CAPÍTULO 10

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—Vamos Charlotte despierta— escuche la voz de Olivia.

Con los ojos entrecerrados del sueño me siento y toco mi cabeza — ¿Qué hora es?

—No tan temprano como crees, ya van a ser las 11:00am— Olivia miro la camisa de Jansen que llevo puesta— ¿y qué haces con camisa Charlotte, es de Jansen?

—O dios la camisa, se me había olvidado— dije mirando la camisa y capturando el olor de Jansen – El me la presto, larga historia.

—Chicas tenemos que irnos – interrumpía Fallón

Me levante, me aseé, me vestí con una camisa negra con una manga caída hacia un lado, haciendo que se viera semi larga y el otro lado manga corta, unos collares de cadena y otro con una cruz, unos shorts con estampados blancos que se distinguían y unas sandalias que llegaban hasta 2 dedos más arriba del tobillo cerradas y abiertas debajo de él, mostrando mi pedicura y un poco más de carne, mi cabello suelto y un maquillaje natural. Y recogí todo lo mío en la habitación, bajamos cada quien su maleta y el chofer nos esperaba para irnos. Pero le tenía que devolver la camisa a Jansen en sus manos y despedirme.

—Esperen chicas voy a darle le su camisa a Jansen.

—Se la das cuando lo veamos o la deja hay.

—No, se la tengo que dar en sus manos, ¿y cuando se supone que lo vea?, si quieren se van y yo pido un taxi.

—Bueno, te veo en casa. — se subió a la limosina y cuando arranco ella bajo el vidrio y grito – Pero que te lo page él.

Lo busque por toda su casa, fue difícil porque es muy grande y tengo que admitir que en algunos lugares me perdí, después de buscar adentro de ella salí al patio, a su piscina y a la playa, no estaba, decidí ir a la entrada de su casa, me senté y espere más o menos 30 minutos, debajo de ese sol de verano que había. Me levante y cuando ya pensaba dejar la camisa hay e irme, llego un carro negro último modelo y siguió su camino hasta que se estaciono, yo solo me quede parada viendo el carro. De allí salió Jansen y recogió unas bolsas con refrescos u otras con páspalos, al cerrar el carro y se voltio y me miro y poco sorprendido y después empezó a reírse levemente, caminando con las bolsas hacia mí. ¿Mencione que tenía sus lentes negros puestos?

—Charlotte que haces hay, pensé que te habías ido ya.

—No, te tenía que dar tu camisa en tus manos, toma

El me miro, puso todas sus bolsas en una sola mano y la agarro.

—Gracias por devolverla en mis manos... ¿te quedaste solo para eso?

—Si— sonreí— y ¿qué onda con tantas bolsas de refrescos y páspalos?— dije señalándolas.

Él sonrió – es para la fiesta de cumpleaños de mi sobrina.

—Te la pasas de fiesta en fiesta.

—Créeme esto es solo este fin de semana. Aprovechando que es sábado.

Reí levemente –Bueno me voy a tomar un taxi a casa.

Caminando agarrando mí maleta escucho detrás de mí

— ¿Te gustaría quedarte en la fiesta? es de niños y mi familia terminara temprano.

—No se Jansen esas cosas....

—Vamos, vas a estar conmigo.

—Pero Olivia me espera

—Llámala y dile que te vas a quedar – dijo pidiéndome o mejor dicho, tratándome de convencer.

—Está bien.

—Ven pasa— abrió la puerta – deja que ponga estas bolsas por aquí para ayudarte con la maleta. – Puso las bolsas en la cocina y cargo mi maleta hasta la habitación donde me quedaba, yo lo seguí, cuando llego la puso en el suelo.

Cada rosa tiene sus espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora