Capitulo 31

47 2 0
                                    

La verdad, no sé por qué Harry salió corriendo de esa forma luego de haber susurrado el nombre de su amigo, pero supuse que tenia que ver con lo que creyeron así que decidí ir tras él.

Subí silenciosamente las escaleras y caminé hasta un cuarto del cual provenían voces. Fruncí el ceño y me acerqué a aquella puerta.

- ¿Cómo pudiste traicionarme? – se escuchaba una voz quebrada tras la puerta.

- Te juro que no es lo que parece, pensaste mal, Liam – dijo otra voz.

- Claro que no pensé mal, siempre le tuviste ganas, Harold – dijo una voz que supuse que era la voz de Liam.

- Está bien, es cierto, Judith es una chica muy hermosa – dijo Harry y yo me sonrojé un poco – pero, hey, es y siempre será tuya, jamás rompería nuestra amistad ni lo que tú tienes con ella – dijo esa voz.

- Promételo – exigió Liam – promete que no tuviste nada con ella.

- Te lo prometo, hermano – dijo Harry.

Me sentí rara en ese momento, ¿Por qué Liam se enojaba con Harry? Aunque haya sido una equivocación, ¿con qué derecho le reclama a Harry que él lo traicionó si Liam y yo no estamos juntos? Cada vez me confundo más, él me confunde más. Creo que lo mejor sería sentarme y hablar seriamente con él.

La intriga acerca de sus acciones me invadió y toqué su puerta.

Liam no salió por la puerta, Harry la abrió.

- ¿Crees que pueda hablar con Liam? – le pregunté.

- Claro, pasa – dijo y abrió más la puerta.

Luego de que yo pasara, él la cerró. Me dediqué a mirar a Liam, estaba sentado en su cama, con su pijama de tortuguitas, y no estaba de la mejor manera que digamos. Me acerqué y me senté en indio mirándolo.

- Tienes cosas que explicarme, Payne – dije.

- No lo creo – dijo él.

- Pero yo necesito explicaciones, ¿Qué pasó allí abajo hace unos minutos? – pregunté.

- Nada – contestó seco.

- No me iré hasta que aclares mis dudas, Liam – dije con voz firme – así que te conviene responder.

- Me enojé, ¿contenta? – preguntó sarcástico.

- Bien, contestaste tu primera pregunta, vamos por la segunda – dije y él bufó - ¿Por qué te enojaste?

Se hiso un silencio entre nosotros, él me miraba con duda, como si estuviese buscando una respuesta a través de mis ojos. Yo también lo miraba con duda y trataba de encontrar una respuesta.

- Yo… - dijo y desvió la mirada, comenzó a juguetear con la almohada que tenía entre manos – creí que Harry y tu…

- Creíste mal – interrumpí – entre Harry y yo no ocurrió absolutamente nada y jamás ocurrirá – hice una breve pausa – pero eso no explica tu comportamiento, Liam.

- Si lo explica – afirmó.

- No, Liam, no tienes por qué enojarte porque nosotros no somos nada – dije.

- Exacto – dijo él y me miró con una sonrisa – no somos nada.

Fruncí el seño, juro que a veces no lo entiendo, no entiendo lo que me dijo anoche, no entiendo lo que me dice ahora, no entiendo sus actitudes ¡Este hombre es peor que las mujeres, por dios!, pensé.

- Juro que no te entiendo – dije ya, fastidiada.

- No tienes que hacerlo – dijo él.

- Explícamelo – exigí – aún no entiendo lo que me dijiste ayer sobre lo que no eras feliz, ahora me sonríes diciendo que no somos nada, juro que no te entiendo.

- ¿Sabes qué es lo que pasa contigo? – preguntó y se acercó a mi – no usas esto – dijo y tocó mi cabeza con su dedo índice.

- Intento usarlo pero es que eres tan… complicado – dije.

- Es fácil, si te digo que no soy feliz y tú me dices que estar con la persona que amas te hace feliz, ¿A qué crees que me refiero? – dijo velozmente – Ahora, ¿no crees que la frase “no somos nada” es contradictoria? Solo piensa – dijo y salió de la habitación.

No solo me dejo con la palabra en la boca, sino que me llenó de dudas, aún más de las que ya tengo. No lo entiendo, maldita sea, no lo entiendo. Trato de entenderlo pero no, no lo entiendo, ¡dios santo!

Es tan misterioso, es como si yo tuviera que descubrir algo que esconde detrás de sus palabras, como si me quisiera decir algo que no logro… captar. Pero la verdad, es que él no hace ningún esfuerzo para que yo entienda, “no somos nada” ¿qué tiene de contradictorio esa frase?

O yo soy un poco lenta o él de verdad no deja las cosas claras. Ya pensaré mejor.

Volví a mi habitación con todas las dudas dándome vueltas la cabeza. Miré mi celular.

“72 llamadas perdidas de Austin Blake” me tensé completamente ¡olvidé ponerle sonido al celular! Cerré la ventanita y apareció otra.

“80 mensajes de Austin Blake” me estremecí aún mas. Cerré la ventanita y volvió a aparecer otra.

“12 mensajes de voz de Austin Blake” decía. Me apresuré a llamarlo, le ruego a dios que no haya llamado a la policía.

Sonó una vez… sonó dos veces… tres…

La felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora