Una Fan Afortunada

Capítulo 13

Michael: ¡Promete que no los abrirás! –dijo mientras reía-

Tu: Lo prometo... Pero la curiosidad me está matando Michael –mencionaste con los ojos cerrados, bajando de la limusina tomada de la mano de él-

Guiada por las manos de Michael las cuales cubrían tus ojos, llegaron hasta un lugar donde oías diferentes sonidos como el cantar de los pájaros, niños riendo y hasta música de Michael de fondo...

Michael: bueno... -quitó lentamente las manos de tus ojos, y a medida que él las quitaba, abrías poco a poco los ojos...- Bienvenida a mi hogar... -susurró tras de ti-

Observaste una enorme casa y un hermoso alrededor, lleno de flores y perfectas decoraciones... Todo era perfecto, parecía un lugar de cuentos de hadas... De inmediato notaste que estabas en Neverland y lo único que hiciste fue sonreír inmensamente y abrazar a Michael lo más fuerte que pudiste... Aquel lugar siempre había sido tu sueño, como toda fan.

Tu: Gracias, gracias por traerme aquí Michael... -decías aferrada a él, y sentías sus caricias en tu cabeza-

Michael: No agradezcas... Aquí vivirás de ahora en adelante, junto a mi –se separó de ti y te besó dulcemente...-

Tu: Esto es el paraíso Michael –mirando hacia todos lados- ¿Me darás un tour? –bromeaste-

Michael: por supuesto –rió- Vamos –estiró su mano para que la tomaras y comenzaron a caminar... -

Estuvo toda la tarde mostrándote todos los alrededores de Neverland, tú estabas fascinada, te emocionabas por cada cosa que veías y Michael reía, se divirtieron juntos, sin dejar de besarse a cada instante...

Michael: Invitaré a Mi madre uno de estos días aquí... Y también a Janet, quiero que te conozcan –menciono-

Tu: Buena idea, yo también quiero conocerlas –sonriendo-

Michael: Cariño... y ¿Tu Madre? ¿Dónde vive?

Tu: Aquí en Los Ángeles...

Michael: ¿Qué? Y Porque no me habías dicho –pregunto curioso-

Tu: No lo sé...

Michael: ¿Por qué te pones así? Si quieres podemos ir a visitarla uno de estos días –abrazándote- o invitarla a que venga...

Tu: No... Mala idea, ella es... una mujer muy ocupada –lo miraste a los ojos y trataste de sonreír-

Michael: oh... -apenado- ¿Quieres hablar sobre eso? –preguntó sentándose en una de las bancas de allí-

Le contaste a Michael todo sobre tu madre... Ella es una mujer muy ocupada, desde la muerte de tu padre no hace más que trabajar para que a ti no te falte nada, nunca conseguiste llevarte bien con ella por eso decidiste vivir con tus amigas muy lejos de ella aunque a veces deseabas tenerla a tu lado...

Michael: Cuanto lo siento... -levantó tu rostro con sus manos- Sabes que nunca es tarde y algún día deberías ir a hablar con ella y hacerle saber que la necesitas...

Tu: Lo sé... Gracias –no tardaste en abrazarlo-

La noche se hizo presente y ambos decidieron ir a comer algo...

Michael: ¡Ok! ok -dijo en tono gracioso- Te presento a Anna, la cocinera, no hay persona en el mundo que cocine mejor que ella ¿No es verdad Anna? –Tú y Anna rieron-

Anna: Gracias cariño –pellizcó una de las mejillas de Michael- ¿Qué desean comer?

Tu: -te sentaste- Un sándwich por favor

Michael: dos –agregó-

Luego de comer, se dieron un baño y se recostaron a ver películas... Pero la película quedo en segundo plano, cuando ambos comenzaron a besarse, sin poder después separarse...