Por qué a mi...?

Cap. 16

Narra Nathan

Yo: -La verdad es que... todo comenzó cuando ya nunca más te volví a ver.
Emi: -Aquel mismo día? No entiendo. Que sucedió?
Yo: -Aquella tarde, tu madre me siguió hasta casa y tuvo una buena bronca con mi madre. Cuando tu madre se fue, mi madre me amenazó con irnos del país hacia donde vivía mi padre, ella sabía que yo odiaba a mi padre. Después de un tiempo, nos mudamos y nos fuimos hacia donde vivía mi padre. Allí estudié durante unos años y poco a poco la relación que tenía con mi padre, crecía. Te juro que no te olvidaba. Me preocupabas. Cuando me hice más grande, me di cuenta que a lo mejor te pegaban o algo, no sé. Un día hablé seriamente con mi madre y me prometió que según mis notas volveríamos al lugar donde vivíamos antes. Todo fue perfecto. Cuando ingresé en el único instituto de allí, me di cuenta de que no estudiabas allí. Pensé en ir a buscarte a tu casa y resultó que vivía un matrimonio sin hijos. Todo se me cayó encima. Todas las esperanzas se me fueron. Comencé a pensar en que te habías mudado a otro país, lugar... A partir de ahí comenzó mi mal humor. Ya no quería hacer nada, mis notas bajaron y para colmo mis padres comenzaron a tener problemas. Todo iba de mal a peor... Uno de esos días, se me acercó un chico de mi clase. El me dio a entender que cualquier cosa que me hubiera pasado, que no deje que me influya en mis notas, que tenga que pensar en mi futuro, en mi bien. A partir de esa conversación, todo comenzó a ir a un buen ritmo. Comencé a hacerme amigo de los supuestos populares. Al principio me incomodaba porque les hacía maldades a otros alumnos pero todo cambió cuando me comenzaron a insistir en que también les hiciera algo. Pasaron dos malditos años intentando olvidarte y llegó el momento en el que lo conseguí. Acabé acostumbrandome hasta que apareció el. El mismisimo chico que tomó las fotos de la profe y yo. Como ya sabes, ese idiota me chantajeaba. Hasta que apareciste tu. Cuando te vi, me sentí miserable, así que actué como actué. Lo siento... Pero ese maldito idiota, que no quiero decir su nombre, el sabía parte de la historia y me comenzó a chantejear con eso. Te juro que lo odio, lo odio a muerte. Por su culpa no te lo dije. Pero si te digo la verdad, hubo un momento en que dejé de querer decirtelo pero... volvió a aparecer aquel chico que una vez me aconsejó. El me volvió a abrir los ojos y ahora estoy aquí, comtigo.-dije mirandole a los ojos.

Sí, se lo dije absolutamente todo. Ahora ella decidiría.

Emi: -Nat... -dijo acercandose a mi. -Te quiero.-Y PAM, mi corazón explotó.

Yo: -Emmi... yo también te quiero...

Los dos nos quedamos abrazados. Ella lloraba y yo, le pedí mil perdones por todas las tonterías que hice. Nos miramos a los ojos y allí estaba otra vez esa linda mirada que me volvía loco. Y sin poder aguantar más, la besé. Pareciera como si ella también lo estaba deseando porque enseguuda me correspondió el beso.

Yo: -Te amo.
Emi: -Te amo.

Estar con ellas era lo único que necesitaba. Solo y únicamente con ella.