Capítulo 5

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Capítulo 5

Hermione

La puerta de mi consultorio se cerro de golpe y yo deje salir el aire que había en mis pulmones, de nuevo Lauren Lancaster no había dicho nada durante toda sesión, no sabía que táctica utilizar en ella, su trauma sufrido en Canadá la había dejado muy mal, por lo menor ahora hablaba cada vez que le daba la gana, ese había sido un logro para mí, pero después de ese pequeño gran logro < Como lo llamaban los familiares de Lauren> no había logrado que hiciera un nuevo avance, necesitaba que ella se abriera para averiguar que le había pasado.

Tome mi pequeño botellón de agua y le di un trago después de ponerme una pastilla de Ibuprofeno en la lengua, necesitaría estar al cien por cien para mi siguiente sesión, mire la hora en el reloj digital que había en la pared frente a mi escritorio, aun tenia veinte minutos antes de que llegara mi nueva paciente, aun no sabía en qué consistía su caso, pero tenía que intentar que esta sesión saliera mejor que la de la chica Lancaster.

Mi teléfono celular comenzó a pitar, lo saque del cajón y comprobé quien era, el nombre de Brianna Abellán apareció en la pantalla, el nombre venía acompañado por la foto de la chica, la alegría me dio las fuerzas que necesitaba para mi próxima sesión, pero antes debería contestar la llamada.

- Buongiorno, mia piccola- el exagerado acento me causo gracia, ella jamás me dejaría olvidar mi fracaso al intentar aprender Italiano.

- Lo lamento, señora, pero temo decirle que ya son las dos de la tarde

-¡Joder!, por eso odio el maldito cambio de horario- la frustración apareció en su tono de voz y me pareció que sonaba mas como una niña de cinco años que una de veintisiete- Pero bueno, cambiando de tema, ¿Cómo estas, Hermi?

-Pues... estoy, eso es lo que importa

-Volviste a pelear con tu hermana

Suspire, había dado justo en el clavo al segundo escuchar mi voz, era lo malo de que ella también fuera una jodida psicóloga y mi mejor amigas, la única que tenia.

-¿Y ahora porque fue la pelea?

-Fue la misma razón de siempre, quiere que le ceda la custodia de Victoria, y yo no puedo hacerlo.

-¿Se lo has dicho con todas su letras?

-Por supuesto, pero tú sabes que algunas cosas que le digo le entran por un oído y le salen por el otro- pase mi mano por mi frente en seña de frustración, hablar con Brianna siempre me ayudaba, pero en este momento no lo estaba haciendo de la manera que normalmente lo hacía,

Llamaron a la puerta y el residente que me apoyaba como secretario se asomo tímidamente, sus ojos oscuros denotaban nerviosismo, él tendría que trabajar mucho en su carácter si no quería ser el que terminara visitando a un psicólogo.

-¿Señorita Granger?, su siguiente paciente la está esperando.

-Hazla pasar, Kevin- el muchacho asintió vigorosamente y salió, la puerta se cerró y no faltaría mucho para que volviera a abrirse, tenía que colgar e este momento para tranquilizarme lo más rápido posible.

-¿Ann?, lo lamento picola, pero tengo que colgar, cuando regreses hablaremos, ¿Ok?

-¡Maldita sea!, luego hablamos, para que me digas como vas con Jace- el sonido de la línea salto antes de que pudiera refutar su comentario venenoso, ¡Mierda! Ella también comenzaría a molestar con eso.

Un tímido golpe sonó en la puerta y después esta se abrió con un rechinido, el sonido me puso los pelos de punta, pero me domine, guarde todo dentro de mí y pronuncie un "Adelante" con voz profesional.

Una chica de aspecto desaliñado y ropa impecable entro en la habitación, todo en ella me impedía hacerme de una idea de su personalidad o la razón por la que estaba en mi consultorio.

-¿Vianney?- la chica movió de forma afirmativa la cabeza y tembló frente a mí, su mirada era penetrante y me perturbaba, sentía que había sentido esa mirada antes, pero no recordaba de donde- Por favor toma asiento

La muchacha se movió lentamente y se dejo caer en uno de los sillones puestos estratégicamente en el centro de la habitación y con un paquete de pañuelos a la mano. M e puse en pie con mi Bloc de notas en la mano y tome asiento frente a la muchacha, no podía apartar mi mirada de ella, su cabello negro caía sobre la mitad de su rostro, ella ahora ya no me miraba.

-Muy bien, Vianney, ¿Por qué estás aquí?- la chica me miro y en su oscura mirada brillo algo, no alcance a captar que era, pero me heló la sangre.

-Bueno, doctora... mi madre piensa que necesito ayuda, pero en lo personal yo se que estoy totalmente cuerda.

-¿Por qué cree tu madre que necesitas ayuda Psicológica? -¿Por qué? Muy fácil, ella es una paranoica que piensa que no es normal soñar con el dolor del mundo.

-¿Tienes pesadillas sobre el dolor que existe entre la gente?, eso es muy normal, y no es necesario que acudas a un profesional, solo debes de dejar ir la preocupaciones sociales u económicas que impulsen esos terrores nocturnos.

-No, doctora, usted no me entiende, no sueño con el dolor que sufren otras personas- mi paciente se deslizo al bode del sillón y me miro, su cabello se había movido y dejo a la vista una larga y fea cicatriz que iba del rabillo del ojo derecho por sobre el labio y terminaba en la barbilla, sus ojos denotaban su locura- Sueño con el dolor que yo causó a esa persona que me causo esto, sueño con la manera en que cortare su linda cara de muñeca y dejare salir su sangre, la forma en que gritara su agonía, saboreo la forma en que suplicara que la suelte y aun mas deseo la forma en que terminare con su vida.

Deslice mi mano por la lateral de mi asiento y estaba por apretar la alarma silenciosa cuando Vianney se puso en pie y camino hacia la puerta, me quede en mi lugar, esperando que cerrara la puerta y me atacara.-Sea puesto pálida, Doctora, a lo mejor se va a enfermar, nos vemos en nuestra próxima cita.

La puerta se cerró detrás de ella y yo comencé a recobrar mi movilidad, no entendía que me había pasado con esta nueva paciente, sentir la fascinación por el hecho de causar dolor me dejo atónita, sacudí la cabeza y después apunte rápidamente lo que había captado en el comportamiento de la muchacha, archive su ficha y solo espere a que Jace me marcara para avisar que ya había llegado por mí.La llamada llego al fin, al segundo timbrazo conteste.

-Estoy afuera

-Muy bien, ahora salgo- la llamada llego a su fin, tome mi boso y salí, en el pasillo, Kevin ya estaba preparando su salida, me dedico un ligero asentimiento de despedida cuando pase a su lado.Afuera ya me espera Jace, estaba recargado en la puerta del copiloto a mi espera, en cuanto me vio, la comisura de su labio se torció hacia arriba y me regalo una de sus tímidas sonrisas, no lo pude evitar y me lance a sus brazos, el no protesto ante mi ataque, solo me estrecho entre sus brazos.

-Un mal día, ¿Verdad?

-El peor de mi vida

-No te preocupes, todo mejorara en cuanto recojamos a esa pequeña monstruito de la escuela- Jace me separo de su cuerpo y me miro a la cara, me beso ligeramente en la frente y después me abrió la puerta.

El tenia razón, una vez que tuviera a mi pequeña Victoria conmigo todo volvería a la normalidad, al fin y al cabo, ¿Qué podía suceder, si estaba con Jace y con Victoria?

Moonless NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora