Capitulo 39

49 2 0
                                    

El resto de la semana pasó rápido, no molesté demasiado a los chicos por el hecho de que tenían que ensayar, según ellos. En cuanto a Austin, me aclaró que estaba sacado por el tema de que pase mucho tiempo con la banda pop, y también tenía miedo de que lo cambie por ellos. Además, fuimos a la casa de los chicos y Austin les pidió perdón por su comportamiento. Los chicos lo perdonaron, aunque Liam… bueno, digamos que no estaba tan convencido. Hablé con Austin sobre esa cena en la que los chicos cantarían y estuvo de acuerdo en ir, es más, le pareció una buena manera de devolverles el favor por haberlo perdonado.

Ya era domingo, hoy sería esa cena y mi cabeza se llenó de pequeñas dudas. Acerca de las canciones que cantarán… escuchar sus voces… porque la última vez que los escuché fue cuando aun estaban en el X Factor. Creo que sus voces cambiaron un poco de lo que las recuerdo, por lo menos, cuando hablan, se les escucha más masculina la voz, y cuando cantan, seguramente cantan más grave. Solo quisiera escucharlos. Apuesto a que su música derrite a cualquier mujer.

Salí de la peluquería ya con mi pelo ya arreglado para hoy. Estaba a una hora y media del acto de los chicos. Fui, delicadamente, hasta mi apartamento, donde encontré a mi querido Austin sentado mirando tele.

- Muévete, falta solo una hora y media para la cena – dije.

- Por eso, falta una hora y media – dijo él sin dejar de mirar el televisor.

Lo miré desafiante y me sonrió, no le devolví el gesto.

- Ve a bañarte – ordené.

Austin bufó y se dirigió al baño. Luego de que cerró la puerta tras él, saqué la lengua. Aunque la puerta se interponía. Reí para mi misma y me dirigí a la mesita de maquillaje que tenía en mi cuarto.

Recorrí con la yema de mi dedo, cada facción de mi rostro. Y juré por un segundo, verme a mí misma más de joven. Juré verme como aquel baile del colegio, no aquellos de graduación, solo un baile, un simple baile que había organizado con mi colegio. Mi mejor amigo me había pasado a buscar.

*Flash Back*

- Ya llegó, cielo.

- Ya bajo, ma – dije y volví a mirarme al espejo.

Me levanté delicadamente y caminé hasta alcanzar mi abrigo.

Me acerqué con cuidado y ahí estaba él. Con un elegante smoking, hablando con mi papá.

Cuando sintieron los ruidos de mis tacos, ambos giraron a verme. Su mirada, su tierna mirada se clavó en mi. Sus labios se curvaron en una sonrisa.

Nuestros ojos se encontraron y era casi imposible salir de ese trance. Él simplemente sonreía.

- Se les hará tarde, chicos – dijo mi madre con una sonrisa picarona.

Reímos y caminé hasta él y me aferré de su brazo.

- Tráela temprano, hijo – dijo mi padre.

- Claro que si, Jerry, no más de la una de la madrugada, lo sé – dijo él riendo.

Mi padre rió y luego nos fuimos. Caminamos hacia afuera. Mis padres ya habían cerrado la puerta cuando el volteó a verme.

- Te ves realmente hermosa – dijo sonriente.

- Y tú tienes un poco desarreglado el nudo de la corbata – dije riendo y se lo acomodé. Él rió conmigo.

- Lo siento, me quedé dormido y se me hacía tarde – rió.

- Listo – dije soltando su corbata.

Nos quedamos un rato mirándonos. Sonreíamos.

Tomó mi mano y me guió hasta el auto y rápidamente llegamos.

- Señorita – dijo luego de abrir la puerta del auto y extenderme su mano.

- Señorito – dije y rió.

Me llevó hasta el baile y no me soltó. Llegamos a la pista y comenzamos a bailar lento. Al principio, solo nos mirábamos. Luego, apoyé mi cabeza en su hombro.

Podía respirar su aroma a hombre que tanto derrite a las mujeres.

Y me derretía a mi.

Susurró levemente unas palabras… en forma de canción.

*Fin de Flash Back*

Diablos, no recuerdo esas palabras. ¿Pero por qué involuntariamente recordé aquello?

- Cielo – dijo alguien a mis espaldas y volteé.

- Austin – dije y sonreí levemente.

- Uhm… ¿estás bien? – preguntó.

- Si… si – dije y volví a ver mi reflejo.

- Pues… ¿estás lista? – preguntó y me detuve a verlo.

¿Ya estaba cambiado? ¿Cuánto tiempo me perdí en mis pensamientos?

- Me pongo el vestido y ya – dije.

Fue lo que hice. Me puse el hermoso vestido color violeta.

Cuando estuve lista me dirigí a mi novio.

- Te ves realmente hermosa – dijo sonriente.

Mi sonrisa se esfumó al recordad que hace cinco años, él me había dicho lo mismo.

*Flash back*

- Te ves realmente hermosa – dijo sonriente.

- Y tú tienes un poco desarreglado el nudo de la corbata – dije riendo y se lo acomodé. Él rió conmigo.

*Fin de Flash Back*

La felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora