Dar proxxmu. PAUSADA.

5 parte dos: "Luces fuera".

[Zoe]
- Ay por favor, no seáis gallinas. Hasta Dennis sería capaz de darse cuenta del temporal -habló Scott. Seguramente había abierto la boca sólo para aliviar el ambiente. Los dos éramos conscientes de que él también estaba asustado, pero obviamente, el gran Scott haría lo imposible para que eso no se notara.
Audrey río nerviosamente.

-T-tal vez Iori tenga razón. No hay que alarmarse. Pa-parecemos unos críos. -Audrey habló.

-Y por eso tartamudeas -comentó Scott.

-Chicos -quise captar su atención ajena al nuevo tema de conversación, al que incluso Dennis se unió. Rápidamente los tres pares de ojos se clavaron en mí - hoy...bueno, ayer... me sucedió algo... digo, quizá fue un sueño más o... aún estaba dormida y lo imaginé todo pero... fue extraño porque... -levanté mi vista hacia ellos y parecía que acababa de darles un ejercicio matemático de más de ochocientas mil cifras.

-Zoe, ¿te sientes bien? -intervino mi rubia amiga a la vez que se acercaba y tocaba mi frente con el dorso de su mano para comprobar que no tenía fiebre o algo parecido. Rápidamente quité su mano con fastidio al ver que Scott y Dennis reprimían una carcajada.

-¿Sabéis qué? Olvidaros. -espeté furiosa mientras me levantaba y me dirigí hacia la habitación de Audrey.

[Audrey]
-¡Oye, Zoe! -intenté detenerla pero fue en vano, pues ya iba había subido más de la mitad de la escalera- Oh, ahora tendré que pedirle perdón -dije al mismo momento que me levantaba para ir a por ella.
-¿Por qué? No es como si la hubieses insultado -intervino Scott.

-No, pero quizás quería decirnos algo importante para ella y sólo nos burlamos -Le respondí a la lechuga insensible de Scott.
Me dirigí a las escaleras y antes de llegar al final en la casa no quedó ni un rastro de luz.

-¡Oh, genial! -grité.

-No te quejes. Deberías haber pagado -gritó Dennis desde donde sea que se encuentre.

Sólo le respondí un cállate y puse más empeño en subir el tramo que me faltaba con precaución de no pisar en falso y terminar en un hospital.

-¡Zoe! -grité inútilmente, pues la terca chica ni contestó.

-¡Venga Zoe, baja! -conocía mi casa a la perfección, pero no sabía dónde mi enojada amiga había ido a parar.
Tampoco tenía el móvil para usarlo como linterna y facilitarme las cosas. Pero en ese momento mi memoria cobró vida, y me acordé que Ally tenía una linterna en su escritorio que usó cuando fue de campamento.

Como pude me dirigí a su habitación y busqué la bendita linterna. Rogaba por, si en algún momento la encontraba, tuviera carga.
Comencé a palpear el escritorio con cuidado de no arrojar nada. Sobre él no estaba, así que me digné a buscar en los cajones y... ¡bingo!, la encontré.

Cuando la tuve en mis manos, le toqué cada centímetro para buscar el botón que la encendiera. Al final, sólo hacía falta mover la unión de adelante.
Mi suerte comenzó a cambiar cuando al ver que la cama de mi hermana era iluminada por la amarillenta luz de la linterna. Tenía carga.

Me dispuse a marcharme y buscar a Zoe.

-¡Zoe, tengo una linterna y no temo usarla! -.

Una puerta se cerró de un abrupto y no divisé cuál. Estaba entre si fue la del baño o la de mi habitación.

-¡Zoe es la última vez, no te estaré rogando! - entré a mi habitación y al poner un pié allí, la puerta del cuarto donde minutos antes había estado se cerró de igual manera que la anterior.

-¡Zoe ya no es gracioso! -de lejos lograba escuchar las risas de Scott y de Dennis. Pensé que tal vez ellos me estaban jugando una mala broma para calmar mis nervios porque sí, estaba asustada.

Cuando alumbré con la linterna mi cama, un bulto se escondía bajo las sábanas. El oscuro cabello de Zoe caía sobre el borde y su estómago se elevaba y bajaba en un constante compás.
Estaba dormida.
Está bien, puedo creer que se haya quedado dormida mágicamente en dos minutos pero joder, ¿tan pesado tenía el sueño que no oyó los puertazos ni mis gritos?.

-Zoe despie... -fui interrumpida por otro fuerte golpe y con el corazón en la boca salí de la habitación enfurecida.
Tenía miedo pero estaba enojada también.

Al escuchar más risas abajo me dispuse a bajar hacia allí sin percatarme de que detrás de mi se encontraba un mueble, y mi rodilla fue víctima de ello.

-¡Joder! -.
Bajé las escaleras con rapidez preparando mentalmente los miles de insultos que les gritaría en la cara, y no me preocupé por si me rompía un brazo o no.

Para su desgracia llegué sana al suelo.

Al distinguir a Scott y a Dennis me digné a ladrarles las mil y una groserías que había pensado, pero me percaté de algo más, y enmudecí.

Las palabras no me salían de la boca, parecía que mis cuerdas vocales no fuesen útiles y mis piernas temblaban. Sin necesidad de mirarme a un espejo sabía que mi cara se había tornado pálida y en mi estómago se formó un nudo imposible de desatar.

Sus miradas se dirigieron a mí al ver que había vuelto con tanta rapidez y brutalidad, pero yo seguí en mi trance.

Zoe estaba con ellos.

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Holaaaaaaaaaaaaa. Como podéis notar, volví y con un nuevo cap.

Hoy no diré mucho. Ojalá os haya gustado y... eso.

¡Hasta lueguito!.

-Q.