Capítulo 12

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Capítulo 12

Hermione

La excitación corría por mis venas en una sangrienta carrera contra los nervios y el miedo, no podía quedarme quieta sentada frente a mi escritorio, apenas y había puesto atención a las citas que acababa de tener, solo esperaba que los pacientes no se hubieran dado cuenta, pero realmente en este momento era yo la que necesitaba un psicólogo, pero lamentablemente Brianna un tardaría una semana más en estar de regreso. Inspire profundamente y podría jurar que el olor al perfume de Draco estaba aquí, presente en mi despacho, en mis sentidos, me estremecí ante el flashazo de recuerdos, recuerdos de su toque y sus labios, sus manos sobre mi piel, su aliento sobre mi rostro, todo eso me venía a la mente y me hacia desconectarme aun más de la realidad y tenía que sacarlo de mi mente en este momento, aun no podía pensar en él, aun me quedaba una hora con treinta y seis minutos y treinta segundos... detuve mi pensamiento ante mi exactitud del tiempo sin siquiera ver el jodido reloj, la presencia de Draco me estaba afectando y no sabía si era para bien o para mal.

La puerta del consultorio se abrió de golpe y me sobresalte por el estruendo que causo al abrirse y al cerrarse, una mujer vestida con ropa color rosa estaba parada frente a mí, toda ella desprendía jovialidad y vitalidad, la última vez que la había visto su ropa era igual de impecable que ahora pero de un color negro, ahora no desprendía esa aura de misterio, en este momento era una Vianney totalmente extraña para mi, y no sabía cómo reaccionar ante este cambio.

-¡Hermione!- la voz de Vianney era estridente y amistosa en exceso, ella rodeo mi escritorio y me estampo en la mejilla derecha un beso, después también beso la comisura de mi labio izquierdo, me puse rígida ante sus actos, pero no podía dejar que ella tomara esas confianzas, en primer lugar, ella no debería de estar aquí, no teníamos ninguna cita asignada para esta semana y en segundo lugar las confianzas que se estaba tomando conmigo, todo esto no estaba bien, no era ético y mucho menos era algo que yo quisiera, pero al fin de cuentas ¿Quién quiere entablar una amistad con una muchacha loca?

Mi paciente se alejo de mi y se fue a sentar a una de las sillas que se encontraban al otro lado de mi escritorio, toda ella era diferente, su cabello estaba recogido en una cola alta y deja totalmente al descubierto su rostro con cero marcas o cicatrices, ¿Dónde está su cicatriz?, tal vez lo hizo con maquillaje, pero sus labios no tenían de una gota de él.

-¿Qué haces aquí, Vianney?- mi voz fue fría y estrictamente profesional- No deberías de estar aquí, no tenemos una cita hasta la próxima semana y lo sabes.

-Si lo tiento, Hermione, pero no podía esperar para verte, te extrañe mucho, como estoy segura que tú me extrañaste a mi- Vianney cruzo las piernas y me mira como si fuéramos viejas conocidas, una conocidas de forma muy intima, me estremecí por dentro, no tenía nada contra los homosexuales o las lesbianas, era psicóloga no podía tener esos prejuicios, pero eso no ameritaba que permitiera los avances de una psicópata que era mi paciente.

-Vianney, mira, si estaba ansiosa por verte, pero porque eres mi paciente y estoy intrigada por tu caso, solo eso-mis palabras fueron duras pero debía ser firme- Asi que, te pediría que te atengas a presentarte en mi consultorio solo en los tiempos que tengamos asignados para nuestras reuniones, y también te pediré que te dirijas a mí como Señorita Granger.

El rostro de la chica frente a mí se contorsiono, al principio con altanería herida y después con un dolor verdaderamente psicópata.

-Sabia que eras dominante, pero no debías de tratarme así- sus palabras no tenían sentido, se levanto de forma abrupta y se lanzo sobre mí, sus manos estaban frías como hielo, así de cerca como la tenía en ese momento pude captar el rastro de la cicatriz en su mejilla, sus ojos estaba totalmente desorbitados y me paralizaron por unos preciosos segundos, los labios de Vianney se estrellaron contra mi boca, fue solo un segundo antes de que yo alcanzara la alarma que estaba en mi escritorio y que yo misma empujara a mi atacante.

Moonless NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora