Capítulo 12: Más sorpresas.

60 3 1
                                    

6:00 pm.

Vuelvo a casa caminando, feliz porque ya no tocaré una fregona hasta dentro de dos días, empiezo a imaginarme cómo será la fiesta, aquella chica se parecía tanto a Maia que mi cerebro se quedó en trance por un segundo.

"No seas tonto Allan, recuerda que el que las enamora aquí eres tú, no ellas a ti, relájate y no hagas tonterías" - pensé.

Llegué a casa, mi tía Rose aún estaba trabajando, escuché algunas risas femeninas por lo que supuse que Hunter estaba en su habitación con Skyline, haciendo quién sabe qué.

Subí a mi habitación directo a ducharme, fregar te deja agotado, además de sudado.

*Mensaje de WhatsApp*

Alexa:

- Hey Al, ¿vienes a la fiesta de la playa? Espero que sí porque necesito decirte algo.

Besos, xx.

Ese mensaje me dejó con más incertidumbre de la que tenía esta mañana al recibir aquel beso en la mejilla. Empiezo a sospechar algo.

***

9:45 pm

- Mamá, ¿entonces puedo ir a la fiesta o no? - le pregunta Hunter a tía Rose.

- De ninguna manera, has suspendido dos exámenes seguidos, no se qué te está pasando Hunter Sanders, no sé si es esa chica que te tiene así, pero esto se tiene que acabar, hasta que no subas tus notas, nada de fiestas, ni de Skyline. - ordena tía Rose.

- Hay que joderse. - se queja Hunter.

- Pues nada, ya te contaré con quién se enrolla Sky, primito. - le digo con tono burlón a Hunter.

- Muy gracioso idiota, ella nunca me sería infiel.

- Eso no es lo que dicen por ahí... en fin, llego tarde, gracias por prestarme la moto. - me despido de Hunter saliendo rápido por la puerta principal.

- ¿¡Qué!? ¡Espera! Yo no te he prestado mi moto, vuelve aquí ¡YA!

- Demasiado tarde. - responde tía Rose a Hunter.

Me dirijo hacia la playa, preparado para la fiesta.

NARRA LAUREN.

- Emily, ¿has visto mi vestido azul marino? Es que no lo encuentro por ningún lado. - grito desde mi habitación.

- Oh, el vesti... Mmm... Creo que lo tiraste, mevoyadormir. - responde mi hermana más rápido de lo normal.

- EMILY ¿QUÉ HAS HECHO CON MI VESTIDO? TE DIJE QUE ERA PARA LA FIESTA DE ESTA NOCHE. - le grito a mi hermana tan fuerte que se escucha hasta en el salón.

- ¿Qué fiesta? No me has pedido permiso para salir esta noche. No irás a ningún lado, te quedarás cuidando a Jeremy. - ordena mi padre.

- ¿Pero qué he hecho yo para merecer esto? ¿Por qué tengo que cuidarlo yo cuando también está Emily? - replico.

- Porque eres la mayor y tu hermana está dormida, además Jeremy es tu hermano y tu deber como buena hermana mayor es cuidarlo cuando tus padres salen.

- Genial. - respondo.

No sé qué clase de norma general tienen todos los padres en pensar que la hermana mayor se tiene que hacer cargo de todo, Emily solo tiene un dos años menos que yo, ella también podría no hacerse la tonta, encima de que no sé qué le hizo a mi vestido favorito.

"Mierda, Allan, lo siento". - pensé.

No sé por qué Allan me dirigió la palabra en el instituto, teóricamente soy una "pringada del montón", no soy la típica Christine, o Alexa, más bien soy de esas que prefiere estar en casa leyendo un buen libro o viendo una película que salir de fiesta, soy esa clase de chica que nunca ha tenido novio, y que nadie se ha interesado por ella, pero tampoco soy tonta, acepté mi invitación a la fiesta por interés propio, Allan no me interesa, es solo para que me deje entrar a la biblioteca, o eso creo.

En fin, adiós biblioteca durante una semana, ya que no podré ir a la fiesta.

NARRA ALLAN.

"¿Pero dónde se ha metido esta chica?" - pensé.

Estoy sentado al lado de la hoguera, esperando a Lauren.

- Allan, ¿qué haces aquí solo? Anímate un poco y sal a bailar, hay muchas chicas interesadas por ti. - me habla Walter.

"Supongo que ahora vendrá, me iré a bailar un rato" - pensé.

- Está bien, iré a bailar un rato. - respondo.

Me levanto de alrededor de la hoguera, y me dirijo hacia el minibar a beber un chupito.

- ¡Pero si estás aquí, señor solitario! - exclama Alexa. - Ven, te tengo que decir algo.

A Alexa le apesta el aliento a alcohol, y camina un poco mal, creo que se ha pasado con las copas.

- Está bien, ¿qué era eso que me tenías que dec...

Un fuerte beso con sabor a limón y chupito interrumpe mis palabras. Me quedó perplejo ante la situación, pero me siento bien, así que junto más mis labios hacia los suyos, agarrándola por su cintura, continuando lo que ella empezó.

Separamos nuestros labios, ella se muerde su labio inferior y me observa. Yo simplemente me quedo mirándola.

- ¿Y bien? - pregunta.

- Ha estado bien. - respondo apretando mi mandíbula.

- Por favor, no hagas eso, me pone muchísimo. - me suelta Alexa.

- ¿El qué? ¿Esto? - pregunto volviendo a apretar mi mandíbula y acercándola poco a poco con mis brazos, envolviéndola en un fuerte abrazo.

- Me tienes loca, creo que ya lo sabes. - confiesa acercándose más a mi oído.

- Estás borracha. - respondo apartándola suavemente.

- Bueno, dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad. - responde riéndose.

NARRA ALEXA.

Creo que mañana querré enterrar mi cabeza bajo la arena y no sacarla nunca más, cuando estoy borracha todos mis impulsos salen, y Allan es uno de ellos.

"¿Qué le diré mañana a Allan? Me moriré de la vergüenza" - pienso.

Aunque por otra parte el haber hecho eso, y que él haya continuado con la acción, hace que me sienta más segura de lo que hice.

Desde que nos escapamos hacia Hollywood, todo ha sido diferente se ha despertado un sentimiento que no sabía si sacarlo a la luz o seguirlo ocultando, no sé si fue demasiado rápido, pero el alcohol no es que ayude mucho a razonar. Por otra parte me siento bien, ahora me siento libre, me quité un peso de encima.

Allan y yo caminamos hacia la hoguera, nos sentamos, hace un poco de frío aquí. Empiezo a sacudir mis manos en busca de calor, y él inmediatamente se quita su chaqueta y la pone sobre mis hombros. Me acurruco en su pecho. Mis ojos se van cerrando poco a poco, hasta privarme por completo.

NARRA ALLAN.

Lauren nunca apareció por aquí, quizá no le interesó mi propuesta, en fin, las chicas son así.

Bajo mi mirada hacia el pelo dorado de Alexa, que está recostada sobre mi pecho. Es tan preciosa, ¿cómo no me di cuenta antes de sus sentimientos? Aunque si ni siquiera sé lo que yo siento, ¿cómo voy a saber lo que ella siente? Ahora mi cabeza da vueltas, será mejor llevarla a casa.

***
Aquí van dos capítulos seguidos, he sido bastante incumplida respecto a subir, ahora ya no prometo nada, pero sí seguiré con la novela, y bueno, sois del #teamLauren o #teamAlexa?






Bad boy; good lips.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora