FATE: RENACER

Un enemigo. Parte 1

Soltó un sonoro bostezo mientras firme caminaba por los pasillos de aquella mansión. Llevaba puesto su usual traje con gabardina negra, la cual tenía cerrada. Los guardias protestantes allí presentes le miraban con recelo ante su conocida condición que los degradaba a inútiles frente a los vampiros.

Fate miró a uno de ellos que se veía nervioso ante su presencia, y su sonrisa se formó hacia un lado de su cara.

- ¡BUH! - le enseño sus garras y el guardia se descompuso ante la sorpresiva acción.

- ¡Insolente! - los demás guardias le apuntaron con sus armas. Fate bufó divertida mirándoles con el puño en su cintura.

- Hey, ¿qué ocurre aquí?

Rockbell hizo presencia con expresión de que no parecía sorprenderle una algarabía con cierta pelinegra en el centro. Ella levanto los hombros haciéndose la desentendida.

- Qué te digan ellos.

Jonathan miró a uno de ellos, y el hombre bajo su arma sintiendo vergüenza de la explicación.

- Señores, vuelvan a sus posiciones. No se preocupen - les ordenó. - Por favor, no molestes a mis soldados - se dirigió a Fate quien frunció el ceño con expresión vaga. - Vamos, la reunión ya inicio.

- Heme aquí en la Mansión Lightwood. A la que he sido obligada tanta veces a venir, ya que aquí se llevan a cabo las reuniones de la FPB. Ha pasado casi una semana luego del ataque a la Iglesia... y se convoco una reunión en la mesa redonda con los miembros de la Fuerza Protestante Británica. Militares, políticos, un representante del MI5 e incluso el dueño de una industria armamentística rusa donde forjan las armas que utilizo.

Fate entro en total silencio a la sala de conferencia, no fue percibida por nadie más que Dominic allí sentado y Jonathan de pie junto a un pilar escuchando a los presentes.

- El "Athan" eh... Entonces a eso se debe él alto número de incidentes vampíricos... no podemos permitir que las masas ignorantes se den cuenta de esto. - comento uno de los integrantes.

- No podemos quedarnos de brazos cruzados. No necesitamos un nombre líder Lightwood, necesitamos una ubicación exacta para acabar con quienes amenazan la paz. - hablo el General Richardson quien también formaba parte de la mesa redonda.

- Lo sé, pero hasta ahora solo contamos con un nombre y un rostro del que fue víctima la Iglesia el pasado domingo - respondió Leonardo. - Ya sabemos que esta cadena de incidentes no es casualidad, y quienes están detrás manejando los hilos... se tratan de vampiros. - sentenció.

Algunos exhalaron con asombro, mientras que otros se mantenían frugales y pensativos.

- Quien quiera que está detrás de esto tiene un conocimiento profundo sobre nosotros... - miró a Fate quien cruzada de brazos se apoyaba de la pared. - Y no temé utilizar sus recursos para eliminarnos.

- Al parecer alguien se ha dado cuenta de que somos un potente obstáculo contra sus fuerzas. - habló el personaje del otro lado de la mesa frente a Leonardo.

- Quizás, Sir Barlett. Pero no podemos contar con eso, después de todo son vampiros y no se pone en debate su ilimitado poder.

- En eso tiene razón Lightwood, tampoco conocemos su número... incluso si contamos con millones de soldados especializados, la ayuda del joven Rockbell y la señorita Valentine, no está garantizada la seguridad. - hablo Richardson.

- De todas formas, nuestro...

Leonardo se silenció al ver que las luces comenzaron a fallar, y poco después un estruendo les sacudió.