5 parte tres: Juguemos.

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[Zoe]

Rápidamente subí las escaleras al darme cuenta de que ninguno de esos tres idiotas iba a tomarme en serio. Abrí la puerta de la habitación de Audrey y me acosté, más bien, me tiré a su cama.

Trío de idiotas, pensé.

Me quedé observando los posters que mi amiga tenía en las puertas de su armario, la mayoría eran de Green day, a ella le encantaba esa banda.

Suspiré. No podría seguir enojada por mucho tiempo, además, ya me estaba matando el aburrimiento.

Cuando estuve por levantarme, la habitación se quedó a oscuras, y la poca luz que entraba por el espacio que había entre la puerta y el marco, había desaparecido.

-Estupendo -me quejé y me levanté completamente de la cama.

Con cuidado de no dar con nada me guié hasta la puerta.
Tenía unas increíbles ganas de ir al baño, y con la luz apagada o no, yo iba a orinar.
Había estado las suficientes veces en la casa de Audrey para saber dónde quedaba.
Giré a mi derecha y palmeé la pared. Llegué al baño y desbloqueé el móvil para que este me diera la luz que necesitaba.

Estaba tranquila a pesar del enorme espejo que se encontraba allí. Con la luz del teléfono alumbrando el cuarto de baño a oscuras parecía que estaba por hacer algún tipo de ritual.

Al terminar de hacer mis necesidades me lavé las manos y me dirigí a donde los chicos.

La puerta de la habitación de Ally, la hermana de la rubia, estaba abierta. Es extraño, ya que cuando subí estaba cerrada.
No le di importancia y bajé las escaleras con cuidado de no tropezarme.
Llegué donde se encontraban Scott y Dennis, pero Audrey no estaba con ellos. Fui hasta el sofá y me recosté en él.

-Mira a quién tenemos aquí - habló Scott.

-Cierra la boca -le dije con fastidio. Iba a lograr ponerme de mal humor de nuevo.

-Le ha llegado la regla -le susurró el muy imbécil a Dennis. Éste sólo se limitó a reír.

Sólo hizo falta estirar el brazo para darle un golpe en la nuca.

-¡Oye! -se quejó a la vez que se sobaba la parte golpeada y me miraba con enojo.

-Tú te lo has buscado, la próxima irá a tu lindo rostro -.

-Oh, crees que mi rostro es lindo -agregó mientras hacía aletear las pestañas.

-Sólo lo dije para que no te sientas mal, cariño. Y deja de hacer eso, quedas como un marica -al instante dejó de hacerlo.

Dennis sólo reía.

-¿Y a ti te ha comido la lengua Scott o qué? -los nombrados me miraron indignados.
Reí. -Oye, ¿y Audrey? -pregunté con la esperanza de que uno de los dos crea que la pregunta haya sido dirigida a él y responda.

-Fue a buscarte -como esperaba, Dennis me respondió.

Me senté en el sofá.

-¿Qué? -fruncí el ceño - no la he visto -.

-Por si no te has dado cuenta no hay luz -Scott señaló el foco. A ellos era fácil verlos ya que los dos tenían el teléfono en mano.

-Gracias, sin ti y tu genial grado de percepción no me habría dado cuenta -respondí con sarcasmo.

-Nena, ya deja de alargarme -contestó sin quitar la vista de la pantalla del móvil.

Bufé.

En ese momento el sonido de la madera de la escalera siendo golpeada inundó la sala.
Supimos al instante que se trataba de Audrey.

Dar proxxmu. PAUSADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora