CAPÍTULO 1

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En plena mañana, en una habitación oscura, se encuentra Jansen Osward con su novia Amelia Hidalgo durmiendo profundamente después de un día de trabajo duro, especialmente para Jansen, Jefe de la disquera New Records de la cuidad de New York, claro que por ser jefe gana una buena cantidad de dinero. Pero si queremos hablar de otra vida totalmente diferente a la de él, en la misma mañana y en la misma cuidad se encuentra Charlotte Lorenz una chica graduada de la universidad como Arquitecto con notas de honor, pero desafortunadamente trabajando como camarera en un bar por causas de no conseguir trabajo, llegando cansada de su trabajo para descansar...

Narra Jansen

Me despierto gracias al sonido del despertador, me siento cansado y adolorido, tuve una noche de mucho trabajo, recuerdo que tan solo dormí dos hora, me volteo y veo a mi novia Amanda, su hermoso cabello negro estirado por la almohada, su bella cara recostada sobre ella y su sensual cuerpo volteado hacia mi lado todavía durmiendo, siento su respiración tranquila y hermosa, la amo y algún día pienso pedirle matrimonio, le doy un beso en la mejilla y me levanto.

Después de asearme salgo del baño y bajo las escaleras, siento el olor de waffles recién hechos, me encanta ese olor, Voy a la cocina y me encuentro a Amelia, la abrazo por la cintura y mientras le digo los buenos días al oído

-Buenos días mi amor, prepare tu desayuno favorito. - Me responde

-Gracias querida tan hermosa siempre- volteo y veo mi celular y dice " 5 llamadas perdidas de Orlando" y me acuerdo que tengo que ir a una reunión con él y otro grupo más - mi amor me voy al trabajo, ya es casi tarde para la reunión, adiós, te amo- la beso rápido me voy.

-Espera tu desayuno... - Sonó la puerta cerrándose.

Montado en mi carro y en medio camino me acuerdo que no agarre el desayuno que me ha hecho Amelia.

- ¡Que idiota soy!- cuando llego, estaciono mi auto en la disquera, salgo rápido a comprarme un desayuno en una cafetería que queda cerca, al llegar me siento en una mesa y espero al mesonero.

-Le puedo pedir la orden señor- Dijo una mujer parada al lado mí con cabello castaño, usando con un vestido hasta las rodillas amarillo y un delantal rojo desde el pecho hasta un poco más abajo de las caderas.

-Sí, unos waffles y un café

- ¿Algo más?

- No gracias... - dije dándole una sonrisa rápida

Tome mi celular para enviarle un mensaje a Amelia diciendo

"Querida lo siento por dejar el desayuno que me hiciste, no sabes cuánto me arrepiento de no tenerlo aquí y disfrutarlo, ahora comeré en lun cafetería, claro que sus comidas comparadas con las tuya son un asco, bueno nos vemos cuando llegue, adiós Te amo"- enviar

Pasaron minutos cuando llega la mesonera con la comida

-Tome señor

-Gracias- Comí rápido y deje un billete de 20 dólares en la mesa y me fui caminando otra vez a la disquera, en el camino me encuentro una joyería y veo un anillo de diamante.

-Lo comprare para pedirle matrimonio a Amanda- Veo que el precio es de 1.500 dólares, valdrá la pena, empiezo a creer, lo compro y lo pongo en el bolsillo de mi saco negro.

Llego tarde a la reunión

-Buenos días, disculpen la tardanza- entro tomo asiento - Que puntos teníamos que hablar...

-Que vamos a hacer, las ganancias han caído por que ahora todo el mundo prefiere descargar música gratis en internet. - Dijo Orlando

- ¿Y los ITunes no han ayudado?

-Muy poco, aunque todavía estamos bien...

Tras pasar horas termina la reunión, por cierto la cual estuvo aburrida, ya que todo tuvo solución, caminando hacia mi oficina veo a mi secretaria Alexandra

- Buenas tardes señor Jansen

-Buenas tardes Alexandra- Dije dirigiéndole una sonrisa y acercándome a su escritorio - ¿hay algún mensaje para mí?

-Hasta ahora no- bajo la mirada al computador para revisar bien

-Alexandra necesito pedirte un favor... - Alexandra levando la cara para ver la mía

-Dígame señor

-Necesito que llames al restaurante Lanser y reserva una cena para dos personas- Alexandra se sorprendió

-Guau, Lanser, pero ese es el restaurante es el más caro y lujoso de New York

- Lo sé, solo hazlo. Me voy a mi casa, tengo algunas cosas que hacer.

- Bueno señor Jansen, que tenga una buena tarde.

-Igual Alexandra- le respondí dándoles una sonrisa y retirándome

Voy caminando hacia mi carro pensando, hoy en el restaurante le pediré matrimonio a Amanda, que raro que no me respondió el mensaje que le envié. Subo a mi carro y me voy.

Llego a mi casa y abro la puerta y lo primero que consigo es a un tipo que caminaba hacia la cocina con una toalla blanda rodeada tapándolo.

- ¡Quien carajo eres y que haces aquí!

-Soy...

- ¡Donde esta Amanda! -- volteo y veo a Amanda bajando las escaleras también con una toalla blanca tapándose. Al verla así entiendo todo.

-No... No es lo... lo que... tú crees Jansen. -Dije con una mano agarrándose la toalla y la otra estirada negando con los dedos abiertos.

- ¡Entonces qué diablos es! - Digo con un tono furioso, siento como mi sangre se calienta de la rabia -No me digas que te acostaste con este hijo de puta.

-Señor no creo que deba llamarme así...

- ¡Cállate! - le grite, aprieto el puño, no sabes cuánto tengo ganar de golpear a ese maldito.

Tomo un respiro y abro mi puño -Amelia sigues siendo la misma zorra de antes, quiero que te cambies y salgas de mi casa ya. -Dije mientras señalaba la puerta- y que este pendejo también se valla contigo.

-Pero Jasen...

-Solo vete ya, sabes que... no te cambies solo agarra tu ropa y vete.

-Está bien. - Sin discutir Amelia, agarro sus cosas y se fue.

Al ella cerrar la puerta me senté en el sofá mirando al vacío, me quite la corbata y me desabroche los primeros 2 botones de mi camisa blanca. Siento un dolor, la persona que tanto amaba me ha acabado de traicionar con ese tipo, a lo mejor no es la primera vez y ha esta con él a mis espaldas, me quito el saco y cae el anillo al piso, al verlo me enfurezco, gaste mi dinero en ese puñetero anillo para pedirle matrimonio a esa traidora.

Salgo de casa me meto en mi carro y condujo al primer bar que veo, entro a él, ignoro a todas esas chicas tratándome de coquetear, y me siento en la barra.

- Un wisky por favor....

Cada rosa tiene sus espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora