Capitulo 2

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Narra Liam:

Mi cabeza está muy confundida, no sabe si ir a buscar a Judith para llevarla al colegio o no. Seguramente está molesta, bueno, seguramente no, ella está molesta. No quería que pase frío así que fui a su casa. Toqué el timbre y su madre atendió.

- Liam – dijo sonriente la madre de Judith- ¿Vienes a buscar a Judith? – pregunto confundida.

- Bueno… yo… si – dije con las manos en los bolsillos.

- Pues no está aquí, esta mañana me dejo una nota diciendo que salió a las 7 de casa, que tenía 39 de fiebre pero que estaba bien, que no me preocupara – dijo, definitivamente, estaba preocupada, al igual que yo.

- Voy por ella – dije – Hasta pronto señora – dije sonriéndole.

- Puedes llamarme Patie, Liam, ya lo sabes – dijo riendo.

- Está bien, Patie, iré por ella – dije, volví a mi auto y conduje hacia la escuela.

Con Judith estábamos acostumbrados a llegar a las 7:30, así tendríamos tiempo de empezar bien la mañana paseando por el parque de la escuela y estar juntos.

Llegué 7:35, la busqué por todos lados hasta que la encontré en su salón.

Narra Judith:

Me puse a leer ya que no tenía nada para hacer. Mi cabeza se me partía al medio, también ésta estaba caliente pero yo sentía frío.

La puerta del salón se abrió y Liam estaba allí, quería tirarme por la ventana pero eso implicaría suicidio y me gustaría conocer a mi príncipe de enserio, que no me cambie por nada ni nadie.

- Aquí estas niña – dijo con voz de padre.

- Ay, no – dije y apoyé mi cabeza contra el banco, seguido de mis brazos que rodearon la misma.

- Tendrías que haberte quedado en tu casa, Judith Clapton – me dijo como si me estuviera retando.

- Cierra la boca, James – dije enojada – déjame en paz.

- ¿Te estoy cuidando y me lo pagas así?

- Si – dije y me levanté de mi mesa para hacerle frente – porque tú no eres nada mío, porque no te importo, porque tienes a tu novia, a tu fama, a tu vida, a tu banda y a tus amigos, así que no me molestes a mí.

- Tu eres parte de mi vida – dijo.

- Olvídalo, tú tienes a tu estúpida novia bailarina, a tus fans, a tus amigos famosos y una banda de pop – dije contando con los dedos – yo quizá haya sido parte de tu vida, Payne, pero ya no más

- Danielle no es estúpida y tampoco es mi novia – dijo enojado.

- No, claro, disculpa, aun no se lo pides – dije haciéndole burla - ¿Y qué harás?

- ¿Con qué? – preguntó.

- ¿La llevarás a un campo y le pedirás que sean algo más? – al decir esto se hiso un silencio mortal, Liam me llevo al campo, un año atrás, a andar a caballo y ahí me pidió ser su novia, él lo sabe y se quedo mudo.

Una lágrima cayó sobre mi mejilla, él se dio cuenta e intentó quitármela con su dedo, pero fue en vano, cuando él iba a limpiar mi lágrima tome su mano y lo miré fijo a los ojos.

- Ya no somos nada, lo único que espero es que me ayudes a olvidarte como tú hiciste conmigo – dije enojada – así que no me hables, no me mires, no me toques, nada, solo ignórame.

- No quiero que estemos peleados – dijo algo triste, al parecer.

- Ya desapareceré de tu vida en cuerpo y alma, Liam, te lo aseguro – dije y me fui de allí, no aguantaba las lágrimas.

Las clases pasaron lento, no le dirigí la mirada a Liam ni por casualidad.

Al tocar el timbre de salida, corrí lo más rápido que pude para salir primera y que no me buscara. Llegue a casa y encontré a mi papá mirando la tele.

- Llegue papa – dije saludándolo.

- Hola cielo – dijo - ¿Por qué fuiste a la escuela si tenías fiebre?

- Tenía que ir – dije sonriendo.

- Qué raro que tu digas eso – dijo riendo.

- Si es raro – reí - ¿podríamos hablar, papa?

- Claro linda, siéntate – dijo y golpeó el sillón como gesto de que me sentara y así fue

- ¿Hay alguna posibilidad de que podamos salir del país? – pregunté seca, mi papá me miro con cara de sorprendido.

- Pues, me ofrecieron trabajo en California, pero tenía pensado rechazarlo – dijo – es una gran oportunidad pero no me parece tener que dejar todo lo que logramos aquí.

- Acéptalo – dije.

- Pero qué hay de tu, Liam, tus amigos – dijo algo entristecido.

- Liam y yo ya no estamos juntos, y mis amigos lo entenderán – dije mirando mis manos que jugueteaban.

- ¿Ya no están juntos? – se sorprendió.

- No – dije con una vez profunda y quebrada.

- Está bien – dijo al fin – veré que puedo hacer.

- Gracias – dije y lo abracé.

Quizá un cambio de vida es lo que necesito, no puedo torturarme todos los días viendo a Liam con “Danielle”.

La tarde me la pasé durmiendo, dado a que la noche anterior no había pegado un ojo.

Me levanté y eran las 8 de la noche, bajé y cené con mis padres.

La cena era silenciosa hasta que mi papa habló.

- Hoy, Liam pasó por casa pero estabas durmiendo – dijo.

- Ah, ¿y qué quería?

- Hablar contigo – dijo mi mamá.

- Pues a mí no me interesa hablar con él –dije y continué cenando.

- Quizá tengan que hablar, Judith- dijo mi padre.

- No, déjenme paz – dije, me levante y subí.

Encontré a mi celular con un mensaje de Liam:

“Deja de evitarme y hablemos como dos personas conscientes”.

“¿Qué parte de dejarme en paz, no entiendes?” – fue mi respuesta.

“Atiéndeme” – fue su devolución.

Mi celular comenzó a sonar y no sabía si atenderlo o dejar que suene.

- ¿Qué quieres? – atendí de mala manera.

- Hablar – contesto.

- Pues yo no quiero hablar, entiende – dije y corté.

Un minuto después, otro mensaje.

“Atiende niña” – dijo, por favor Payne, déjame tranquila.

“En unos días no me verás mas, ni por la calle, ni en la escuela ni en tu vida” – contesté.

“¿De qué hablas?” – dijo y yo no le contesté, apagué mi celular y dormí hasta el día siguiente.

La felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora