Capítulo VI: El código del guerrero

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A la par que Mito se reunía con Guren para informarle, Mika y Edel volvían con Ferid y Yuu y los suyos llegaban a la zona de combate, yo me alejé de todo y me oculté en un edificio cercano a donde estaba el ejército de vampiros, esperando el momento perfecto para aparecer en escena. En un momento dado, Ferid dirigió la mirada al edificio de la derecha, sintiendo la presencia de Guren y su equipo. Eso, obligó a su partida a salir a la arriesgada escena y la batalla empezó. Ví que Mika entraba a atacar sin piedad a Guren, pero cayó en una trampa. Una buena estrategia de Guren y una perfecta sincronización de equipo. Entonces, Ferid entró al combate para ayudar a Mika. Nada más aparecer, Ferid tumba a Guren de un solo golpe y éste cae al suelo. Mika, aprovechando el desconcierto ocasionado por Ferid, se dispone a matar a Guren. Segundos más tarde, Yuu y los suyos aparecen para ayudar al desafortunado Guren. Mika, antes de atravesar a Guren con la espada, mira disimuladamente a su alrrededor, como si me buscara. No me ve y es cuando ataca a Guren. Yuu llega y ataca a Mika para proteger a su superior. Me quedo congelada, temblando levemente al presenciar la escena, callada en un silencio sepulcral, respetuoso. Tengo el impulso de salir a escena, pero aún no es el momento oportuno. El reencuentro de Yuu y Mika resultó ser trágico y para acabar de fastidiarla aparece otro noble: Crowley Eustford. No me lo esperaba, pero até cabos, pues él y Ferid siempre se habían llevado bien. Ferid debió llamarle como refuerzo para asegurarse del exterminio completo de la partida humana. Ese hecho no estaba en mis planes. Jamás conté con esa posibilidad. Todo cambiaba. Los cimientos de mi plan se desbarataban. Debía pensar otra cosa, y rápido. ¿Dignarme a aparecer, al fin? Dejé mis pensamientos a un lado y presté atención a lo ocurría, de nuevo. Y lo que ví, no me gustó nada. Al ver a Crowley, a Guren no se le ocurrió otra cosa que ordenar la retirada. Si se van ahora, son presa fácil. No es bueno darle la espalda al enemigo. El grupo humano se disponía a irse, pero Ferid no les dio tregua. Ferid fue a atacar a Yuu. ¿Dónde puso Ferid mi bandera blanca? ¿Acaso mi plan no daría resultado? Ferid intenta morder a Yuu, pero Mika le frena. Mika insta a Yuu para huir juntos, pero Yuu no puede abandonar a los suyos así como así. Obcecado en eso, Mika secuestra a Yuu por las malas y se lo lleva. Preveo lo que va a ocurrir ahora y salto de mi escondite. Pero tardo mucho en llegar al suelo y lo presencio todo mientras caigo... otra vez. Los vampiros muerden a los humanos. Caigo al suelo al fin, haciéndome un daño tremendo en todo el cuerpo. Caigo cerca de Ferid, a propósito y me oye caer. Pero no se inmuta. Está muy ocupado estrangulando a Guren. A pesar de estar ocupado, Ferid se digna a mirarme, encontrándose con mi mirada.

-Presencia cómo tu débil raza se extingue, Eli... - Me dijo Ferid. Luego, sonrió cruel.

-¿...Eli...? - Preguntó Guren con dificultad, mirándome como buenamente podía.

-Lord Ferid, si le matáis y no os detenéis, no os daré el placer prometido. - Dije.

-Nunca me interesó. Sólo deseo tu sangre, humana. ¿Sabes por qué? Porque hueles muy bien... Y mejor sabrás, eso seguro.

-Si tanto deseas mi sangre, supongo que no te molestará realizar otro trato conmigo. No tiene nada que ver con el código del guerrero que mencioné anteriormente.

-Habla... Te escucho.

-Suelta a mi superior y podrás llevarme a Sanguinem. Secuéstrame a mí y hazme tu esclava personal. ¡Pero por favor, detén esta locura! - Supliqué. Me ví obligada a forzar mi propio plan. La cara de Ferid mostró la mueca del interés.

-Muy bien... Así sea. - Respondió él. Ferid lanzó con fuerza a Guren, cuyo cuerpo chocó contra unos escombros, dejándolo aún más débil. Presenciar eso logró que se me encogiera el corazón. Clavé las uñas en el suelo y me puse a llorar a voz en grito cuan niña pequeña. En ese momento, lo único que me importaba más que nada era la vida de mi superior. Mi llanto descontrolado hizo que todo el mundo callara. No había consuelo alguno para mí en ese momento. Con semejantes heridas y semejante golpe, lo más probable es que Guren hubiera muerto. Y eso me entristecía. Precisamente por esto es que odio la guerra. Porque en una guerra, la muerte acecha en absolutamente todos los lugares. Se pierde gente importante... como Guren. Ferid, ajeno a todo, se dispuso a cogerme en brazos. No tenía fuerzas, pero deseaba descargar mi ira de alguna manera y la pagué con Ferid, dándole golpecitos en el cuerpo. Estaba débil. Ese día, realmente quise desconectar de la vida. - Ey, detente. Es molesto que hagas eso. - Dijo Ferid.

-Dijiste que lo soltarías... - Le recriminé, mirándole muy cabreada. Por alguna razón que él desconocía, mi mirada pareció asustarle de verdad.

-Sí, pero no especificaste cómo. - Contestó Ferid, con descaro.

No pude rebatirle eso. Tenía razón. Entonces... ¿Guren murió por mi culpa? Me odié a mí misma por ello. Prometí salvarles, y acabo de perder una valiosa vida humana más. No valgo para nada. Mis esfuerzos son en vano. Otra vez ha ocurrido algo parecido a como ocurrió en el caso de Víctor. Y probablemente esto siga ocurriendo. Necesito más poder. Necesito más poder para lograr la salvación de todos los humanos. ¿Pero cómo obtenerlo? Quizá no sea mi falta de poder y la raza humana esté realmente condenada a la extinción. Pero eso sería muy triste... Y si yo soy incapaz de hacer algo al respecto, nadie podrá. Me niego en redondo ante la posibilidad de su extinción.

Ví movimiento hacia el lugar donde cayó Guren. El joven jefe entreabría los ojos, mirándome. El conjunto de su expresión resultaba difícil de descifrar. Me había reconocido, suponiendo quién era Eli en realidad y parecía debatirse entre si creerme o no. Quizá pensara que lo de llorar por él fuera una escenita creada por mí para hacer que confiara en mí. Sin embargo, yo no soy buena actriz. Pero eso, Guren lo desconoce y está en su derecho de opinar como desee sobre mí. Soy su enemigo, a fin de cuentas.

-Pecadores... Los pecadores deben morir... Debo eliminar... a los pecadores... - Decía Yuu por donde fuera que caminara. Desconocía qué pasaba, pero eso no era normal. Ferid dejó a Crowley al cargo de todo y dio a su grupo la orden de retirada. Y así, Ferid me llevó con él de vuelta a Sanguinem.

--FIN--

¡Hola, lectores! ¿Cómo habéis visto el capítulo? En mi opinión, creo que muy flojillo porque casi que no cuento cosas... Mika saldrá en el siguiente, y tengo pensado hacer dos partes sobre un mismo momento en la propia realidad de la historia en plan... Lo que sería lo que está ocurriendo con Era en Sanguinem y lo que está ocurriendo con el grupo humano. ¿Qué os parecería? Creo que narrándolo así se entendería mejor... Y como protagonista de la otra parte estaba pensando en Mito Jujo, que me encanta. La adoro <3 Bueno, espero vuestros comentarios. Un saludo.



Owari no Seraph (Fanfic, Mika x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora