Cap. 40

800 52 8
                                    

Últimos días de pretemporada.

Cada vez que intentaba acercarme a Jona se alejaba, o llamaba a alguien para hablar y así me ignoraba.

Sé que estuve mal, muy mal, pero él no me deja disculparme. Capaz en su cabeza esta el no perdonarme esta vez, pero al menos quiero decir que yo intente que estemos bien.

Fer no se enteró de lo de Cristián, y prefiero mantenerlo así.

Insúa, Marín (que son relativamente amigos míos y cercanos amigos del Pichi) a veces hacen comentarios por lo bajo, pero parece que él no les contó ni a ellos. Ahora vivo hablando con el Pichi, debe ser por eso que nos cargan. Intento establecer una relación de amistad con él, y cuando me tira onda o algo, le pego en broma o me hago la boluda, porque de a poquito me esta empezando a atraer y no solo físicamente. Y NO QUIERO, pero tampoco puedo evitarlo.

En la cena de despedida todos estaban sentimentales y emocionados al mismo tiempo, por empezar un nuevo torneo.

Hicieron un gran banquete afuera, con una mesa larga para que todos entremos.

Yo estaba dele reírme con todos, además de ser un tiempo de preparación y entrenamiento, fue un tiempo de unión, con charlas infinitas en las cenas y en los momentos de descanso, con música y risas todo el tiempo, con torneos en la play que eran puro griterío y puteadas... Con momentos inolvidables.

Como cuando vivieron los Totora a cantar, que Chavez y el Pichi entre otros se sumaron a la banda (y cómo bailó en un momento Cristián par dio). Cómo me reí esa noche.

Lo vi a Jona, sentado junto a Bravo, Monzón y Cubas, pero él miraba su celular. Yo estaba sentada junto a Fer en un banco que había por ahí, enrrollada en su brazo y apoyada en su hombro. Él hablaba con los chicos, así que me paré.

Fer: - ¿Que pasó? - Dijo interrumpiendo su charla

Yo: - Nada, voy a caminar un rato, siento que se me va a acalambrar la pierna

F: - Bueno, cuidado. Y si refresca toma - Saco su campera, que la tenía a un lado. Sonreí

Y: - Gracias mi amor - Le di un pequeño beso, me até el buzo a la cintura y me aleje para ir hasta el otro lado del patio, donde estaba Jona - Nene

Me senté sin invitación en la silla vacía a su lado. Él me miró y vio que no tenía como escaparse esta vez. Volvió la vista a su celular.

Jona: - ¿Todo bien? - Dijo desinteresado. Me mantuve en silencio unos segundos.

Y: - Debes odiarme - Sonrió débil

J: - Ojalá pudiera... Sería todo más fácil

Y: - Mas fácil para los dos - Me miró sorprendido y bajó su celular - Creeme que sí

Lo que tu corazón dicte ¤ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora