Y así....el tiburón se enamoró del pececito. Jimin y ___(1° Temporada)

Capítulo 20

Lo he visto. Y es lo más doloroso que me ha pasado nunca. Ahora, hubiera preferido no verlo. Su imagen me aturde. Mi padre. Tenía cables conectados a su cuerpo, un tubo en su boca, no termino de entender que es lo que ha pasado. Pero me asusta. Derrame cerebral. Eso es lo que han determinado los médicos que tiene. Tengo que buscar toda la información posible sobre eso. Pero sé que, con solo escucharlo, me hace temblar.
No nos merecemos esto.
No paro de preguntarme porque. Y no quiero sonar repetitiva, pero me parece tan... injusto. ¿Qué he hecho? ¿Qué ha hecho mi familia?. Hay veces que las desgracias vienen cuando menos lo esperas. Piensas que nunca te pasarían a ti. Lo ves tan lejano. Pero las cosas malas es tan cerca. Al asecho, tu no te enteras hasta que te golpea en la cara y te derrumba.
Fue una mujer que atropello a mi padre. No fue a apropósito, sino, hace mucho me le hubiera tirado encima, pero mi madre me explico como pasaron las cosas. Ellos iban discutiendo, por todo lo que esta pasando, descargando su rabia contra el otro. Y entonces mi padre en un intento de alejarse de ella y no verla más cruzo la calle sin fijarse que estaba en rojo. Mientras mi madre me lo relataba con las lagrimas en los ojos, yo rompí en llanto.
La chica que lo atropello ha estado pendiente, e incluso ha roto en un llanto al enterarse que mi padre entro en coma. Es muy joven y parecía en verdad arrepentida, se ha ofrecido a ayudarnos en lo que hiciese falta, pero yo la he rechazado con un rotundo no. Porque, aunque parezca buena persona, no quiero nada de ella. Mucho menos su lastima.
Me persigno al salir de la capilla junto a mi madre, nos hemos pasado más de una hora rezando, una cosa que no había hecho desde que tenía trece años, después de la comunión, pero me he sentido bien.
Hemos hablado con una familia que ha pasado por algo similar a nosotros, nos han dicho que han rezado, que han tenido fe, nos contaron su experiencia, antes sé que esas charlas me hubieran aburrido, pero me he dado cuenta que era porque no los entendía, porque no me sentía cerca de ellos. Hasta que le pasa a mi familia. Ahora me parece casi fascinante, me motiva saber que ellos ahora es tan bien, que se recuperan. Y pienso que si esas personas pueden, mi padre también. Tiene que hacerlo.
Han pasado varios días, las chicas, en especial Lorena, han estado muy pendientes de mi, me llama cada día y me pregunta por mi padre, incluso ha venido a casa con la intención de ayudarme a limpiar un poco y ha preparar comida para mi madre, que prácticamente no sale del hospital más que para ducharse, en realidad, Lorena lo esta haciendo casi todo, no parece molestarme, creo que no hay mejor amiga que ella. Incluso por momentos me hace reír.

-¿Cómo va todo por el insti?- le pregunto mientras saco el pollo del horno

-Bien, aunque te extraño, las clases son más pesadas sin ti- dice haciendo un puchero, yo le sonrío enternecida

-Creo que mañana iré, tengo toda la semana sin ir. Como quiera, en el hospital tampoco hago mucho- digo encogiéndome de hombros con tristeza- mi madre me llamara si pasa algo

-Me parece bien, tienes que despejarte un poco. Y ya sabes, aquí estoy yo para lo que sea ¿vale?- dice abrazándome

-Lo se- digo y al segundo se me corta la voz, pero contengo las lagrimas

-Las chicas se alegraran mucho de verte- dice sonriendo- y Jimin también- me dice de forma pícara después de unos segundos de silencio

-¿Jimin? - le pregunto confusa

-Si. Nos ha preguntado por ti, aunque a saber si va mañana, esta semana solo ha venido un vez- dice encogiéndose de hombros

-Creo que tiene problemas, sabes que te dije que cuando me lo encontré en el hospital, estaba vendado y mencionaron a la policía.

-Cierto, ese chico es muy misterioso- dice pensativa- nunca cuenta nada, casi no se junta con gente del instituto pero bien que a la salida esta rodeado por un montón de tíos con la misma pinta de malotes que él- dice riendo

-Bueno, la verdad ahora mismo no es que me importe mucho lo referente a él. Ni a nadie- digo encogiéndome de hombros

-Tiene que ser muy fuerte por lo que estas pasando. No sabes cuanto lo siento

-Si- digo apartando una lagrima rápidamente- sé que todo esto pasara y él se recuperará.

-Yo también lo espero- dice y coge su bolso- tengo que irme, es tarde. Ya sabes, cualquiera cosa me llamas.

-Ok. Cuídate.- le digo mientras la acompaño a la puerta- nos vemos mañana

-Esta bien, te espero eh- me dice y guiña un ojo antes de irse

Mañana será otro día.