Un imbécil

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Hola, mi nombre es Arian y quiero comentarles sobre mi vida y lo que gira entorno de esta. Estudio en una escuela de varones y Nunca he sido un alumno muy bueno que digamos, soy muy alto para mi edad, un poco quemado (maldito sol), siempre he sido un chico ermitaño o que no se junta con chicas, me gusta mi vida así tal y como estoy. Siempre me considere un imbécil, siempre me he juntado con los chicos más tranquilos para poder estar en su entorno para al menos sentirme algo ya que no era buenos en casi nada y tampoco creó que lo sea.

Detestaba las matemáticas y las fórmulas tan extrañas que el profesor Willy ponía en la pizarra y yo me preguntaba "¿Para que va a servirme esta basura en la vida real? ¿Para comprar ropa?"

Tal vez estaba destinado a ser un perdedor toda mi vida y hasta podría morir virgen. Hasta que un gran día una de mis amigas Fabiola me invitó a su fiesta de cumpleaños, al principio me pareció raro y pensé que me estaba haciendo una broma, pero no fue así y pues como describirla a ella es tan linda, cabellos lacio, unos lentes rosados, una contextura envidiable y lo mejor es que era muy divertida.

Ella lo era todo para cualquier chico y en mi caso la conocí mediante las redes sociales y me hice su amigo con el pasar del tiempo, aunque ya la había visto antes en reuniones y eventos de la escuela nunca le pude hablar por la timidez.

Hoy en día...

Hoy es el gran día, ya estoy despierto así que sólo me queda alistarme y ponerme bien porque tal vez hoy sea el comienzo de un nuevo cambio.

Mi mascota estaba ladrando desde muy temprano así que no me dejó dormir, tome un buen desayuno y fui a correr a un parque cerca, Regrese a las 7 AM de mi vuelta me senté a leer historias de suspenso. Ya iban a ser las 6 y la fiesta comenzaba a las 7, me bañe y me aliste con una camisa verde, un polo blanco, unas zapatillas converse negras, un pantalón jean oscuro y mi típico peinado de siempre. Llegue a la dirección que me habían dado y decía que estaba al lado de una escuela de color azul, mire y la dirección era la misma, parecía que no había ninguna fiesta ahí, sólo un señor que barría la vereda. Llegue y me pregunté ¿soy el primero que vino? La respuesta era no, justo instantes antes de que yo verificará la dirección me había encontrado con un chico, Jerson pues él era solo un cretino que ya salía de la escuela secundaria y le gustaba ir a fiestas de chicos menores que él a las cuales casi nunca invitaban. Después de saludar al señor, entre a una sala donde se podían ver sillas y sillones alrededor, un pequeño jardín detrás y unas escaleras de madera por donde la cual bajaba la cumpleañera tan resplandeciente como siempre, me miró, sonrío y se retiró con su amiga Alexa.

La noche se aproximaba y por ahora todo estaba normal y nada había cambiado, estoy sentado queriendo descifrar el enigma o en otras palabras la contraseña del WiFi.

Hasta que me harte, me pare y tuve que hablar con Fabiola para saber la contraseña, fui hasta Fabiola a pedirle la contraseña y ella me contestó es Miguel y la clave es 12345 me sentía mejor por haber hablado con ella, aunque haya sido un pequeño momento y tal vez fue la primera vez que hable con una chica sin que se vaya y me deje parado como un imbécil.

Después de encontrarme con mis amigos llegó una chica, espectacular su nombre era Margaret se notaba que era muy cariñosa, amable y amistosa. Parecía ser una buena persona y era muy bonita. Desde que llegó comenzó a hablar conmigo y a Jerson no le gusto eso para nada.

-¿Van a pasar? (Se notaba con incomodidad y molesto, demasiado diría yo)

-No, estamos bien afuera ¿verdad Margaret? (Mientas la miraba y ella hacia un asentamiento con la cabeza)

-Pasen ya,la fiesta es adentro (seguía con la misma rabia)

-¿que pasa si no queremos? ¿Nos va a hacer algo? (Con mucho sarcasmo)

Se quedó callado y se retiró, luego Alfonso y Salvador (dos buenos amigos) me dijeron

-Arian, Ese chico te quiere golpear

-Que lo haga, por mí normal

No le tenía miedo a ese patán, prefería no pelear con él, pero que podía hacer si comenzaba la pelea. Al final no hubo pelea porque nunca se me acercó a decirme algo que me ofenda.

No paso mucho tiempo hasta encariñarme de Margaret y de la carisma que tenia. Estando sentados en el sofá hablamos de tantas cosas y cada vez me hacia pensar de que esa chica era una gran persona, por eso estuve detrás de ella toda la noche, sonriendo sólo por ver su mirada. Luz llegó a la fiesta, ella era una chica muy loca, quien hacia que la fiesta sea eso necesariamente, una buena fiesta y la manera más fácil de hacer que comience era molestando a una pareja de amigos y Margaret y yo estábamos aptos para eso, se acerco y nos quedó mirando de manera extraña.

-¿Ustedes están o que? (Mientras mantenía la gran sonrisa en su rostro)

-Por supuesto... que no (Mientras Margaret se reía delicadamente)

-Parecen pareja, cuidado con mi amiga

-No estamos, pero lo tomaré en cuenta

Después de sobrevivir a todos nuestros amigos preguntando la misma pregunta "¿Ustedes Están?" nos fuimos a tomar algo, salimos afuera y nos quedamos ahí por un tiempo, hasta que comenzó a hacer frío, sólo pude abrazarla y luego ella me dijo que se tenía que ir, por más que yo no quisiera que se vaya igual lo haría. Me despedí con un beso el la mejilla izquierda mientras que sentía una gran tristeza "ahí va la persona que me hace sentir bien" mi cabeza decía que la deje ir... Tan cerca y a la misma vez tan lejos. Así comenzó el cariño, en una fiesta a la cual me habían invitado por pena o tal vez por algo más.


Algo en mí , murióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora