Último capítulo.

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Último capítulo.

— ¿Cómo esta la princesa que va a su reinado hoy? —pregunto mi tío Jared asomándose por la puerta. Sonreí de lado y él borró su sonrisa— ¿qué sucede, hermosa?

Suspiré pesadamente y lo abracé sin avisar, empapando su camisa de rayas con mis lágrimas. Le susurre con voz quebrada a sus clavículas:

—no iré al baile, tío. Lo siento—me disculpé. Él se alejó un poco de mí e hizo que lo mirara fijamente.

En sus ojos verdes encontré comprensión. Jared era el padre que alguna vez tuve, me apoyaba en mis decisiones, sabía cuando me sentía mal y sé que sabía perfectamente mi razón para no ir al baile. Sonrió:

— ¿es por ese chico, verdad? —preguntó secando unas cuantas lágrimas que estaban en mis mejillas. Asentí.

No recuerdo exactamente que día, ni se calcular hace cuanto fue. Sólo sé que me tomé el tiempo adecuado y necesario para contarle a Jimena y a Jared sobre Nicolás. Les conté absolutamente todo. Les conté que lo conocí y algo en él me encanto. Que hicimos el amor a los pocos días de conocernos. Que confié mis más grandes secretos a él y que al final termine dándome cuenta de que lo amaba. Joder, realmente lo amaba.

Pero no comente nada el día anterior a ninguno de los dos sobre de que deseaba faltar a el baile de graduación para ir a buscarlo.

—Jimena me matará—le confesé a Jared y volví a esconder mi rostro en su cálido pecho, con aroma a padre. La voz de mi tía nos hizo separar. Ambos la miramos, estaba en el marco de la puerta apoyada y cruzada de brazos, nos miraba seria.

—amor, la niña qui...—Ella lo interrumpió. Jared iba a dar una explicación coherente por mí. Pero hay que aceptar que decir que voy a faltar a un baile que es solo una vez, por buscar a un desconocido-conocido.

—Euge...—me miró seria y suspiró— ve por él.

Sonreí y la abracé fuertemente, sentí la risa de mi tío atrás mío. Me separé de mi tía y le agradecí, iba a salir del cuarto para ir en busca de 'mi príncipe azul' Pero ella me agarro del antebrazo. Fruncí el ceño.

—Pero, Jared y yo necesitamos decirte algo importante, hermosa—dijo mirando a su esposo, con una mirada cómplice y ambos con enormes sonrisas. Mi confusión creció y ellos lo notaron. Cada uno agarro una de mis manos—Euge, Jared y yo...—paró. Al parecer no era capaz de decir lo que tenía que decir—dile tú, amor—le ordenó con una risita a Jared, el suspiro

—No tienes que hacerlo si no quieres—me advirtió Jared. Yo asentí—Jimena y yo te queremos adoptar.

Abrí mis ojos como platos, ellos solo sonreían.

—Y-yo—tartamudeé. Y después sonreí— ¡ME ENCANTARÍA SER SU HIJA! —grité y los abracé.

******

— ¡¿cómo que esta allá?! —le pregunté casi en un grito a Rochi

— ¡Apenas lo vi! —contestó la Gata y Zayn pasó al teléfono

— ¡VEN PARA ACÁ CANDY! —me gritó y corto.

Mierda, llevaba media hora al frente de la casa de Nicolás, empapada por la lluvia, mi vestido de la graduación estaba hecho agua, tenía que llegar rápido y con tacones no podría correr lo suficientemente rápido. Tiré mis tacones a la puta mierda y salí corriendo al baile de graduación.

Cuando llegué lo busqué con la mirada pero no estaba en ningún lado. Vi a Zayn y a Rocío en una esquina, les hice una seña preguntándoles donde estaba. Y ellos me miraron decepcionados. No puede ser, no otra vez. No.

Me subí en el escenario. Todos me miraban con gestos de duda y otros se reían de mí, entre esos estaban Benjamín, Mariana y Candela quienes me miraban con odio y desprecio. A lo lejos vi para mi sorpresa a Emilia. Me miraba de la misma forma en que siempre lo hizo: odio, desprecio.

Vi a un rubio a punto de salir por la puerta principal y supe inmediatamente quien era. Agarré el micrófono sin permiso y le grite:

— ¡NICO! —Él se volteo a verme. Tenía un smoking negro que sabía lucir muy bien. Mis ojos se cristalizaron cuando noté que el no tenía expresión, ni emociones en su rostro. Todo el público lo miro y me miraban a mi también.

—lo siento ¿si? —me disculpé y una lágrima resbalo de mis ojos sin poder detenerla. —Lamento haberte dicho que no, cuando en realidad me moría por un sí. Toda mi vida fue una mierda Nico—él me miraba fijamente al igual que todos—, y siempre tuve miedo de volver a repetir la misma historia. Mis padres jamás volverían, nunca tendría una familia feliz de nuevo y sobre todo jamás me volvería a enamorar. Pero me he equivocado.

Comencé a bajar del escenario y caminé hacía él, cuando estábamos los dos de frente a casi centímetros. Solté el micrófono, pero aún así la gente seguía escuchándome, porque todo estaba en un completo silencio.

—Sí—le afirmé—: mis padres no volverán a la vida. Pero tengo a Jimena y a Jared. Y cuando estoy con ellos estoy feliz, son mi familia Nico. Y vos—miré mis manos con las que estaba jugando nerviosamente, tomé aire y lo volví a mirar fijamente. Sus ojos brillaban.

—Con vos estoy en mi hogar Nicolás—le dije y limpié unas cuantas lágrimas—tú eres mi hogar. Y sinceramente ya no tengo miedo Nicolás. Quiero salir de la puta burbuja en la que me he metido. Y ser feliz. Quiero formar una familia con Jared y Jimena. Pero hay un problema

— ¿qué? —habló por fin él

—que sin ti mi familia no esta completa. Te amo pastelito—el se rió al escuchar como use mi sobrenombre con él. Yo también reí a pesar de las lágrimas húmedas. Noté que a él también le caían algunas gotas por las mejillas. Me agarró la mano y me acercó a él.

—Yo también te amo, pastelito—exclamó y ambos nos reímos. Rompimos la poca barrera que nos separaban juntándonos en un beso. Todos empezaron a aplaudir.

<<Mamá, papá. Lo he logrado. Lo hemos logrado. >>

Fin.

Palabras de la autora:

Bueno, como siempre he de agradecerles un montón por tomarse el tiempo de leer mis... mis pavadas a las que denomino 'Novelas' jaja. Amo escribir y jamás me cansaré de decirlo, pero todo lo hago es por ustedes que me leen y lográn apreciar el esfuerzo, y trabajo que hago. Gracias infinitas y, por favor, follénse a la vida.

Rose Black And White

PuticientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora