Capítulo IX: Alianza

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Labala de la pistola deshizo la ilusión y revelé mi verdadera forma.René y Lacus no se esperaban que Era Teppes fuera también Elisa.

-Lareina de Europa... - Musitó René, con una mirada desorbitada. Encambio, Lacus parecía sombrío.

-Maestra...- Susurró Lacus.

-ReinaEra, todos creíamos que estábais de nuevo en Europa... ¿Quésignifica esto? ¿Nos estáis traicionando, acaso?

-Oh,claro que no, René... - Respondí.

-¿Entonces?¡Explíquese!

-Tutéame,René. Verás, deseo formar una alianza. En el pasado, fui yo quienos enseñó el arte de la esgrima... Y aún os considero mis alumnos.Y ahora, vuestra profe necesita vuestra ayuda. ¿Colaboraréis con lamisión que pretendo daros?

-Nocolaboraremos con traidores... Maestra. - Dijo Lacus.

-Noestoy traicionando a nadie, pequeño. Sólo intento evitar muertesinnecesarias.

-¿Cómo?- Cuestionó René.

-Vosotrossabéis... Nuestra población está muy controlada. Y ya hemosperdido a muchos en lo que llevamos de guerra. Necesitaríamosrepoblar, y en eso se tarda un tiempo. Y para hacerlo, no es seguroque haya una guerra. Los humanos pueden aprovecharse de eso y atacar.Por eso, lo más sensato para repoblar es dejar la guerra y firmar lapaz. ¿No os parece? Pensadlo bien... Tener paz nos vendría genial.

-Bueno...Visto así, sí... ¿Por qué no? - Dijo Lacus.

-Ya...y cuando hayamos repoblado, ¿qué? ¿Atacar de nuevo? Ellos puedenaprovechar para repoblar también... - Pensó René.

-Unavampiresa da a luz en tres meses, René. Una humana necesita casi unaño de gestación. ¿Qué raza crees que repoblaría antes?

-Nosotros...

-Exacto.Y esos supuestos bebés vampiro merecen la vida que se les otorga, aligual que los bebés humanos.

-Loshumanos son ganado.

-Esamanera de pensar es un terrible error.

-No,tú eres la que se equivoca, Era.

-¡No,no lo estoy! ¡Quiero traer la paz para que nadie pierda a alguienimportante nunca más, y vosotros deberíais entender esto mejor queningún otro vampiro! ¿Sabéis por qué? Porque sois amigos. Soisseres sociales, al igual que los humanos. Las razas se parecen...Lacus, ¿qué harías si matasen a René en combate frente a tusojos?

-Vengarle,por supuesto. - Contestó.

-Asíes, le vengarías. Porque es importante para tí. Los humanos sesienten exactamente igual. ¿No lo entendéis? La guerra sólo traerámuerte y destrucción...

-Poreso buscas la paz... - Dijo René. Asentí con la cabeza.

-Ypara ello, necesito vuestra ayuda. - Dije. Lacus suspiró.

-¿Quénecesitas que hagamos? - Preguntó Lacus.

-Difundidmis ideas. Cambiad la manera de pensar del pueblo. Y si no lográiscambiarles la mentalidad, al menos hacerles pensar. De esa manera noserá necesario empezar a repoblar.

-Bien,lo intentaremos. - Dijo René. - ¿Y qué harás tú de mientras?

-Volvercon los humanos. Necesito convencerles de esto también. - Informé,poniéndome la capucha.

-Dejaque te escoltemos, maestra. - Se prestó Lacus.

-Note preocupes, Lacus... Estaré bien. - Respondí. Eché a caminar.

Owari no Seraph (Fanfic, Mika x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora