Por qué a mi...?

Cap.9

Narra Nathan

Otros 2 mese más. Ya habían pasado un par de meses después de la última vez que hablamos. Ryan había mantenido su palabra de dejarla durante un tiempo pero...

Ryan: -El tiempo se acaba...-dijo canturreando.
Yo: -Vete a la mierda.
Ryan: -No gracias, aqui estoy bien.-me sonrió de manera estúpida.
Yo: -Que piensas hacer?
Ryan: -Pues lo que quiera.
Yo: -Contesta imbecil.
Ryan: -Oye oye oye, -me agarró por el cuello-Ten cuidado con esas palabritas, que-ri-do Nat

Cuando escuché esa plabra, cogí del pelo a Ryan y pude desacerme de su agarro.

Yo: -Escuchame bien tu ahora. No me vuelvas a decir ese estúpido nombre.
Ryan: -Jajajaja aun sigues con eso?
Yo: -Callate.
Ryan: -Jajajaja

Lo odiaba. Lo odiaba a muerte. Realmente lo de la foto... es todo mentira. Si tan solo no hubiera aceptado la maldita apuesta... nada de esto hubiera pasado. Tan solo era buscar los estúpidos examenes y largarme pero...

Yo estaba en la clase solo buscando los examenes que me propuso uno de los amigos de Ryan. Sí, era todo una trampa. Seguramente alguien avisó de que se escuchaban ruidos en la clase y la maestra entró. Cuando entró, lo primero que se me ocurrio fue abrazarla y decirle que mis padres estaba muy mal... básicamente mentirle e intentar despistarla pero no se lo creyó e intentó soltarse pero tropezame y cai encima de ella. Solo era eso pero... Ryan nos tomo una foto sin que la maestra se diera cuenta. 3h de castigo después de clases yexpulsado durante 3 días . Ese fue mi castigo.

El primer día de castigo, Ryan se reunió conmigo. Me chantajeó.

El segundo día, le intenté suplicar que no hiciera nada.

Y el tercer día, me propuso ser parte de su "grupo". Al principio me negué, pero no podía dejar que la gente me viera en esa foto tan comprometida.

En ese tiempo yo era muy tranquilo. Era serio y no era sociable. Me gustaba estar solo, sumergido en mis pensamientos. Eso me gustaba, la tranquilidad pero... desde que Ryan apareció en mi vida, todo a cambiado. Comencé a faltarle el respeto a los maestros pero no por voluntad propia sino por Ryan. Poco a poco me iba obligandoba hacer tantas cosas malas que llegue a tener el corazón duro, pero aun habitaba esa pequeña niña en mi. Emi...

********************

Era viernes por la tarde y yo estaba en casa. Como siempre mis padres estaban en su trabajo y yo... pues yo me quedaba solo en casa. No soportaba la estupida vida que tenía y me acordé de Emi...

Me levanté de mi cama para ir a vestirme. Sí, visitaría a Emi. Duré 20min para arreglarme y todo lo demás, ahora solo tardaría unos 10 min para llegar acasa de Emi.

Estaba tocando el timbre durante 5min seguidos y nadie respondía. Llegué a pensar que nadie estaba pero cuando me gire para observar las ventanas, vi una luz encenderse y apagarse.

-Será ella?

No me lo pensé mucho y empecé a trepar como la última vez que lo hice. Me introducí hacia su habitación y no había nadie. Comencé a recorrer la casa y entré al baño. Y...

Allí estaba.
Un líquido rojo cubría su brazo mientras que la cuchilla de la maquineta se teñía de ese color intenso. Ella me miró a los ojos pero esta vez no eran de miedo ni dolidos. Esta vez eran de angustia y dolor.
Cuando me vio, lágrimas y más lagtimas brotaban por sus delicadas mejillas. Esa chica se encontraba mal y yo no supe ayudarla. Me dolió tanto verla así tirada en el suelo... nunca imaginé que mi pequeña Emi llegara a estas circuntancias. Nunca.

Yo: -EMI-comencé a gritar para que reaccionara. Se la veia pálida y pareciera que se estaba desmayando. La cogí entre brazos y la lleve a su habitación. Me fui directo al baño y cogí una toalla y la mojé. Cuando limpié la sangre que salía de Emi, decidí no llamar a la ambulancia ni nada. Sabía perfectamente que si hacía algo de eso, loa padres de Emi se enfadarían con ella asi que no lo hice.

La veía tan mal... eso me partía el corazón. Todo era por mi culpa. Por no decirle la verdad. Por no atreverme a decirle que en verdad me importaba y que nunca había sido un juego para mi... yo la quería y la quiero. Este sentimiento nunca desaparecería. Nunca...