Capítulo VI: La Unidad

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-Despierta.

Walter abre los ojos y ve a la directora mirándole.

-Hoy conocerás a tus rescatadores. Ellos son Buscadores, tal vez con ellos hables.

Acto seguido, entra el muchacho de ojos amarillos y le levanta de la cama.

Le saca de la habitación a rastras. Walter está adormecido. No debe de haber dormido mucho. El adolescente le conduce por unos pasillos idénticos y llegan a una sala pixelizada.

Tanto las paredes como el suelo están formadas por píxeles de gran tamaño de color azul. En este tipo de salas las paredes pueden cambiar y se pueden crear todo tipo de criaturas hechas de píxeles, ideales para entrenar o intimidar. En el centro de la habitación está la chica asiática. Lleva el pelo liso suelto y se pueden apreciar mejor las puntas azules.

Sentada en una silla de píxeles está la chica rubia que iba inconsciente el el trell a su lado.

-No vamos a andarnos con rodeos. No tenemos tiempo para perder contigo. Nos han dicho que sólo hablarás con nosotros y por eso estamos aquí. Yo soy Kaede y él es Owen.

-¿Y ella?

-Se llama Abby. No le prestes atención. Te haremos unas preguntas y tú responderás con la verdad. Si mientes, lo sabremos, así que ni lo intentes. ¿Eres un Buscador?

-Que no sé qué es un Buscador.

Kaede le dirige una mirada a Owen, quien asiente.

-P-pero entonces ¿qué haces aquí?

-Vosotros me sacasteis del trell en el que iba. ¿Lo recuerdas?

-Se suponía que los que iban allí eran Buscadores.-dice Kaede, que ya se está empezando a poner nerviosa.

-Pues no lo somos, así que podéis dejarnos a mí y a Abby libres.-después de decir esto Walter, Kaede y Owen se dirigen una mirada de complicidad.

-Ella sí es una Buscadora. Solo quedamos cinco y pensábamos que tú eras el último.

-¿Y por qué me querían los del Gobierno?

-Tal vez pensaban igual que nosotros. Puedes volver a casa. Eso sí, no cuentes nada de esto.-dice Owen, y hay compasión en su mirada.

-No. Esto hay que decírselo a la directora. Ella decidirá si se queda o se va.

En ese momento, Abby, que apenas se había movido en todo el tiempo, suelta un gemido.

-Cometéis un error. Él es el Guia. Nos ayudará en nuestra misión.

-No le hagas caso. Está conmocionada y solo dice estupideces.-tras decir esto, Kaede agarra a Walter del brazo y lo saca de la sala-¿Sabes volver solo a tu cuarto?

Walter asiente. Tiene una vaga idea, pero no piensa irse ahora que la conversación se ha puesto interesante. Eso que ha dicho Abby no son solo palabras sin sentido. Si así fuera, Kaede no le habría sacado de la sala a toda prisa. Pega el oído a la puerta para intentar escuchar la conversación.

-... decir por ahí eso del guía y la misión. Es una mentira. El Gobierno solo nos quiere por nuestras habilidades.-dice Kaede.

-¿Y aquí no?

-Aquí nos entrenan para luchar contra el Gobierno y ayudarnos a sobrevivir.

-Eso no les sirvió de mucho a los siete que se unieron.

-¡La agencia todavía no estaba preparada para cuidar de ellos! El no haber podido salvarlos les atormenta día y noche. Por eso intentan reclutaros a los tres que quedáis. Para enmendar su error.

De momento, Owen no ha intervenido.

-Tiene razón. Si nos dijeras dónde está Swam...-dice Owen, intentando calmarlas.

-¡Ni hablar! No permitiré que le lavéis el cerebro a ella también.

-Muy bien. La encontraremos nosotros solos. La conozco perfectamente.

-¿Igual que conocías a Ryan y a Beth?

Después de esto, silencio. Un silencio palpable, que inunda todo el pasillo. Walter oye unos pasos detrás de la puerta. La discusión ha terminado. Sale corriendo y se esconde tras una pared. Ve salir a Owen y a Abby, pero Kaede sigue dentro. Esa chica lo ha tenido que pasar muy mal. No es un Buscador, pero igualmente puede ayudar. No quiere volver a casa. Sus padres podrían traicionarle de nuevo. Va a quedarse en la agencia, por lo menos hasta lograr conocer mejor a Kaede.

******************

Walter está en el vestuario del gimnasio. Ha terminado de entrenar. Ya han pasado varios días desde que Sam le dio el alta. Walter se ha dedicado a entrenar para trabajar como agente para la Unidad de los Buscadores. No ha vuelto a ver a Kaede, Owen y Abby, pero esta tarde tiene una reunión con ellos y la directora. Por fin le van a contar qué es un Buscador y a qué se dedica la Unidad.

Se dirige a la nueva habitación que le han dado, que comparte con un agente que llegó a la Unidad dos semanas antes que él. Es el único amigo que tiene allí y suelen pasar todo el tiempo libre juntos. Entra en su habitación. Richard no está. Aparte de Richard, no habla con nadie más de la Unidad, solo con sus instructores. Siente que no se integra bien. Solo está allí por Kaede. Le ha caído bien esa chica. En cuanto la conozca mejor y se asegure de que está a salvo allí, se irá. Y tal vez se la lleve con él. Falta media hora para la reunión. Walter está ansioso por saber lo que le han estado ocultando esta semana. Dónde está, a qué se dedica la Unidad, qué es un Buscador... Hay tantas incógnitas en ese lugar. Además, ellos saben cosas sobre Swan que le serán útiles para encontrarla. A pesar de que no piensa tanto en ella como antes, esa chica pelirroja sigue en su cabeza.

Walter está en un pasillo de la base. Le han dado un mapa para poder moverse sin perderse, pero la mayoría de salas no aparecen en él. Sólo puede entrar en las salas marcadas en el mapa. Las demás están prohibidas. La habitación a la que se dirige está justo al lado del despacho de la directora. Es una sala en la que se reúnen los mayores jefes de la Unidad para hablar de temas confidenciales. Después de esta reunión, Walter pasará más tiempo con Kaede y Owen, y Abby podrá andar libremente por la base.

Finalmente, Walter llega a la sala de reuniones. Llama a la puerta que, después de un suave "Adelante", se abre. Walter entra a la habitación. Las paredes son blancas, como todas las de la base. Una gran mesa de cristal oscuro ocupa casi toda la estancia. Presidiendo la mesa, está la directora. A su derecha se encuentra una Abby cabizbaja, sumida en sus pensamientos. A Walter esa chica le da miedo. Hay mucha oscuridad en sus ojos. Algo le han debido de hacer para que se comporte de esa manera tan extraña. A la izquierda de la directora está Kaede, que mira a Walter con una indiferente superioridad, pero que mira con una chispa de respeto a la directora. Dos asientos a la izquierda de Kaede, está Owen, que no muestra ninguna emoción.

Walter se sienta enfrente de Owen, con la emoción corriendo por su cuerpo. Está a punto de descubrir hechos que cambiarán muchas cosas.

Nota: He hecho algunos cambios en la historia. Ya no son Buscados, sino Buscadores. Esto es un cambio importante en la historia. Además, he cambiado la numeración de los capítulos. Un saludo.

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