Capitulo Veinticuatro

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Esa mañana me despertó un tenue rayo de sol que se colaba por las cortinas de las ventanas. Estaba a lado de Tom y por alguna razón me dolía mucho mi cabeza, mi cuerpo un poco.Empecé a buscar mi ropa entre las sabanas y me dirigí al baño, Tom roncaba como oso en invención.Ahí abajo se escuchaban los pasos de los perros, muy ligeros.


—Tom—Me senté a un lado de la cama, y lo moví un poco, despertar a Tom era un gran reto, tenía en sueño muy pesado.— ¿Qué pasa?—Murmuro aun dormido.—Es que ya es tarde.—Adela estamos de vacaciones.—Ya lo sé, pero no puedo dormir tanto.— ¿Lo de anoche no te dejo lo suficientemente cansada?—No, ahora levántate, que quiero salir un rato. Te espero abajo.—Está bien como quieras.


Lo deje ahí solo, y baje a darles de comer a Galletas y a Caramelo que estaba despierto desde muy temprano. También prepare algo para desayunar.Tom se reunió un poco más tarde conmigo, y con los perros, platicamos de nada en especial solo del próximo regreso a clase. Algo que él no quería pero que tendría que aceptar y acostumbrarse a él.Además de comentar que la mayoría de nuestros amigos ya habían regresado a la ciudad después de una excelentes vacaciones.


— ¿Quieres salir?—Si Galletas y Caramelo necesitan estirar sus piernas.—La voy a avisar a Tere y Paul que no se preocupen que estoy bien y eso, te alcanzo afuera.—Sí.


Se dirigió a la sala y yo le coloque ambos sus correas y cadenas para poder salir con ambos.Mire para todos lados y me quede pensando por un segundo en Andy, ¿ya estaría nuevamente por aquí? Desde ese día que le había dicho que sentía cosas extrañas cuando él estaba cerca, no había tenido el suficiente valor como para contestar sus llamadas y eso, tampoco los mensajes ni nada de eso, los había dejado pasar, y en todo ese tiempo igual necesite de su presencia.


— ¿Lista?—Tom me saco de mis pensamientos, cuando me tomo por sorpresa y me dio un beso en una de mis mejillas.—Si lista.—Adela sigo diciendo que has estado un poco rara, ¿te sientes bien?—Si es solo que ya quiero ver nuevamente a nuestros amigos.—Yo igual aunque a Andy no lo quiero ver, ¿Te conté que paso un fin de semana con mi familia?—Sí, Tom me lo contaste que te gano en ese partido de tenis y eso. Si no te cae bien simplemente ya no le hables.—Es que si me agrada, es solo que él está cambiando un poco y eso.—Tom estás loco, ya deja de pensar en Andy.—Tal vez si pero...— ¿Te callas?—Está bien.


En todo el camino no volvió a mencionar a Tom, y solo se la paso haciendo bromas para controlar las ganas de meter nuevamente a Andy en la conversación.Sabía que el odiaba estar así porque él estaba muy acostumbrado a decir las cosas y también a decir lo mucho que empezaba a desagradarle Andy, aunque sabía que él estaba muy bien correspondido.


Y yo odiaba estar así, entre dos personas que quería y que se odiaban tanto.Que incluso me llegue a sentir culpable, sabiendo que era la culpable.Más tarde Tom me acompaño a la casa de Ariana porque mi tío iba a pasar por mí ahí.


—Entonces espero verte en la escuela más tranquila.—No te preocupes esta última semana de vacaciones meditare muchas cosas.Tom me abrazo y después me beso.No quería perderlo, no estaba dispuesta a dejar que eso acabara de esa forma, no quería y no lo permitir. Tenía que buscar una forma de solucionar todos los problemas que me había generado eso de ser otra persona.


[~]


—Bill, Adela ya es tarde

¿Adela o Daniel? Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora