Una Fan Afortunada

Capítulo 18

Tu: Michael... ¿Qué... que haces con mi diario? –observando detenidamente aquel libro, era imposible no reconocerlo-

Michael: -abrió los ojos en gesto de asombro- Asique... ¿Admites que esto es tuyo? –levantándolo-

Brett: ¿Acaso no me creías? –preguntó a Michael-

Tu: ¿Por qué no te callas?, ¿Qué haces tú aquí? –preguntaste confundida-

Brett: Vine a abrirle los ojos a Michael Jackson, el se merece saber qué clase de mujer eres y lo que nos hiciste...

Confundida, sin entender ni una sola palabra de lo que decía Brett, observaste a Michael quien distraído totalmente de lo que él hablaba, se encontraba leyendo parte de tu diario intimo.

Tu: ¡Michael! –trataste de quitárselo, pero dio un paso hacia atrás y lo llevo hasta su espalda, observándote con su rostro serio-

Michael: ¿Por qué... me hiciste una cosa así? –pregunto dando un leve respiro...-

Tu: ¿Qué? ¿A qué te refieres?

Michael: ¡A esto! –llevo tu diario muy cerca de tu rostro, dejando frente a tus ojos, un párrafo que de inmediato leíste ya que notaste que no era tu letra...-

Tu: Michael... -aún leyendo- Esa... esa ¡No es mi letra! –observaste a Brett- ¡Yo no escribí eso!

Brett: ¡Basta de mentir!

Tu: -te acercaste a Brett y lo observaste a los ojos- ¿Por qué haces esto? –susurraste mientras tus ojos se llenaban de lágrimas-

Brett: Para que veas lo que se siente... que te separen de la persona que amas... -susurró también, Michael no logro escuchar nada...-

Tu: ¿Qué dices...?

Brett: él te separó de mi... -notabas el odio en sus ojos- Ahora yo te separaré de el ...

Michael: -fingió toser, tu y Brett lo observaron- ¿Piensan seguir entre susurros toda la tarde?, si es así, los invito a que salgan de mi casa –mencionó irónicamente-

Tu: Michael... -intentaste abrazarlo y él se apartó- ¿No me crees?... ¿Vas a creerle a él que ni siquiera lo conoces?

Michael corrió su mirada hacia el jardín a través de la ventana, tu observaste a Brett quien sonrió burlándose.

Tu: si es así... No tengo nada que hacer aquí –abandonaste la sala y te dirigiste a la habitación donde tú y Michael dormían-

Brett: -observó como subías las escaleras- ¿Ves...? Como son las mujeres –poso su mano en el hombro de Michael- Me siento igual que tu amigo...

Michael: -quitó bruscamente la mano de Brett de su hombro- Quiero que salgas de aquí...

Brett: ¿Qué?

Los guardias de Neverland se encargaron de sacarlo a patadas de allí, Michael por suerte había reaccionado a todo lo que estaba ocurriendo y corrió hasta dónde estabas tú.

Michael: -ingresó despacio a la habitación y se sentó en la cama- ¿Podemos... Hablar? –pidió-

Tu: -dejaste de ordenar tus cosas-

Michael: ¿Pensabas irte? –Observando tus maletas-

Tu: si...

Michael: Por favor no lo hagas... -te sostuvo de los hombros- Siento haber dudado de ti...

Tu: -bajaste tu rostro y observaste el piso, o tal vez sus mocasines-

Michael: -con sus dos dedos levantó tu cabeza- ¿Me perdonas...? –preguntó mordiendo su labio inferior de forma tierna-

Tu: ¿Cómo no perdonarte? –él sonrió- ¿Prometes no volver a dudar de mi? –preguntaste-

Michael: Lo prometo...

Se besaron... Deseabas hacerlo y sentir que no lo habías perdido... Lo abrazaste por la cintura e introdujiste tus manos por debajo de su chaqueta negra, sintiendo su perfecto y delgado cuerpo.

Michael: Con todo esto no alcanzamos a desayunar... -mencionó- Ya es tarde, debo ir al estudio, vamos –tomó tu mano y se retiraron-

Luego de llegar al estudio, opinaste sobre algunas canciones sobre el nuevo álbum de Michael, te encantaron aunque aun no estaban terminadas. Él se encargo de algunos asuntos y al terminar, quedó toda la tarde libre.

Michael: ¿Vamos por un helado? –preguntó-

Tu: ¿Dónde?

Michael: a la playa... Adoro la playa –rió-

Tu: ¡Vamos! –sonreíste-

Michael: espero que no me reconozcan –murmuró-

Tu: en la playa hay mucha gente... Tal vez si usas un sombrero o algo –Michael rió en tono fuerte-

Michael: no... Estoy bien así, les dire a mis guardaespaldas que estén atentos

Camino a la playa no parabas de observarlo... Te sentías afortunada de tenerlo a tu lado y disfrutar de su presencia y de cada uno de sus hermosos gestos...