Prólogo

3.4K 256 58
                                    

No te has puesto a pensar que la vida podría ser más fácil si no hubieras conocido a cierta persona. Que sin ella tal vez todo pueda ser más sencillo....

Todo empezó el 31 de diciembre... Acababa de comprar un anillo en esas pequeñas cajitas azules, con unos diamantes incrustados, sencillo tal vez un poco minimalista, pero sabía que le iba a gustar. Me tomó mucho tiempo elegirlo, pero valía la pena, era para ese hombre al que amaba, algo así es insignificante cuando sabes que vas a pasar toda tu vida con esa persona. Era el día perfecto, no lo ibámos a pasar con nuestros padres como de costumbre, sino nosotros solos, juntos. Él iba a preparar la cena, algo sencillo pero casero, yo llevaría el vino y el postre.

Desde hace más de 6 años que estábamos viviendo juntos y hace dos, nos conocimos en la universidad. Fue mágico, como esos tontos cliches de amor, donde ocurre todo a cámara lenta. Yo estaba estudiando Derecho y Aiacos, Literatura, ese día fuimos a la biblioteca y agarramos él mismo libro: Crimen y Castigo. Recuerdo el tacto de su mano, su aspecto de chico tímido con unos flequillos desobedientes en su cara, sus grandes lentes y su rostro sonrojado, me enamoré desde el primer momento que lo vi.

Fue amor... lo que más anhelaba en mi vida. Mis padres eran muy adinerados, fríos y bastante estrictos, solo querían un hijo estrella del que sentirse orgulloso y luché por serlo. Pero era díficil cargar con el peso de mi familia, ya que era normal que la gente se me acercara por eso, como hijo único iba heredar todo. Por ese motivo decidí estudiar en una universidad publica, donde nadie supiera quien era. Y aparece este chico que no me conocia en absoluto, que no tenía idea de lo que cargaba y me miraba como yo quería ser visto, como un ser humano, ¿como no amar ese sentimiento? Tenía que aferrarlo a mí por siempre...

Había planeado llegar a las 8pm no a las 10pm como le había dicho, iba a ser una sorpresa, tampoco sabía que le iba a pedir matrimonio, era el día perfecto... maneje hasta nuestra casa, con una alegría eminente, ese iba a ser el día... El camino parecia mas largo de lo normal.

Estacioné el auto al frente de la casa, con un vino caro en la mano, en la otra unas trufas, sus favoritas y la cajita azul en mi bolsillo derecho. Caminé lentamente, las piernas me temblaban y el camino desde el estacionamiento hasta la entrada era eterno... Me imagine las mil maneras de pedirle que se case conmigo, dentro de la copa pero se podía atorar, en las trufas iba a pasar lo mismo, tal vez solo me arrodille después de un discurso diciendole todas las razones por las que quiero pasar mi vida junto a él. Saqué la llave de mi bolsillo y abrí la puerta. Estaba oscuro, supuse que estaba tal vez descanzando en su dormitorio, la cena ya estaba tendida en la mesa, pero todo era demasiado oscuro.. .Algo raro estaba pasando... Tuve un mal presentimiento...

¿Es lo que estas pensando?

No... sigue caminando

Me dije a mí mismo, dejando a lado esos pensamientos...

Y vino lo peor...

Decidí subir a nuestro dormitorio y cada vez que me acercaba a la habitación... se escuchaban gemidos, el corazón se me estrujó, ya sabía lo que estaba pasando... tropecé con la ropa que estaba tirada por todos lados...ropa que no pertenecía a los dos... La situación era evidente... Él me estaba engañando... Ahora me tocaba decidir, abrir la puerta o solo irme, me decidí por la primera... Me quedé unos segundo agarrando la perilla, temía lo que iba a ver pero tenía que confirmarlo, abrí con todas mi fuerzas y los encontré... a ambos.

Radamanthys: A-iacos... - el tiempo se congeló y sentí que algo se rompió en mí.

Aiacos yacía debajo de este tipo con el cabello extremadamente largo y blanco, estaban teniendo sexo... en ese mismo día, en el lugar donde yo tambien dormía, con la persona que más amaba.

Aiacos: No... Radamanthys no es lo que parece... yo... él.... -Empujó al individuo y trato de acercarse cubriendose con una sábana.

Radamanthys: Es justamente lo que parece...- Tantie mi bolsillo y tire la caja - Sabes? por algo suceden las cosas, mañana en la mañana quiero que te largues de aquí, llevate tus cosas y vete... no te quiero volver a ver nunca más en mi vida, entendiste! LARGATE DE AQUÍ! - todo parecía volverse más borroso...

Aiacos: No, no... no Radamanthys, yo... no queria.. por favor... tienes que creerme...es todo un malentendido... - empezó sollozar fuertemente, agarró mi brazo para retenerme-. Por favor... no te vayas...

Safé el agarre con un movimiento ágil y decidí salir lo más pronto de ahí. Estaba realmente dañado, sentía que era un sueño, que no podía ser real, que algún día alguien me iba a sacudir y despertar, pero todo era tan jodidamente real.

Aiacos: Así no mas va a ser... desperdiciaras 8 años de nuestra relacion, tan fácil te rindes... Tan fácil botas todo este tiempo juntos... - no más por favor, solo vete...

Radamanthys: No... tu lo arruinaste... - tiré la puerta, en ningun momento volvi a voltear, seguí caminando hasta el coche, arranqué y conducí lo más rápido posible sin destino, mientras más avanzaba, las lagrimas empezaron a salir... agradecí a Dios que no salieron en ese momento, iba a ser embarazoso... Lloré hasta que ya no me salieron lagrimas, solo conduje, conduje, conduje... El pecho se me comprimía, sentía la garganta como cuando comes un pedazo gigante de carne y no lo puedes pasar. Las manos me temblaban, en ese momento supe lo que es sufrir por amor... Por mi primera vez en mi vida quise morir, el tiempo se detuvo... y quedé yo solo con ese sentimiento... sin nadie a quien decirle, sin nadie con quien llorar...

Después de eso... ¿será posible volver a amar a alguien? ¿será posible entregarme de nuevo? ¿la vida me dará otra oportunidad? ¿alguien será capaz de amarme algún día?

No lo creo...


Solo quiero olvidar...

-

Hola! Muchas gracias por pasarte por acá!

Esta historia está basada en hechos reales.


Sing me to Sleep (Saint Seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora