Capitulo 28

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- ¿Cómo que por qué estoy con Austin? Porque lo amo, Zayn – contesté segura.

- ¿Así? – preguntó alzando una ceja.

Yo asentí.

- ¿Ya no te pasa nada cuando lo ves a Liam? – preguntó el morocho.

Me quedé viéndolo unos segundos, tratando de descifrar a donde trata de llegar con esa pregunta.

- Lo que pasó entre Liam y yo, fue hace mucho y ya terminó – contesté.

- ¿Ya no te pasa nada cuando lo miras a los ojos, Judith? – preguntó mirándome muy fijamente.

- Zayn, no se a dónde quieres llegar, pero entre Liam y yo todo termino, ya hace unos años – dije.

- ¿Tu crees? – preguntó.

- Él mismo terminó conmigo – justifiqué.

- Pero, como ves… no tuvo mucha suerte – dijo él.

- Eso es su problema, no el mío – dije ya enojándome.

- No te enojes, solo creo que no puedes decir que no te gusta algo que no probaste – dijo.

- Te equivocas, a Liam ya lo probé y hace mucho tiempo – dije, segura.

- Y te encantó – dijo con una gran sonrisa.

Me quedé anonada y llegué a tartamudear un par de “ah”, “yo”, “em”, pero nada salía de mi boca, es cierto, los besos de Liam me volvían loca, estar con él me encantaba, pero aprendí a vivir sin él. Aprendí a sacarlo fuera de mi.

- Lo sabía – rió.

- ¿Qué cosa? – pregunté.

- Te mueres por comerle la boca – rió.

- No es cierto, Zayn – dije.

- No, claro que no… estuvieron muy cerca en la cocina, y apuesto a que si en ese momento, no estabas con Austin, lo hubieses besado como si no hubiere mañana – dijo con una imborrable sonrisa en la cara.

Me quedé boquiabierta por unos segundos.

- Estoy segura de que solo fue un impulso, él no tuvo intenciones – dije firme.

- No, no, claro que no – dijo en tono irónico.

Lo miré fulminante y la puerta se abrió.

- Encontré algo que puede servirte – dijo Niall entrando en la habitación.

Me dio unos polerones y un pantalón abrigado.

- Gracias duendecito – dije sonriente y lo abracé.

- De nada, tontita – dijo entre carcajadas.

- Bien, bajemos que quizá la comida ya esté hecha – dijo Zayn.

- ¿Es broma, Zayn? Recuerda quienes están cocinando – rió el rubio.

- Lo sé pero Liam seguramente los está apurando, bajemos – dijo Zayn y nos empujó amistosamente hacia la puerta.

Caminamos por el gran pasillo y bajamos las enormes escaleras, hasta pisar la cocina, la cual estaba hecha un desastre, platos sucios y manchones por doquier. Me sorprendió no ver a Harry y Louis tirándose comida, pero me sorprendió aún mas ver a Liam, con un guardapolvo de cocina de Toy Story cocinando.

Reí cuando entramos en la cocina y él se giró a vernos.

- No quería que me vieran así – dijo entre risas y algo de vergüenza.

- Aw, te ves tan tierno – dije, enternecida al verlo así.

Observé mejor ese delantal y recordé una vez, hace unos años, 5 aproximadamente, o mejor dicho un año antes de que Liam me propusiera algo serio, había llegado a casa y faltaba un día para mi cumpleaños. En fin, llegué a casa y encontré a mi papá y a Liam haciendo una torta para mi cumpleaños, Liam estaba con ese mismo delantal, era tan tierno. Una carcajada se escapó de mi boca cuando lo recordé. También recuerdo que su cara de sorpresa era impresionante, no me esperaba allí. Y también recuerdo cuando me dijo “Arruinaste tu pequeña sorpresa” y se “ofendió” en broma solo para que lo abrazara. Que momentos tan lindos, momentos que no volverán, pero que me hicieron muy feliz.

- ¿Por qué está todo tan sucio? – preguntó Zayn.

- ¿Y por qué estas cocinando tú? – preguntó Niall.

- La respuesta a tu pregunta – dijo Liam apuntando a Zayn – se refiere a dos nombres, Louis y Harry, y la tuya – señaló a Niall – es porque casi queman todo.

- No pueden hacer nada bien – dijo Zayn haciendo un gesto de negación con la cabeza.

- Ya sale, no se preocupen… - habló Liam – traigan unos platos… - miró a su alrededor – limpios – agregó.

Asentimos y buscamos, entre todos los platos sucios, alguno limpio o limpiábamos algunos sucios.

Durante la cena, los chicos hablaron sobre su muy ajustada agenda, con firmas de autógrafos, grabaciones, conciertos, etc… pero hablan de eso como algo bueno y no como algo cansador. Eso es lo que me encanta de ellos, les gusta lo que hacen, no les parece algo pesado lidiar con fans, y eso es un beneficio para ellas.

Terminada la cena y el postre, Zayn me acompañó a mi cuarto.

- Bien, espero que no seas un problema para nosotros – dijo sonriendo.

Golpeé suave y amistosamente su hombro.

- No lo seré – reí.

- Bien, que descanses – dijo y besó mi mejilla.

- ¡Adiós, Judith! – gritaron Niall, Harry y Lou desde el pasillo, empujándose unos a otros en broma y Liam, quien abría la puerta para salir del baño los miró raro.

Reí y entré a mi cuarto. Me acosté y clavé la mirada en el techo.

Unos golpes en mi puerta invadieron el silencio. Caminé hasta ella y la abrí.

Me sorprendí al verlo, apoyado contra el umbral de la puerta. Sus ojos se clavaron en mí, su boca estaba curvada en una sonrisa pero sin mostrar una blanca dentadura. Sus hermosos ojos chocolate, clavados en los míos. Su cabello, ligeramente despeinado. Vestía una remera base blanca y un pantalón de algodón con tortuguitas.

La felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora