Esa mañana se levantó triste, como había hecho en los últimos dos meses. Todavía no había asumido la muerte de sus padres y el verano estaba llegando a su fin.
Pronto comenzaría el 6º año en Hogwarts pero a ella, por extraño que pareciera, no le apetecía demasiado ir. Allí, ella siempre había sido la "sabelotodo" o la "sangresucia" pero ya, no creía que nadie la llamara así, "sangresucia" un término repelente para referirse a hijos de muggles, a alguién con padres no mágicos, a alguien como ella. Aunque no lo pareciera, a ella le dolia muchísimo que le digeran eso, para ella, era más que una falta de respeto. Era una palabra, cuyo portador era un ipócrita, un malnacido. Y es que, ella, era más fuerte que todo eso, en todos estos años se había acostrumbrado a que la llamasen así, sobre todo Malfoy, si, Malfoy, ¿qué sería de él en este momento?
Ella, por su parte, se había marchado a una casita en un lago, donde iba con sus padres. Estaba segura de que todos la buscarían para asegurarse de que no hiciera ninguna tontería, pero no se daban cuenta de que lo único que ella quería y lo que más necesitaba en ese momento era estar sola.
Se levantó de la cama y cogió una manzana. Miró por la ventana, hacía un día maravilloso, pero a ella el mundo se le había vuelto gris. Desde el momento en el que Bellatrix Lestrange mató a sus padres todo había perdido sentido. A lo mejor todos pensaban que iba a matar a esa arpía, pero ella sabía esperar y eso es lo que hacía, esperar su momento para acabar con esa mujer que acabó con lo que a ella más le importaba; su familia.
Cogió el libro de "romeo y julieta" el cuál le había regalado su madre por navidad y salió de casa, para sentarse en un puente a orillas del lago.
Allí pasaba todo el día, hasta que oscurecía. Era verano, sí, pero allí hacia una marea perfecta, haciendo que allí todos los días fueran maravillosos. Se encontraba en el "lago de los cerezos" en Taiwan. En ese lugar había una pequeña senda que llevaba hasta su casa, que había sido ocultada por ella misma.
Estaba anocheciendo así que cogió sus cosas y se encaminó hacia su casa, pero de repente alguien le abordó, haciendo que se le cayese el libro. La persona que la había agarrado la soltó y ella le miró fijamente. En ese momento Hermione se quedó perpleja.
-Eres tú.
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Draco Malfoy y Hermione Granger.
Hayran KurguEsta historia trata de ciertos alumnos de Hogwarts y de como sacrificarán ciertas cosas para salvar a todas las personas a las que quieren y también a las que no. Un potterfic diferente que espero que le guste a todos.