonrisa algo forzada.
-Lo se, cielo. Suerte-
Me sonrió y me acerqué a ella para darle un beso en la mejilla y despedirme.
-Adios. A las 3 aquí ¿de acuerdo?-
-Si mamá -conteste mientras salía del coche
-Te quiero -
-Y yo a ti- dije mientras cerraba la puerta y la veía alejarse.
Me di la vuelta y examine el panorama.
Cientos de chicos y chicas revoloteando por todo el recinto.
Los había de mi edad más mayores y más pequeños.
Los pequeños ya estaban entrando en el edificio, los mayores estaban tirados en la hierba con libros abiertos, mientras que los de mi edad estaban esparcidos por todo el recinto en pequeños grupitos.
Apostaría lo que fuese a que alguno de esos grupos es el de los "populares ".
Comencé a caminar hacia la puerta y me percaté de que era el centro de atención.
En un primer momento pensé que era por que nadie me había visto nunca por aquí, que también. Pero luego al escuchar los murmullos de la gente sobre mi ropa, me di cuenta de que era por mis apariencias.
No es que fuese un troll salido de debajo de un puente, pero tampoco tenia la apariencia de una top model de Victoria Secret, lo que parecía ser toda chica en este sitio.
Tengo el pelo negro azabache largo hasta la cintura, los ojos grises oscuros y la piel tan pálida que más de una vez me han comparado con un espectro.
Respecto a la ropa, me da bastante igual.
Hoy por ejemplo llevo unos vaqueros algo desgastados, unas deportivas negras y una camiseta de AC DC. No me va demasiado la moda, y me da igual lo que piensen de mi.
Pero mi barrera de indiferencia se fue derrumbando a medida que iba avanzando y la gente me miraba raro mientras soltaban risas.
- Ey mirad, la chica nueva ¿te ha venido a dejar tu mami,cielo? ¿Acabáis de llegar de un concierto de viejas glorias? -Dijo mientras miraba mi camiseta
Un rubio de ojos celestes, prácticamente me escupió esas palabras en la cara. Todos los de su grupito empezaron a reír ante su comentario, sobre todo una pelirroja con las apariencias de una conejita del play boy que se agarraba de su brazo.
Yo me límite a darle una mirada de odio; una de esas en las que dices "en cuanto te des la vuelta te voy a clavar un cuchillo en la nuca gilipollas" y continué mi camino hacia el edificio.
Mientras iba por los pasillos en busca de la taquilla 312 jugaba con el anillo de plata que llevaba en el dedo. Es prácticamente lo único que me queda de mi padre,lo tengo desde que nací y nunca me he separado de él. Es como mi amuleto de la suerte, sino él no soy capaz de hacer nada y jugar con él en mi dedo me relaja.
No estaba mirando hacia donde iba y no pude evitar chocarme con alguien. Si no hubiese sido por ese "alguien" que me sujeto por los brazos y me atrajo a su cuerpo ya habría acabado en el suelo.
Iba cabizbaja y no vi con quien me di, pero al sentir que me agarraban levante la vista topandome con los ojos verdes más bonitos e increíbles que había visto en mi vida.Dean winchester. Durango, Colorado
-Adios-
-Adios- dije mientras cerraba la puerta del coche y mi padre arrancaba.
-Bueno...aquí estamos-le dije a Sam mientras ambos nos quedamos quietos observando el edificio.
-Si, aquí estamos -contestó y dirigió su mirada a mi espalda -¿y tu mochila? -
Me toqué el hombro y no noté más que mi chaqueta de cuero
-Hostia...me la he dejado en el coche -dije con bastante tranquilidad
-¿Y te da igual? -
-Es el primer día tío, hoy no haremos otra cosa que tocarnos los cataplines-
El se limitó a reír y comenzamos a caminar
Eramos el centro de atención entre la gente, todo el mundo nos miraba y yo lo aprovechaba para mirar con descaro a las chicas, para " conocerlas".
Todas parecían salidas de una casa de putas, sobre todo cierta pelirroja sentada en las piernas de otro chaval. Me miró de arriba abajo y yo me limite a guiñarle el ojo. Lo que hizo que ese chaval rubio me dirigiese una mirada de odio, pero continué hacia delante.
-Es increíble- dijo Sam
-¿El qué? -
-Que todas babeen por ti cuando ni siquiera te conocen -
Yo simplemente reí y le pase un brazo por encima de sus hombros mientras entrábamos.
-¿Sabes a donde tienes que ir?-
-Si Dean, no te preocupes por mi-
-Bueno ya sabes a las 3 en la puerta, volveremos...-
-Andando, lo se-
-Y ya sabes si alguien se mete contigo... -
-Te lo digo y tu le rompes la boca, lo se Dean-
Yo le sonreí y le revolvi el pelo
-¡Ey Dean,basta!-dijo entre risas mientras apartaba mi mano de su cabeza
-Hasta luego-
-Adiós Dean- dijo Sam y le perdí de vista mientras se mezclaba entre la gente.
Después de eso yo también me fui caminando y observando a la gente. Era cierto que estábamos en el barrio rico de la ciudad.
Todo el mundo parece salido de una revista de moda.
Todos los tíos parecen "niños de papá " con sus camisas de seda, sus pantalones de marca, sus mocasines y sus caras de gilipollas. Mientras que yo parezco la oveja negra.
Unas botas militares, unos vaqueros tan desgastados que comienzan a romperse, una camiseta de AC DC y mi chaqueta de cuero.
Sin embargo, las chicas no podrían ir enseñando más carne: escotes hasta el ombligo y faldas, que calculé no serían más de 2 cm más largas que sus bragas.
Que no es que me queje, para nada.
Iba tan distraído observando a la gente que no pude evitar chocarme con alguien.
Venía cabizbaja y no le pude ver la cara, pero si pude ver que era una chica.
Se tambaleo un poco amenazando con caerse, así que la cogí por los brazos y la apegue a mi pecho.
Cuando recuperó el equilibrio levantó la mirada y me miró directamente a los ojos.
No podré olvidar nunca ese momento.
Me encontré con unos ojos grises tormenta tan profundos que me perdí en ellos.
¿De verdad existen los ojos así?
Por inercia, baje mi mirada hasta sus labios, finos y pálidos.
Daba la impresión de nunca nadie los había probado.
Derrepente me entraron unas ganas terribles de besarlos y no pude evitar acercar nuestras caras unos centímetros más.Selene White
Eran los ojos más preciosos que vi en toda mi vida.
Parecía imposible que pudiesen existir unos ojos así de verdes.
Claros, brillantes, casi...irreales.
Estaba tan pérdida mirando los ojos del chico que tarde en darme cuenta de cuando se acercaba a mi cara.
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Mi ángel sin alas (Dean Winchester)
FanfictionSelene White, de 16 años, decide empezar una nueva vida junto a su madre en Durango, Colorado, después de la desaparición de su padre hace ya un año. Por otro lado la familia Winchester, formada por John y sus hijos Dean y Sam, de 16 y 12 años, lle...