~Coincidencias y sospechas~
-¿Lista señorita?- la enfermera me entrego mi ropa.
- Por supuesto - Sonreí
-Y... ¿A donde irá? Claro si se puede saber- pregunto alzando una ceja.
-A donde yo quiera- reí - La verdad a un no tengo un lugar a donde ir, pero gracias a esto -saque el diario de una mochila que me había regalado mi doctora- me reencontrare con una persona- Sonreí y volví a guardar el diario.
-Que bien - hizo una mueca no confiando en mi diario y yo solo reí.
-Bien, es hora- ella asintió y yo salí de el que había sido muy cuarto por tanto tiempo.
-okey... Allá voy- salí del hospital....
-¿No haz pensado en tener otro trabajo a demás de la radio? -dijo Hyuk sentado en el comedor de mi cocina.
-NO, gracias- sobe mi cabeza por la resaca mientras me recargaba en la mesa.
-Admitelo no podrás pagar la renta con solo el salario de la radio- rió mientras se peinaba su cabello café oscuro.
-Callate- le a vente un trapo a la cara.
Después de eso hubo silencio y miradas incomodas, sabia lo que quería saber.
-uhm...- trató de hablar.
-No se lo que paso anoche, estaba muy borracho ni si quiera yo se que pasó - puse los ojos en blanco para que la mentira se viera más creíble.
-pero... Ella... Uhmm... ¿Ella si era Danbi no es así?- yo negué -como dije los dos estábamos muy borrachos, imaginamos cosas- sacudi mi mano derecha tratando de no darle importancia al tema
-oh-
-Es hora de que te vallas- ordene
-¿Que? Pensé que me darías de almorzar por acompañarte a beber- reclamo fingiendo estar sentido.
-pensaste mal- reí -vamos largo- los dos reíamos mientras lo sacaba a empujones....
-"cerezo rojo"-susurre mientras leía el nombre de las calles. Comencé a ver al rededor había un parque enorme lleno de flores un pequeño gimnasio al aire libre, un área de juegos y muy al fondo solo había arboles y flores.
-aquí es- dije contenta
-Danbi-
-señor...-abrí el diario en busca de un nombre- ¿Hyun ki?- pregunte leyendo el diario y el asintió
-tanto tiempo-
Era un señor de la tercera edad como de unos 60 o 70 años de edad, tenia ojos café, su cabello era mayormente blanco gracias a las canas, algunas arrugas cerca de los ojos y por sus labios.
tenia puesto unos pantalones café y una chamarra negra a causa del frío.
-tres años- le Sonreí y el negó.
-a lo mucho un mes- alzó una ceja -y sabes a lo que me refiero Mi Hi -
Agache la cabeza y nos quedamos en silencio.
-ven conmigo - tomo mi mochila y comenzó a caminar a lo mas profundo del parque.
-¿usted la conoció?... Ya sabe a la pelirroja- camine junto a el.
-oh... Por supuesto, tu seguías viniendo aquí como cuando eras pequeña y me lo contaste- me apuntó- y no es "la pelirroja" eres tu, todos los días venias con el-
-¿con el joven Cho?- pregunté
-si, ustedes dos estaban muy enamorados- sonrió
-¿Como es el?- pregunté dudosa
-No sabría describirtelo- rasco su cabellera blanca.-El... el sigue viniendo aquí esperándote-suspiro- las cosas no salieron como lo habíamos planeado -
-El entonces a un viene- susurré
-el diariamente te busca sin saber que ya te encontró - rió.
-¿ya nos hemos visto?- abrí los ojos sorprendida y el asintió.
-te e conseguido un trabajo en la cafetería de mi esposa- dijo de pronto.
Llegamos a lo mas profundo del parque donde se encontraban solo dos bancas blancas y nos sentamos en una.
-¿por que hace todo esto?-
-¿por que no?- volvió a sonreír.
-digo...uhm yo me refiero a...¿por que me ayuda?- movía mis manos nerviosa pero el solamente se echó una carcajada y dio unas palmaditas en mi cabeza
-¿Por que no abría de ayudarte?- se levantó y señalo asía una tienda a lo lejos.
-Ahí trabajaras a partir de hoy- vio su reloj -en una hora empiezas-
-¿que? Pero necesito bañarme, cambiarme y peinarme- dije alterada
-Mi esposa tiene toda tu ropa, tal vez te quede algo grande que que anterior mente eras mas alta- puso una mano en cima de mi cabeza como midiendo me.
-Es mejor que vallas con ella a estado muy peocupada por que no habías venido desde que despertaste-
-¿ella... sabe?-
-Claro, nosotros dos somos los únicos que sabemos-
-oh... Okey de inmediato ire- me levante de la banca y me despedí del señor Ki.
-suerte- alzo sus dos pulgares
-gracias- lo abrace y comencé a caminar asía la cafetería
Mi cabeza se llenaba de preguntas conforme iba caminando ¿por que ellos lo saben? ¿quien es joven Cho? Todas esas eran preguntas que el diario no explicaba, lo único que asía era darme indicaciones de que hacer, después de explicar el accidente no a explicado nada más y me a llenado minuto a minuto de cientos de dudas.
-¡Danbi!- la voz de una mujer me saco de mi trance y me di cuenta que ya estaba en la cafetería, seguido de eso me encontraba en los brazos de una señora de cabello rubio como de unos 60 años, ojos azules y varias arrugas en los ojos.Varias horas después de leer y re leer el menú y la preparación de cada una me encontraba sentada en una caja comiendo una dona y un chocolate caliente. La cafetería estaba llena de clientes ya que afuera estábamos como a 5 grados pero a un así la señora Haneul esposa del señor Ki no me había dejado atender a ninguna personas par que pudiera aprender muy bien cada una de las preparaciones del café o de las decoraciones de los pastelillos, las personas que trabajaban ahí eran muy buenas y me ayudaban en lo que podían.
De pronto la señora Haneul entro sonriente.
-a llegado tu primer cliente-
Me levante en un instante, sacudi mi uniforme que estaba lleno de migajas de pan y comencé a caminar asía la caja registradora con los nervios dominando cada parte de mi cuerpo.
-Bienvenido a "Dulce lluvia" ¿en que le puedo servir?- dije tratando de que mi voz no sonara quebrada por los nervios.
-¿Mi Hi?- y eso fue la gota que derramo el vaso.
Voltee al frente para ver a quien seria la causa de la perdida de mis cinco sentidos, todo el calor de mi cuerpo subió hasta mis mejillas inundandolas de un color rojo, mi estomago parecía tener un gran festival por dentro que me daba ganas de ir corriendo al baño, mi corazón dejo su ritmo normal para comenzar a latir de una manera muy acelerada sintiendo que se saldría de mi pecho.
-Kyu- fue lo único que podía decir. Me daba tanta vergüenza tener que verlo en este estado y mas vergüenza darme cuenta de la mancha que se posaba en mi blusa blanca gracias al chocolate que había estado tomando momentos atrás.
-¿Que haces aquí?- su rostro igual mostraba sorpresa y de pronto una gran sonrisa se poso en sus labios.
-yo también me alegro de verte- conteste ya mas calmada y perdiendo la vergüenza al igual que los nervios.
-oh...m..- veía para todos lados-me.. Me das...¡un americano helado!- dijo algo sobresaltado.
-Frio para el frío, claro- Sonreí-americano helado- susurré tratando de recordar la preparación....
-Deberías ir por un café para este frío ¿no crees?-
-¿Si voy me dirá quien es usted y quien es Mi Hi? - pregunte al mismo señor que me había entregado el diario, el mismo que me había ido a visitar al hospital para decirme que debía leerlo, el mismo hombre misterioso que parecía saber todas las respuestas a mis preguntas.
-tal vez-
-Mi Hi es ella ¿verdad? Mi cabeza tal vez me engañe y me haga pensar cosas imposibles pero todo encaja muy bien, el coma, el diario, el nombre - revolví mi cabello desesperado
-se me antoja un café muy caliente- tosió
-¡Esta bien! Iré por el café - comencé a dar pasos fuertes y rápidos.
Entre a la cafetería y el calor de la calefacción choco contra mi rostro.
-Disculpe...-hable a la dueña y ella sonrió
-Espera- dicho esto entro a la cocina.
Conocía muy bien el lugar ya que ahí había trabajado Danbi durante dos años...
-Bienvenido a Dulce lluvia ¿en que le puedo servir?- aquella voz, equellos labios, aquella melena sin duda alguna era ella.
-Mi Hi- sentía mi cabeza explotar "pum" mi mente acaba de estallar en mil pedazos. "maldito viejo" pensé ¿esa es su manera de responder mis preguntas? Lo único que hace es llenarme de mas dudas pero... Y si esa es su forma de aclararme la verdad... De que mis sospechas son ciertas que Bi-ina y Mi Hi son la misma persona.
-Kyu- dijo marcando sus hoyuelos y de pronto mi corazón comenzó a latir mas rápido de lo normal, mi mente se quedo en blanco, mis manos comenzaron a temblar mis nervios se hicieron presentes. ¿no fue Bi-ina la única que logro ponerte nervioso? Una felicidad inmensa me invadió "la e encontrado" pensé.Hola! Lamento haber tardado tanto en actualizar pero es que no se me había ocurrido nada y bueno ahora ya tengo escrito mucho para estos días.
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