Cap. 2

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No esperaba esto, no esperaba que me hable, esperaba que sea incómodo toda la vida. Pero no, él me dirigió la palabra

- Desde que me sacaron los brackets - Sonreíamos nerviosos

- Ya se genia, pero hace cuanto tiempo - Dijo gracioso. Hice una pequeña risita

- Desde los 16... - Lo mire

- Y ¿ahora tenes... - Linda manera de averiguar mi edad

- 22 - Sonrió - ¿Vos hace cuanto venís?

- También, desde que me sacaron los brackets - Dijo mirando al rededor

- Ya se genio, pero hace cuanto tiempo - Dije haciéndole burla. Él me miró y yo reí. Su sonrisa es tan linda. Él rió

- Desde los 15 maso menos. Y antes de que me vuelvas a hacer burla, ahora tengo 21 - Yo seguía sonriendo/riendo. Hubo un silencio entre nosotros. Él miraba a la gente y yo a mis pies - ¿Cómo te llamas? - Volvió a romper el silencio

- Micaela, ¿vos?

- Jonathan - Dijo con una sonrisa

- Un gusto Joni - Dije sonriendo. Él sacó su mano derecha de su bolsillo y la extendió hacia mí

- Igualmente Mica - Tome su mano y la sacudí. Sonreímos. Tengo que admitir que sentí como un escalofrío cuando agarré su mano, cosa normal cuando un chico lindo te toca viste... Supongo

Otra vez, silencio incómodo. Hasta que una familia se paró y dejó lugares disponibles. Jonathan me miró

- Vamos - Dijo moviendo la cabeza en dirección a las sillas. Nos sentamos - Al fin - Dijo tocando sus piernas nervioso

- Si, se hace interminable la tarde

- Si, ¿no? - Reí

- Eso acabo de decir 

Él me miraba y sonreía. Después otra vez silencio. Al ratito me sonó el celular, con el típico ruido de whatsapp. Saqué mi celular y miré el mensaje. Era mi amiga Sofi, tan amorosa como siempre, solicitándome escribiendo "Peteraaaa"

- Ay, ella tiene whatsapp - Dijo como burlándose. Lo miré y reí

- Me parece que vos sos el único en el país que no tiene whatsapp - Rió

- Si tengo, pero no tengo el celular. Se me calló mientras bajaba del auto el otro día y fue

- Uh, que garrón - No se por qué pero estábamos como cómodos hablando. No sé si era una estrategia de él, al hablar confianzudos era más cómodo. No sé, pero funcionaba.

- Si mal... 

Le contesté a Sofi, quien también era rosarina pero vivía en Bs. As. Es una amiga de la infancia, que se mudó sin que yo supiera, ya que no hablábamos mucho hasta que nos volvimos a reunir

- ¿El novio? - Preguntó. Sonreí mirando la pantalla

- Si. Me dijo que no hable con ningún chico - Me miró

- ¿Enserio? - Reí

- Na, es mi amiga

- Ahh - Dijo suspirando y volviendo su vista al frente - Yo si soy mina y mi novio me dice eso lo mando a cagar - Reí

- ¡Si! Olvidate... - Otra vez silencio.

Al rato se escuchó un súper trueno y se largó a llover

- La puta madre - Dije en voz baja. Él me miró

- ¿Que pasó? ¿Dejaste la ropa afuera? - Reí

- ¡No bobo! Se largó y tengo que caminar

- Da ¿por eso?

- Disculpame pero yo no me quiero enfermar viste - Rió

- Si, pero ¿por que puteas si te voy a llevar yo? - Lo miré

- Estas loco - Volví a desviar la mirada

- ¿Por qué? - Dijo riendo. Volví a mirarlo, él me miraba y levantó las cejas - Boba, no es problema, enserio - Puso su mano en mi rodilla y me miraba a los ojos. Yo miré su mano y volví a mirarlo a él. Sonreí

- ¿Seguro Joni? - Volvió a sentarse bien

- Más que seguro... ¿Aceptas?... - Yo no decía nada, pensaba solamente - Lo tomo como un sí porque no te queda otra - Reí y él se sentó mirando al frente y cruzado de brazos

- Puedo llamarme un remís - Se quedó quieto y me miró de reojo

- No, ah - Dijo sin mirarme, en la misma posición. Reímos. Me miró - Yo te alcanzo, enserio. Si vas caminando supongo que no vivís tan lejos

- No, a un par de cuadras nomas. En un departamentito

- Entonces no hay drama nena, te llevo yo - Volvió a cruzarse de brazos, pero porque corría una brisa fría. Hubo un silencio, hasta que dije

- Bueno, te dejo llevarme pero si a cambio me das tu número - Eso causó una sonrisa en él, yo siempre fui cara dura, y él acababa de darse cuenta de ello

- Bueno, trato - Dijo sin mirarme, todavía con esa sonrisa en su rostro

Llegó mi turno, entré y salí rápido como de costumbre

- Me esperás acá

Dijo antes de entrar, ya que era el siguiente a mí. Me quedé sentada donde él estaba antes hasta que salió. Me buscó, yo lo estaba mirando, sonreímos, caminaba hacia mí y me paré.

- No llueve mucho, puedo irme caminan...

- No, no - Me interrumpió - Ya hicimos un trato. Cumplís tu parte y yo cumplo la mía - Sonreí - Vamos, dale

Salimos, subimos a su auto y me llevó a casa. Prácticamente 5 o 6 minutos de viaje.

- Gracias, de enserio Jona - Él sonreía

- No es nada, enserio - Le sonreí

- Nos vemos en 15 días - Dije ya bajando

- ¡Esperá, esperá! - Volví a sentarme y cerré la puerta, ya que llovía - Teníamos un trato ¿no? - En realidad yo me acordaba, pero quería ver que hacía él. Hice como que pensaba y sonreí

- Cierto, me había olvidado, perdón - Saqué mi celular, lo desbloqueé y se lo dí. Él mi miraba y lo tomó, empezó a escribir

- Ya me agendé - Dijo sonriente

- Genial ¿Cuando tenés el celu?

- Tengo que buscarlo ahora. Espero tener un mensaje tuyo cuando lo prenda - Reí

- Seguro. Ahora sí, chau Jona, muchas gracias

- No hay drama Mica. Nos vemos

Bajé, cerré la puerta, y corrí al techito de la entrada del edificio. Lo saludé antes de entrar, el tocó bocina y aceleró. Entré y fui a mi departamento en el 4 piso. 



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El mío mi enanito culón, Erbes S2

Lo que tu corazón dicte ¤ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora