La Fiesta

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Los días pasan con normalidad y no hay duda de que ya no siento nada por Margaret, aunque debo admitirlo me ha dado mucha intriga lo que hace un par se semanas lo que me dijeron o mejor dicho lo que no me dijeron.

Marcelo: no se que problema tienes que dibujas el órgano sexual del hombre

Pietro: ¿yo que? (De una cínica)

Marcelo: ¿acaso tienes vagina para hacer eso? No me imaginó si este colegio estuviera con "compañeras"

Salvador: Cuantas violaciones habrían durante el año (mientras se carcajea)

Arian: cuantos embarazos precoces (le sigo el juego)

Marcelo: Jóvenes no estén dando mala imagen, aquí hay puros varones, bueno que tengan unas buenas vacaciones y los veo aquí el lunes 9

Al fin libres, pensé que se demoraría más pero no fue así. Ahora tengo que ir a la fiesta de Alexa el viernes 27 y ese día tendré que decirle a Fabiola algo muy importante, estoy tan ocupado pensando en eso y Alfonso llega...

-Arian ¿vas a ir a la fiesta de Alexa?

-sí ¿por qué la pregunta? (Lo miró con el ceño fruncido)

-He hecho varias cosas por ti... Ahora quiero que me ayudes a mí

-¿Me vas a decir de que se trata? Si no, no hago nada

-El viernes dale una rosa que te mandaré a Tatiana

-Bueno... No te prometo nada, lo intentaré

-Gracias Arian

Después de todo lo que hizo por mí no lo quiero decepcionar. Al fin salimos de vacaciones y lo que me salvara de tanto aburrimiento seguramente sera la fiesta de cumpleaños de Alexa, en esa fiesta pienso decirle a Fabiola que sea mi enamorada, los dos hemos estado mal por personas que no supieron darnos un valor. Ella merece ser feliz y trataré de que sea feliz a mi lado.

Los días pasan volando y yo trato de que todo salga perfecto, tengo todo menos algo fundamental mi amigo Raúl, lo llamé y fui con él.

- ¿con Taxi? Arian, te diré desde ya. Esa chica no me agrada nada

-Pues que pena que Fabiola no te caiga, lamentablemente a mí si

- no lo digo para molestarte Arian

-Si no quieres ir pues vete, igual llegare solo

Llegamos a la calle en donde supuestamente estaba la fiesta, pero no había nada. ¿como es posible esto? Justo hoy. El día en el cual me voy a declarar. Tengo una rosa roja y una blanca en la mano tratando de encontrar la dirección indicada.

Pasaron los minutos y más tarde las horas... Ni Raúl ni Yo habíamos encontrado la casa.

-Hey Arian, ya se hace tarde y no encontramos nada ¿no iremos?

-Ya me cansé de buscar esa estúpida dirección, lamentablemente si... Aunque podemos ir con Fabiola ya que ella conoce la casa de Alexa

-Joder, no seas así Arian... Bueno ya tú ganas vamos a la casa de Fabiola

-Genial, esperó que Fabiola aún siga en su casa

Tomamos un taxi lo más rápido posible y nos tardamos un poco hasta la casa de Fabiola. Pero al menos llegamos a esa casa blanca de tres pisos, estoy pensando llamar a Fabiola para ver si aún sigue en su casa pero no contesta el celular, tal vez se le apagó.

Estuve 30 minutos intentando de todo y pues tal parece que ella ya se había ido a la fiesta de Alexa. Maldita vida siempre tan injusta. Lo único que me quedaba era dejar a Raúl en su casa e irme a la mía.

-sé que estas mal porque querías ver a esa chica y pues no abandonaré a mi amigo, vamos a tu casa o mejor aún, a un restaurante

-Gracias pero no tengo ganas de comer ahora, prefiero ir a mi casa

-no se diga más, vamos a tu casa

En camino a mi casa estuvimos callados ambos, ni una sola palabra se dijo hasta que el taxista nos cobro el dinero, entramos a mi casa y se encontraba toda mi familia. Subi a mi cuarto y tome la laptop y Raúl con su celular. Lo primero que haré es decirle a Fabiola lo que pasó, quiero que sepa la verdad, luego de eso comencé a hablar con Guliana o mejor dicho presentarle a Raúl.

Guliana: ya entendí, estas consolando a tu amigo

Raúl: eso sonó demasiado extraño ¿por qué estaría consolando a Arian?

Arian: Guliana, mejor ni opines (carcajeandome)

Guliana: Bueno Arian, yo sólo decía lo que pensaba

¿Pensabas? Bueno si pensabas, ay Guliana te pasas

Arian: Si si, como digas

Raúl: oye, tengo hambre ¿vamos a comer?

Guliana: Vayan que yo esperaré aquí hablando solita

Pensábamos comer en algún restaurante pero no hay nada como la sazón de una madre, nos sentamos todos en el mesa y yo me limitaba a observar las dos rosas, me sentía con cólera y a la vez decepcionado.
No pensaba en comer más bien pensaba en lo imbécil que fui al tomar la decisión de dejar "plantada" a Fabiola e irme a mi casa,Raúl tendrá que quedarse a dormir en el cuarto de huéspedes, ese cuarto que esta sin ningún uso desde que vino un amigo de mi padre desde otra ciudad.

-¿enserio dormir aquí?

-¿Quieres dormir con mi mascota en el sótano? (Mi momento sarcástico)

-Muy gracioso Arian, bueno al menos dame algo que realmente me abrige de este maldito frío

-en el closet encontraras muchas cosa y una cosa más... ¡Cuidado con las arañas!

-¡¿arañas?!

-si, arañas... Buenas noches Raúl, descansa bien

Cerré la puerta de aquel cuarto y subi las escaleras hasta llegar a mi cuarto. Me hecho en la cama y pienso en la chica más perfecta de todas "para mí" trato de cerrar los ojos y sentirme bien, pero no puedo. Ella esta en esa fiesta y yo aquí pensando en ella ¿eso es justo? Odio las malditas direcciones, nunca te las explican bien.

Hora de dormir, pero antes daré una revisada a ver si al menos leyó lo que le puse, no aún nada, tendré que esperar hasta mañana.

Margaret te ha enviado un mensaje...

No quiero saber de esa chica, me voy a dormir... Y si es algo importante no importa, que se joda.







Algo en mí , murióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora