Owari no Seraph (Fanfic, Mika x Lector)

Capítulo IV: La nueva integrante del Grupo Shinoa

-¿Tu espada? - Preguntó Guren. - No digas tonterías... ¿Cómo va a ser él tu espada?

-Así. Guiarás bajo mi mandato a las almas al Infierno. Congelarás todo cuanto yo ordene, protegiendo mi camino... ¡Xius, a mí! - Cité. Xius adoptó forma de katana. Se unió la empuñadura a mi mano como si de un imán se tratara. En mi cintura apareció su respectiva funda como por arte de magia. Guardé la preciosa y blanca katana en la funda y miré a Guren, sonriéndole simpática. - ¿Véis?

-Vemos. - Respondió Guren. - ¿Cómo lo has hecho?

-Antaño forjé estas armas con mi sangre... Después de lo del sello. Ni Eli ni Xius pueden beber sangre. Les hice un encantamiento en rúnico y gracias a eso pueden adoptar formas.

-Qué interesante... Si sobrevives a la misión que se avecina, me gustaría que me enseñaras a conjurar en rúnico. - Me dijo Guren.

-¡Por supuesto! Ah, pero eso significa que me aceptáis en vuestro bando, ¿no? - Pregunté con cautela.

-Sí, eres bienvenida. Pero si haces algo sospechoso, te mataremos. - Me advirtió Guren. - Mito, ve y tráele un uniforme. Se unirá al grupo de los novatos.

-De acuerdo, señor. - Dijo la pelirroja de la coleta. Se marchó, pasando por mi lado. Al hacerlo, Mito me dirigió una mirada de total desaprobación. Pero aún así, obedeció a Guren.

-¿El grupo de novatos? ¿Yuu y compañía? - Pregunté.

-Sí. ¿Cómo es que los conoces? - Preguntó Guren.

-Me han ayudado y les he ayudado. Una vez cada uno. Sólo eso.

-Intercambio de favores, ¿eh? ¿Y con qué les ayudaste tú?

-Maté a un Jinete del Apocalipsis y rescaté a Kaede, una niña humana que iba a ser devorada por el Jinete ése.

-Shinya, trae aquí a Hyakuya Yuuichiro. - Ordenó Guren al francotirador. Shinya asintió y obedeció. Al rato, Mito volvió con lo que sería mi uniforme y Shinya con Yuu. Mito me tiró el uniforme a la cara, con desprecio.

-Póntelo. - Me dijo Mito, borde. Fui a un servicio cercano y me cambié rapidito. Al volver con Guren, escuché la conversación que mantenía con Yuu. Básicamente le estaba interrogando sobre mí. Guren me vió aparecer de nuevo en la sala. Yuu se giró a mí.

-La última pregunta, Yuu... - Dijo Guren, levantándose de la silla en la que estaba. Se acercó caminando a mí y se puso detrás de mí, apoyando las manos en mis hombros.

-¿Qué? - Dijo Yuu.

-¿Salvó esta vampiresa a una niña humana del ataque de un jinete? Su testimonio es que sí lo hizo y que estabas presente. ¿Es cierto?

-Sí, lo es. - Respondió Yuu tras un breve silencio. - Y no sólo la salvó, sino que no la mordió en ningún momento. Recuerda el nombre de la niña y le dio un premio por su valentía. Cuando fui a atacarla, Era no entró en batalla directa conmigo. Esquivó el golpe y volvió a poner a la pequeña a salvo. Y aún hay más... Puedo contároslo todo al dedillo. Era... Tiene un comportamiento y mirada muy humana. En el primer encuentro no deseó luchar contra nosotros... Buscó el camino de la palabra y nos hizo razonar. Al ver que no confiábamos en ella dijo"¡Mataré al vampiro!" y se pegó un tiro a la cabeza.

-Eso de pegarse el tiro ya me suena... Entonces, ¿insinúas que deberíamos fiarnos de ella en cuanto a su plan de paz entre razas?

-Sí. - Respondió Yuu, serio. - Y si noto que hace algo indebido, me encargaré personalmente de matarla, Guren. Sólo yo.