Cap.5:

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Cap.5:

SABADO.

Sábado Sábado Sábado Sábado.

No sé si se noto que amo los Sábados.

Hoy hay una pelea, es lejos, pero no me la pienso perder.

Ya me perdí la primer fiesta del verano, pero a esto voy a ir si o si.

Baje y desayune con el mejor de los ánimos.

Antes de ir a la oficina de mis abuelos, recorrí mi salón de la fama.

Esto constaba de una pared en donde pongo la foto de todas las bromas que hago.

Me quede mirando la que hice hace un par de días, todos se estaban riendo, excepto Chase y Adam, Tyler y Scott no podían más de la risa.

Emily estaba tirada en el piso estallada en carcajadas, mis abuelos, Keeg, todos se reían.

Los que se hospedan acá saben de las consecuencias, siempre van a estar en mis bromas.

Seguí caminando y di dos golpecitos rápidos en la puerta del despacho de mi abuelo.

-Pase-

-Holaa- asome la cabeza sonriendo.

-Hola Samy- mi abuela me respondió el saludo.

-¿A qué se debe tanta felicidad?- mi abuelo dejo las noticias del día de lado, para poder mirarme mientras entrelazaba sus dedos arriba del escritorio.

Me reí por su cara.

-¿Puedo salir hoy?-

Ellos intercambiaron miradas y rieron.

-Si corazón- mi abuela siempre tan dulce.

-Pero que Keegan te acompañe-

-Si señores- imite un saludo militar- Graciaas, los amo-

-Nosostros también-Mi abuela me dio un beso y mi abuelo me sonrió.  Salí del despacho y empecé a dar saltitos.

-Mama mía- Alonzo apareció en mi campo visual con un cajón de manzanas en las manos- Me da miedo a que se deba tanta felicidad-

-No hice nada- me reí- Te lo juro- me miro con una ceja levantada.

-Como la niña diga- después de eso se alejó con dirección a la cocina.

Seguí dando saltitos hasta que llegue a la recepción, Keegan estaba sentado en el escritorio jugando con una lapicera, pobre chico...

-Hola- aparecí de un salto adelante des escritorio, el se asusto y se cayó de la silla-Estúpido- me reí mientras lo ayudaba a pararse.

-Que linda que sos- me dijo irónico mientras se sacudía la ropa y yo le mostré una sonrisa con todos mis dientes- Dejame adivinar- fingió que estaba pensando- ¿Tengo que hacer de niñera hoy a la noche?-

Me reí.

-A las carreras se ha dicho- imite la posición de un superhéroe y él se rio.

-¿A las 8 en el estacionamiento?-

-Dale-

-Nos vemos enana- Me despeino y me fui saltando.

¿Qué hacer? ¿Qué hacer?

Sin darme cuenta me choque contra alguien y los dos caímos al piso.

Cuando levante la vista me encontré con una chica morocha de ojos celestes, son tan claros que parecen de mentira.

MI verano...MIS reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora