-Hola bienvenida soy Zayn y tú ¿Cómo te llamas? –pregunto un tanto interesado.
-Oh si lo siento soy Rosie -dije mirándolo.La chica llego sirviendo grandes raciones de comida en nuestros platos, y al terminar de comer me fui a revisar profundamente el resto de la casa había muchos lugares aun que no miraba así que fui primero al zotano y encontré mucha ropa, nueva, aun.
Y sonreí para mi cuando mire una foto vieja donde estábamos mi madre, yo a mis 4 o 3 años y mi padre parecíamos tan felices que me pregunte ¿Cómo termino así? Ahora somos, nada.
¡Las 12:40! Demonios me tenia que arreglar para la reunión que tendría mi padre, y en lo que hacia mi cabello y me maquillaba apropiadamente para la ocasión tardaría un poco así que subí corriendo las escaleras hasta la rosada habitación.
Sonreí a ver el vestido negro frente a mis ojos, fui al baño y solté mi cabello mirándome frustrada frente al espejo y buscar la manera de peinar mi rebelde cabello.
Al final decidí hacer unas onda que parecieran naturales en el y me mire satisfecha al ver el resultado, mi maquillaje no fue para nada exagerado solo una sombra apenas visible, rímel, delineador, rubor, y lápiz labial y lista. Fui hasta pararme frente a la cama y ponerme el vestido me mire al espejo de cuerpo completo y la verdad es que no me miraba nada mal, me puse las zapatillas y me alegre al sentirme tan hermosa.Antes de salir del cuarto mire a ambos lados y me asegure de que no hubiera nadie, 1:58 pm así que baje lentamente las escaleras tomándome el tiempo necesario hasta llegar al ultimo y ver parado frente al espejo de la entrada a Zayn al escuchar mi tacón estrellarse con el suelo firma este volteo inmediatamente quedándose boquiabierto.
-Te ves muy linda –dijo mirándome de pies a cabeza.
-Gracias –mencione algo sonrojada.
-Después de ti la reunión es en el patio trasero –dijo caballeroso.
Cuando llegue a la parte de atrás, una chica que no conocía se me quedo mirando con mucho detalle cuando de repente sentí el tacto de Zayn rosar con mi cintura lo seguí con la mirada el llego hasta aquella chica y la beso sobre los labios, abrí los ojos lo mas que pude sorprendida pues eso significaba que es su novia.
-Te ves muy bien hija –escuche la roca voz de mi padre.
-Gracias, dijiste algo decente espero que esto sea decente para ti –dije mirando mi vestido.
-A eso me refería –dijo por ultimo y se fue a saludar a unos señores de traje que acababan de llegar.
Después de un rato mucha gente llego, muchas personas muy finas y elegantes. Mi padre me tomo de la mano y me puso en medio captando la atención de todos 'Quiero darle la bienvenida a mi hermosa hija' dijo el, sonreí forzosamente y me zafe lo mas rápido posible de ahí escabulléndome entre la gente hasta adentrarme en la casa, camine hasta la sala y me encontré a la novia de Zayn que estaba con una chica mas muy lindas las dos.
-Así que tu eres la hija de John –dijo la novia de Zayn caminando alrededor de mi.
-Si ¿Por qué?
-No por nada, solo que pareces mas una chica de campo, Dios mira ese cabello ¿Qué no te lo cuidas linda? Y mira esos zapatos –dijo burlona mirándome de arriba abajo.
-¿Tienes algún problema conmigo? –cuestione algo molesta.
-Si ya vi la manera en que miras a Zayn, el es mío no te metas con el –me advirtió incrédula.
-Sera la manera en la que el me mira a mi –dije retadora, se quedo sin decir nada y busque la salida de la casa y salí de ahí casi corriendo, sentí que respire desde que salí de ahí así que comencé a caminar igual que la ultima vez, sin rumbo alguno.
Me quite los tacones pues no podía mas con aquellas altas zapatillas, mi pies sentían el cálido suelo y mire la playa y se dibujo una sonrisa en mi rostro así que sentí la cálida arena meterse por entre mis dedos, y luego ¡Bum! Al suelo.
Abrí mis ojos y nuevamente ahí estaban esos hermosos ojos azules penetrados en los míos, reí al recordar que así nos habíamos conocido.
-Espero que no se haga costumbre esto de estar en el suelo no me gusta mucho –dije riendo.
-Lo siento, de nuevo –rio.
-Bueno al menos eres amable –dije tomando su mano para levantarme.
-Te ves hermosa –observo mi vestido.
-Gracias, lo he escuchado gran parte del día –baje mi cabeza- . Supongo me veo bien.
-Luces muy bien –dijo Harold.
Escapamos de la playa y caminamos por el hermoso bulevar a la luz del sonriente atardecer, la luz de la noche nos baño y caminamos hasta la Mansion Morrison.
-Ya se donde vives, tal vez pueda visitarte mañana –comento rascando su nuca.
-¡Claro! Me encantaría quiero decir no tengo algún otro amigo aquí –dije golpeando su pecho con debilidad.
-Entonces mañana nos vemos linda –menciono esbozando su usual y hermosa sonrisa.
-Hasta mañana Harold.
-Harry –dijo dejando escapar una risita.
Al entrar a casa no había señal de vida alguna así que fui directo a mi cuarto, segundos después de haber cerrando la puerta mi padre entro a este.
-No te puedes desaparecer así como así siempre –dijo este un tanto molesto.
-No me sentía cómoda aquí.
-Ese no es pretexto –dijo con voz alta.
-De acuerdo lo siento – me disculpe.
-Mañana salgo de viaje así que te quedaras con Zayn –dijo.
-¿Solos? –cuestione.
-Si Mo, solo vendrá si lo necesitan y María les vendrá a hacer comida y a limpiar por el día –dijo mi padre casi saliendo de la habitación.
-Genial, buenas noches –dije sarcástica cuando el ya se había marchado.
Los mismos rayos de sol me despertaron, y luego de cepillar mis dientes baje hasta la cocina y me encontré con Zayn comiendo un cereal y con una nota en la mano, al terminarla de leer me la dio, era de mi padre.
Zayn y Rosie, los vimos muy cómodos durmiendo
Es por eso que no los despertamos, regresamos en mas tardar 3 días
Diviértanse juntos, y conózcanse.
John y Trisha.
¡Si! Me gustaba la parte de que regresaran en tres días, mas no tanto la parte de quedarme con Zayn a decir verdad me avergonzaba un poco quedarme con el.
-Hare una fiesta hoy por la noche, si es que conoces a alguien puedes invitarlo –dijo este levantándose de la silla.
-Cla.. claro –dije mirando como pasaba tras de mi.
-Ponte algo lindo –dijo a mi oído, me derretí al escuchar su voz tan cerca y luego lo mire.
-Seguro, supongo.
-No me hables tan de cerca linda, que provocas en mí unas ganas de besarte –dijo el coqueto.
No dije nada y solo me quede mirándolo me cerro un ojo antes de irse y me quede pensando en lo que había dicho toda la mañana.
¿Qué es lo que pasaba con este chico? ¿Lo habrá dicho en serio o solo juega conmigo? El timbre sonó por toda la casa y fui corriendo a abrir la pesada puerta de madera.
-¡Harold! –me abalancé a el dándole un cálido abrazo.
-Hola Rosie ¿Cómo estas? –cuestiono tiernamente.
-Bien gracias ¿Qué hay de ti? –abrí la puerta para que pudiese pasar y encaminarnos hasta mi recamara...