Capítulo I

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Aiacos se fue de la casa, nunca lo vi despedirse... Decidí hospedarme en un hotel todo ese tiempo, hasta que se fuera, no podría volver a verlo de nuevo... No así.. Traté de regresar a casa, hacerla mía de nuevo, pero era imposible, el ambiente olía a él, no podía dormir en la misma cama y no soportaba la idea que en algún momento compartí el baño, la cocina con el otro hombre, ese ya no era mi lugar. Era mejor salir de ahí...

Lo mejor fue venderla, cada vez que entraba se me estrujaba algo dentro y hacía más dificil superarlo. Puse un buen precio, y la compraron rápidamente. Lo segundo, vendí mi auto para luego comprar otro. Al parecer he tomado literalmente lo de empezar de cero, ahora no tenía nada que perder. Con el dinero compré un pequeño departamento en el centro de la ciudad, que estaba ubicado bastante cerca de la oficina, no había esa opcion de considerar o pensar en otra persona, hace mucho tiempo que había dejado de pensar en mi, como uno solo. Cuando salimos de la universidad, decidimos vivir juntos, mudarnos juntos, no recordé lo que es pensar en uno primero...

Ya han pasado un mes con 13 días, hice mis días una rutina, me levantaba a las 6, ahora sin nadie al lado, tomaba un baño, me vestía con eso típicos trajes aburridos de abogados, salía de mi departamento y compraba el desayuno en la cafeteria que quedaba al frente de la oficina. Llegaba a las 8, teníamos nuestra junta donde compartiamos nuestros casos y luego tratamos con algunos papeleos. A la 1 pm, salíamos a almorzar, me sentaba con Milo, Shura y Shaka, conversabamos un rato más de trabajo y de las nuevas conquistas de Milo. A la 1.45 pm volviamos a la oficina y me quedaba hasta las 8 pm. Conducía hasta mi ahora nueva casa, tomaba algo del refrigerador, de esos panecillos que vienen empaquetados, leía un poco hasta quedar dormido. Todos los días eran así... ¿Que podría pasar? Era otro día más... era un día seguro, donde nada malo pasaría. Me gustaba pensar que he vivido toda mi vida así, sin él.

Aiacos, llamaba todos los días, se acomulaban con esas llamadas que nunca contestas y esos mensajes que nunca escuchas por que tampoco deseas hacerlo... Él solo se merecía el olvido.

Pero algo extraño sucedió ese 14 de Febrero... Algo que nunca olvidaré.

-

Milo: Rada, los chicos y yo saldremos a un bar, ya sabes emborracharnos, gastar dinero y a buscar chicos lindos desesperados por no quedar solteros en San Valentín, que dices? Te apuntas?

Radamanthys: No me interesa - respondí monótonamente.

Milo: No seas aguafiestas! Tienes 28 no 50! Ya supera al puto de Aiacos!

Radamanthys: No es eso... tengo trabajo que hacer, mi caso se llevará a juicio en 4 días, estoy bastante ocupado!

Milo: Pero Rada! Vamos! Solo será una noche! Estas soltero y no le tienes que rendir cuentas a nadie! - sonrió de lado.

Radamanthys: He dicho que no! Milo... Acaso no tenías que rellenar esos formularios del Caso Windsor?

Milo: Mierda! - Salió disparado, realmente lo olvidó.

Shaka: Deberías venir, al final no hay chicos lindos y solo quedamos borrachos vomitando a fuera del bar y Milo peleando con algún tipo. Será divertido!

Radamanthys: Tengo muchas cosas que hacer, en serio...

Shaka: Lo haces por Aiacos?

Radamanthys: No... Por que todos insisten con eso?! ya pasó... - ¿pasó?

Shaka: No se supera casi 8 años de relación tan fácilmente.

Radamanthys: No sigas... si digo que ya pasó, ya pasó...- es mejor pensar que él nunca estuvo ahí...

Shaka: Mmmmm, bueno si tu lo dices... Continúa llamando?

Radamanthys: Siempre... Pero nunca contesto y tampoco leo sus mensajes, es mejor así creeme... Y deja de mirarme con esa cara!

Sing me to Sleep (Saint Seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora