Capítulo II ✔

3.1K 278 65
                                    

Sarah

Me quedé atónita cuando me dijo esas cuatro palabras, cuando pude hablar, mi voz sonó temblorosa.

- ¿Qué tipo de problema? - pregunté mirándola asustada.

- Pues... ¿Te acuerdas que las habitaciones son como un pequeño apartamento que compartes con tres personas más? - me preguntó un poco más tranquila.

- Si, ¿por? - la contesté, eso ya lo sabia, me preguntaba, que tendría que ver con eso.

- A habido un fallo en la distribución de habitaciones y te a tocado con tres chicos.

- ¡¿Cómo?! Dime que es una broma, porque si lo es, no me gusta para nada.- dije molesta.

- Me gustaría que lo fuera, pero no, mira.- me dio unos papeles donde pude ver una foto mía junto con la de tres chicos.- Y a no ser que quieras vivir en la calle, tendrás que quedarte por ahora en esta habitación, a lo mejor el año que viene se soluciona.

Me quedé pensando un rato, tendría que aceptarlo porque aparte de no tener otro sitio donde vivir, si mi madre se llegara a enterar pensaría que no me puedo valerme por mi misma o que no puedo hacer las cosas bien por una vez. Respire hondo y le conteste:

- Bueno vale, me has convencido, pero que quede claro que es porque no me queda otra.- una vez dicho esto, soltó una risita por lo bajo.

- Genial. Esta es la llave de la habitación y cuando salgas de lo que es la universidad, a tu derecha se encuentran los apartamentos de la residencia.- cuando terminó de decirme esto, cogí la llave de la habitación y me despedí de ella, la verdad es que era muy amable.

Cuando salí de la universidad me puse mis gafas de sol y miré a mi derecha, ahí se encontraba la residencia. Era un edifico bastante moderno, alto y muy sofisticado, aunque no me esperaba menos de la universidad de Yale.

 Era un edifico bastante moderno, alto y muy sofisticado, aunque no me esperaba menos de la universidad de Yale

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me encaminé hacia allí, cuando abrí las puertas, cada uno iba a lo suyo, por lo que no se fijaron en mí. Camine un poco, pero me di cuenta de que no sabia donde estaba mi apartamento, el mil cinco, por lo que me acerque a una chica que estaba leyendo en un sofá de la entrada, tenía el pelo negro, ojos azulados y tenía una estatura alrededor del metro sesenta y tres, bastante bajita en comparación conmigo y la pregunte:

- Perdona, ¿podrías decirme donde está la habitación mil cinco?

Ella me miro asombrada, por lo que me quité las gafas y le mostré quién era para que no dudará.

- Cla... Claro.- me dijo balbuceando. Le sonreí.- Está en la última planta.

- Gracias, eh...

- Megan Smith.- dijo ella sonriente.- Pero puedes llamarme Meg.

- Gracias Meg.

Me iba yendo, cuando de repente la escuché preguntándome:

- ¿Te gustaría quedar para comer?

- ¡Claro, será divertido! - la conteste.- ¿ te parece bien quedar aquí a las dos?

- Perfecto.- dijo, después nos intercambiamos números de teléfono, me despedí de ella y seguí mi camino.

Me metí en el ascensor y le di a la última tecla que era la que tenía el número diez. Cuando se abrieron las puertas camine por el pasillo hasta dar con el apartamento, metí la llave y antes de abrir, recé deseando que no hubiera nadie.
Una vez abierta, asomé mi cabeza por la puerta, desprendía una fragancia a hombre bastante palpable, entré y no había rastro de que hubiese nadie.

Inspeccioné el apartamento, tenía un salón bastante espacioso con una gran tele de plasma, seguí caminando y me encontré la cocina, no era ni grande mi pequeña, tenía el tamaño ideal para poder cocinar y en una de sus equinas había una mesa para poder comer.
Seguí mi inspección hasta las habitaciones, en la primera puerta había una gran pegatina con la letra A en negro, en la segunda una M, en la tercera una N, lo que me hizo pensar en Nicholas McFly, el que me hizo la vida imposible en el instituto, pero eso no me impidió enamorarme de él después de todo, sacudí la cabeza quitándome la idea de que pudiera ser él, imposible, pienso, llegue a la última puerta la cual no ponía nada, me imaginé que esa sería mi habitación.

Abrí la puerta y lo primero que vi fueron mis cosas, sin perder tiempo empecé a colocarlo todo, una vez que termine de colocar lo que me habían traído miré el reloj que coloqué en mi mesilla de noche, ya eran casi la una y media, había estado dos horas colocando mis cosas, recordé lo de Meg a las dos, por lo que me quedaba media hora para retocarme. Me fui al baño que había en mi habitación y me retoqué el maquillaje poniéndome un poco de rímel y brillo de labios, me puse colonia y ya estaba lista.

Cogí mi bolso y me fui, mientras esperaba a que bajara el ascensor hasta la planta baja, me puse unas lentillas de colores y unas gafas no graduadas, así pasaría desapercibida. Termino justo cuando se abren las puertas, la busco con la mirada y me la encuentro sentada en uno de los sillones igual que esta esta mañana, me acerco a ella y la saludo con la mano, ella me mira extrañada y dice:

- ¿Sarah?

- Si soy yo, me he tenido que poner unas lentillas de colores y unas gafas, para que no me puedan reconocer.- la explico.

- Ahh vale, ya entiendo, ¡que buena idea has tenido! - me dice con admiración.

- ¡Qué va! Esto lo hago muy a menudo, al final te acostumbras, pero gracias.- le contesto sonriéndola.- ¿A dónde vamos?

- Por aquí cerca hay un restaurante llamado Holiday's, tienen una comida buenísima.

- Genial, pues vamos para allá, ¿tienes coche?

- No, además no se conducir nada, ni moto ni coche.- me contesta avergonzada.

- No pasa nada, yo si, ¿vamos en mi moto?

- Nunca he montado en una, ¿es segura? - dice con un poco de miedo.

- Si vas conmigo seguro que no te pasa nada, tranquila tengo un casco de sobra, espérame aquí que subo a por los cascos.

- Ok, te espero aquí.

Subo corriendo a por los cascos y por lo que veo aún no hay nadie, menos mal, pienso, lo cojo y vuelvo corriendo para abajo.

Le digo a Meg que me siga, llegamos al parking y le doy el casco de repuesto que tengo, se lo pone y espera a que me monte, una vez que estoy montada, se monta detrás mío agarrándome por la cintura. Arranco y nos ponemos en marcha, sigo sus indicaciones para llegar hasta Holiday's y una vez que hemos aparcado la moto, entramos.

FOREVER? © REESCRIBIENDO #PADP #FDA17 #PGP2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora