— ¿Te gustó? — preguntó. Después de violarla, volvió ha hacerlo una y otra vez hasta el anochecer. Sólo hizo pausas para alimentarse, más dejó a Carly soportando el hambre.
— Tengo miedo de responder...
— ¿Por qué? Si yo te amo; sólo quiero lo mejor para ti, no hay razón para que tengas miedo, ya que no te haré nada malo.
— Tengo miedo de que no te guste mi respuesta...
— ¿Por qué? ¿Cuál es tu respuesta?
— No... no me gustó...
— ¿Por qué? — comenzó a tocarla — ¿soy muy rápido y quieres que dure más? ¿o acaso soy malo?
— No es nada de eso... ¿y podrías dejar de tocarme? me duele mucho...
— Lo siento — comenzó a acariciar su cabello — pero es que haces que me vuelva loco. ¿Qué es lo que no te gusta?
— Hiciste que se cumpliera mi peor pesadilla de nuevo...
— ¿De qué hablas?
— Cuando era niña... mi tío abusó de mí...
— ¿En serio? Me siento un patán ahora mismo...
— ¿En serio?
— Sí, lo siento mucho, de verdad no lo sabía...
— No te preocupes... — una pequeña lágrima se le escapó — no lo sabías y ya... nisiquiera William; por eso le dije que quería esperar al matrimonio.
— Pues, te prometo algo.
— ¿Qué?
— A partir de ahora — le secó la lágrima — seré más suave contigo.
Carly no sabía si eso era bueno o malo, no sabía si eso sería más doloroso o no. Sólo esperaba que fuera verdad.
— Tengo hambre... — susurró.
— ¿Qué quieres comer? — preguntó — tengo un poco de comida china congelada, ¿la quieres?
— Sí...
— Ya vuelvo — se levantó y le besó la frente — espérame aquí princesa.
Carly comenzó a ver un lado humano en Jay cuando mostró compasión por lo que ella había vivido en su infancia. Pensó que ya faltaba poco para liberarla. Y volvió a soñar con volver con William.
— Aquí está — pasado un tiempo, volvió — es hora de que la princesa coma.
Carly intentó sentarse por sí sola, más no pudo y Jay la ayudó.
Sentándose a su lado, tomó los palillos y comenzó a alimentarla.
— ¿Sabes algo? — preguntó.
— ¿Qué?
— Esto me recuerda a mi niñez — sonrió — ¿Quieres saber?
— Claro — aunque no quería saber, recordó lo que pasó en el baño; y no quería saber que pasaría con los palillos.
— Cuando tenía 10 años más o menos, me tocó cuidar a mi primo recién nacido durante todo un día, ya que mis tíos se habían ido de luna de miel, y mis papás trabajaban, y creo que mi abuela estaba ocupada. Tuve que cambiarle el pañal, alimentarlo, bañarlo, vestirlo; así como hago contigo ahora: te ayudo a ir al baño, te alimento, te baño, te visto. Sólo que hay una diferencia. ¿Sabes cuál es?
— ¿Cuál es?
— Que yo no sabía que ese bebé daría a parar en el orfanato días después.
Carly se quedó callada por el asombro.
— No es cierto — se rió — quería ver tu expresión al decirte eso.— Está bien...
— Aunque no lo volví a ver con mis tíos nunca más, así que supongo que ellos lo dieron en adopción o algo así.
— Pudieron haberlo dejado con alguien para que los cuidara cada vez que lo visitaban a ustedes.
— Cierto, pero sería raro ya que aún cuando pasaron años, es para que aunque sea mis padres lo hayan visto, porque nisiquiera ellos lo vieron.
— Bueno pues, entonces es posible.
— Lo sé, pero sólo es una especulación un poco precipitada.
— Está bien.
Jay se levantó al darse cuenta que ya era de noche, soltó las ataduras de Carly, la limpió y después de vestirla, la llevó a su casa, a buscar la ropa de Carly y su celular.
Mientras Carly guardaba su ropa, Jay tomó su ropa interior y comenzó a olerla frente a ella. La guardó en su bolsillo.
— ¿Por qué la guardaste...? — preguntó Carly.
— Además de la copa, al ganador le dan una medalla. Ya tengo el trofeo, sólo necesitaba la medalla.
— Enfermo... — susurró.
Jay la escuchó decir algo, más no estaba seguro de lo que había escuchado.
— ¿Qué dijiste? — preguntó.
— Nada...
Jay la sujetó por sus mejillas, y la golpeó contra la pared.
— ¿Qué habías dicho? — volvió a preguntar.
— Nada...
— Está bien. No digas nada.
Jay sacó la ropa interior de Carly que tenía en su bolsillo, y se la puso en la boca para enmudecerla.
— Pero espero que ni te atrevas a gemir.
El lado humano que Carly había visto en Jay, se fue.
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Camino hacia el secuestro
Mystery / ThrillerLa obsesión de apoderó de él, a tal punto que ya no puedo controlarse. Ella era hermosa en todos los sentidos, tanto por fuera como por dentro, lo cual no ayudó a calmarlo. Sumado a eso, las experiencias pasadas de su vida, en las que él siempre h...