Capítulo 1: ¡Nuestro primer día!
– ¡Mamá…Papá! – Corre por los pasillos una pequeña niña ya lista para ir a la escuela.
– ¿Ya estás lista, mi pequeña Tenten?– Preguntaba una voz femenina.
– ¡Si mamá panda! – respondió la pequeña con alegría. La madre y su pequeña desayunan mientras conversaban. En ese momento llegó otra persona.
– ¿Cómo amanecieron mis dos hermosas? ¿Ha…?– No llegó a terminar su oración cuando la pequeña salto en los brazos de su padre.
– ¡Papá! – dice Tenten con alegría. Ambos padres rieron y se abrazaron junto a la pequeña.
– ¡Vámonos, Tenten! – sonríe dulcemente mientras se pone un sencillo abrigo para cubrirse del frio de otoño.
– ¡Si mamá! –le dedica un dulce beso a su padre en la mejilla. – Te quiero... ¡Papá panda! –.
–Y yo te amo hija…nunca lo olvides – la abraza.
– ¡Vamos mis ositos! Se hará tarde para ir a trabajar y llevarte a la escuela. – decía la madre.
**15 minutos después**
Al llegar a su destino Tenten se desmonta del carro de sus padres y corre emocionada a la escuela.
– ¡TENTEN! –su madre grita.
– ¿Si mamá panda? – mirando los dulces ojos café de su madre.
– Se te olvida tu comida –dice la madre de Tenten con una sonrisa.
–Hija el desayuno es la comida más importante del día – decía el padre.
Tenten sonríe y se disculpa. Su madre se sale del carro y besa a la pequeña en la mejilla.
–Te amamos hija nunca olvides que te amamos… Y se fuerte siempre…se fuerte – aprieto un poco la almohada y me decía a mi misma "Mamá… ¡si seré fuerte!".
–Si, mamá – decía en voz baja.
–Vámonos o llegaremos tarde – decía Azula Ten al padre. Le da su abrazo de despedida y los dos se marchan,
–Mamá… no te vallas…–moviéndome bruscamente y muerdo la almohada.
–Ah…Mamá me diste el desayuno equivocado…. – decía mientras se daba la vuelta pero no pudo terminar su oración por que para su sorpresa... EL CARRO EXPLOTA.
La pequeña corre hacia el lugar del accidente mientras más personas llegaban y se amontonaban en el lugar del accidente. Ella corre…y corre…y mientras más corre, más lejos están.
–¡Mamá! ¡Papá!... no me abandonen, no me dejen…–decía la pequeña panda mientras corría.
Cada vez había más fuego y mas personas…Y yo… Intentando llegar…Cuando de repente…DESPIERTO.
–¡No me dejen! – Desperté gritando –Los extraño - en voz baja dije. Las lágrimas corrían de mis ojos sin poder ser evitadas. Al darme cuenta de que estaba soñando… No sabia si estar feliz de que fuera una pesadilla y desperté, o estar feliz por que pude pasar una falsa pero feliz mañana con mis padres.
Me termine de levantar de mi cama y fui directo al baño. Necesitaba refrescarme y pensar en otras cosas. Me desvestí y me metí en la ducha, eso me relaja mucho...Y así pienso con tranquilidad. Limpiando mis lágrimas pensaba en lo mucho que he crecido desde aquel día, cuando yo solo tenía 8... Y ahora tengo que tengo 18 años ya empezare la universidad. Trabajo desde que tengo memoria manteniéndome y cocinando para mi desde mi corta edad, sonrió al recordar, pero…
