Complicated [Carl Grimes]©

Capítulo 8

Capítulo 8: "Bob y Beth"
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Maratón 3/3

Miré detenidamente aquellas rajaduras en la pared blanca y sucia a la vez. Las había encontrado luego de haber dejado mi orgullo en donde Carl estaba. Toqué con mi dedo índice aquellas rajaduras y tuve un presentimiento que no son viejas, sino, de hace algunos meses... Es que parecían de tan buen estado, quiero decir, que no estaban demasiado sucias como para ser de hace años.

—¡Rick! —chillé sin despegar la vista de esta, hasta ver la silueta del Sheriff correr hasta mí— Mira, parecen de hace meses —ahora lo miré directamente a los ojos, iguales a los de Carl.

Carl...... Pendejo hijo de su fruta.

—Tienes razón —frunció el ceño y me dedicó una mirada seria—. Tendremos precaución de Gabriel.

Levanté una ceja e hice una mueca extraña. ¿Gabriel? ¿Por qué él? ¿Quién dijo que no podía ser otro?

—¿Gabriel? —pregunté estupefacta— ¿Qué es lo que tienen contra él? Es tan solo un pobre cura al que casi muerden. ¿Por qué se te pasa por la cabeza que podría haber sido él? —dije algo enfurecida.

—Mira, Madd —dijo—, no podemos confiar en nadie ahora mismo. Supongo que alguna vez te lo habrán dicho pero las apariencias engañan.

—¡¿Qué apariencias?! —discutí levantando un poco la voz— Es solo un hombre...

Rick rodó los ojos y Carol se acercó hacia nosotros. 

—¿Todo bien por aquí? —nos miró a ambos esperando una respuesta, cosa que yo no le daría. No entendía porqué de mi mal humor, pero tan solo lo tengo. Tal vez me esté por bajar, quien sabe. Rick le explicó todo lo que acababa de pasar y lo que había encontrado— Cariño, Rick tiene razón. Esos rasguños o lo que sean son de la iglesia, Gabriel es el dueño y no creo que haya sido otra cosa. ¿No crees?

Fruncí más mi ceño— Estoy segura que Daryl no piensa igual que tú, Carol —quizás que con metiendo a mi padre en el medio ella se pondría de mi lado. Pero fue en vano.

—Veremos —dijo Carol, mientras los dos adultos se iban de mi lado hasta acercarse a mi padre, el cual se encontraba hablando normalmente con Abraham. 

Este al notar a Rick y a Carol detrás suyo se dispuso a escucharlos, mientras me echaba una mirada a mí. Él se acercó a mi lado rascando su barbilla mientras su cabello castaño caía en mechones sobre sus ojos. Al estar enfrente mío, me miró y se cruzó de brazos.

—Tú piensas lo mismo que yo, ¿cierto? —pregunté colocándome del mismo modo que él.

—No —respondió—. Ellos tienen razón, Madeline. Deberías hacerles caso.

¿Qué? ¿Por qué todos hoy estaban en mi contra? Carl, Rick, Carol y ahora mi padre. Que se los follen a todos. Me corrí de su lado enojada y me acerqué a Gabriel, recibiendo muchas miradas en mí, especialmente del cabello sedoso. Carl estaba apoyado en un árbol, su pie derecho estaba flexionado sobre el tronco y el otro directamente estirado, mientras sus brazos estaban cruzados. Su mirada era directa a la mía, sus mechones hacían perder un poco el contacto con sus marinos ojos. Desvié la mirada y me enfoqué en mi asunto.