Capitulo 13

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//He salido de mi bloqueo. Pensé que sería mas largo, pero todo ha ido bien, y hoy me he despertado con ganas de escribir una y mil cosas, todo en un día. Y volveré a decir, todos están muertos, pero esta escritora aún sigue viva.//

Siempre me he preguntado. ¿Por qué los adultos se vuelven aburridos? ¿Por qué las personas tienen la gran necesidad de madurar? ¿Que acaso no podemos vivir como niños siempre?. Porque realmente, no quiero ser un adulto. No quiero dejar este lugar. Y no quiero que mi mejor amigo madure.

– ¿Crees que haya algo bueno en TV, Bruno?. – Comentó Dick mientras cambiaba canales, casi sin ver que había en cada uno. Bruno se sentó a su lado y recostó un poco su cabeza en su propio hombro, pensando un poco. 

– Depende...¿Que clase de canales te gustan?. 

– Bueno...Para mi esta bien cualquiera que tenga sangre y esas cosas. 

– Ya veo...Quizás el canal 20 te guste.

El canal 20 siempre tenía películas, la mayoría eran thrillers o simplemente de acción, lo admito, era uno de mis canales preferidos, pero no tenía ánimos como para sentarme a ver películas, ni porque mi mejor amigo estuviese ahí. Por eso fui a mi habitación, y me envolví entre las sabanas. 

¿Que me pasaba? No estaba pasando nada malo, no se había muerto nadie -Por suerte.- Ni tampoco había salido otra parte de mi videojuego favorito y no tenía dinero para comprarla. ¿Por qué me sentía solo?...¿Por qué si estaba acompañado de gente?. Lo admito, en ese momento tenía un nudo en la garganta, lo había aguantado un buen rato, pero al fin ya se había hecho insoportable. Y por eso empecé a llorar. No recordaba como se sentía que las lagrimas recorrieran tus mejillas, y que no pudieras detenerlo. Sentía como todo el peso que llevaba por alguna razón se esfumaba, pero aún así no podía dejar de llorar. 

Me sentía un total estúpido. Mi mejor amigo había empezado a juntarse mas con un tipo que había conocido hace unos días, ¿Era tan reemplazable? Para que mentir, Bruno era mi único amigo, si, tenía conocidos que quizás me consideraban como un amigo, pero yo no, solo Bruno había estado ahí cuando me caía, y cuando nadie mas estuvo. ¿Por qué rayos estaba pensando todo esto, en este momento?. Bruno esta ahí, esta en la sala, de mi casa, sigue estando a mi lado, pero no puedo evitar sentirme solo.

La puerta se escuchó, alguien la había abierto, y bueno, era Bruno. Quizás le había parecido algo sospechoso que estuviera en mi cuarto, porque casi nunca estaba ahí, y mas porque no era muy tarde. Me observó, algo sorprendido, porque mis ojos estaban hinchados y yo seguía llorando, quisiera decir que casi ya no salían lagrimas de mis ojos, pero rayos, no podía parar.

–...¿Que ha pasado? –Caminó hacia mi cama y se sentó en la punta, mirándome con algo de preocupación. – ¿He dicho algo malo? O acaso, ¿Alguien te ha dicho algo malo?...– Su voz era baja, y su mirada seguía en mis ojos rojos.

No es nada...Puedes irte, en verdad – Rodé los ojos. – No tienes que hacer nada, estoy bien, solo...vete.

...¿Como quieres que me vaya? No te voy a dejar llorando, Oliver, debe haber una razón...Tu no lloras porque si...Hace rato que no lo hacías si quiera.

¡Bueno! Pero ahora estoy llorando porque si...Porque quise--  – Mi voz se entrecortó, no podía con aquel nudo en mi garganta. – Solo vete...– Escondí mi rostro entre las sabanas.

...No me voy a ir...–Se levantó de la punta y se sentó en el suelo, al lado de donde estaba. – Vamos...Sabes que me puedes contar todo...Eres mi mejor amigo...

...¿Seguro?. –Comenté mostrando mi rostro, el cual estaba ya pegajoso por las lagrimas que se habían anteriormente. – Porque ahora parece que tienes otro mejor amigo...

¿De que hablas?...– Arqueó una ceja sorprendido. –...¿Hablas de Dick?...¡No bromees! El nunca sería mi mejor amigo, siempre los serás tu. Eso lo sabes bien.

...¡Pero es que!...No quiero quedarme solo...– No podía aguantarlo, había empezado a sollozar, justo como un niño pequeño. – Lo siento...– Dije entre sollozos, mientras tenía mas lagrimas y mas lagrimas en el rostro.

Oliver...No tienes que disculparte, no has hecho nada...Yo...Lo siento, por hacerte sentir que ya no eras mi mejor amigo...¿Por eso estas llorando? – Comentó apoyando su cabeza en la pared. – Ahora me siento como un tonto. Lo siento, lo siento en serio. 

Si, ahora me sentía peor, había hecho sentir mal a Bruno, otra vez, era algo que siempre hacía, desde que tengo memoria, haciendolo sentir mal, que gran amigo era.

...No tienes que disculparte...No has hecho nada Bruno, tu nunca haces nada malo. Soy solo yo...En serio, puedes irte, solo es una tontería, no tienes porque estar aquí, puedes ver una pelicula en el canal 20 y--

No terminé mi frase, porque me había abrazado, me apretaba con fuerza, yo estaba recostado en cama, así que con esa misma fuerza hizo que me levantara un poco y luego me soltó, sonriendo ladino.

Amigos en las buenas y malas, ¿No? Estoy seguro que Dick puede verse esa película solo.

–...Gracias Bruno.

Aún tenía lagrimas en el rostro, si, tenía ganas de llorar, pero no podía hacer sentir mas culpable a Bruno de algo que el mismo no quería, y realmente, no causó.

¿Quieres hablar un poco? ¿Te acuerdas de esa vez que tuviste una pesadilla y fuiste a mi casa, solo porque tenías miedo? – Bruno empezó a reír. Si, lo recordaba, había sido una pesadilla muy tonta, pero había tenido miedo.

Si, lo recuerdo – Comencé a reír junto a él. – ¿Te acuerdas de esa vez que tuviste varicela y me tocó quedarme en tu casa para que mejoraras, y que luego yo también tuve varicela?

¡Claro que lo recuerdo! Haha, en ese momento creíamos que la varicela no se pegaba así de fácil, y por eso te contagiaste – Sus risas aun seguían, se levantó de donde estaba y se sentó en el suelo, yo me quedé en el mismo lugar. – ...El tiempo pasa muy rápido, ¿No lo crees? Pareciera que fue ayer que estábamos aprendiendo a montar bicicleta.

Si...Tienes razón...Sabes Bruno...Tengo miedo de que dejemos de ser amigos, y cada uno escoja su propio camino.

– No pasará...Hemos hablado de esto, ¡Mejores amigos por siempre! De eso no dudes.

– Si pero...¿Y si discutimos?

– Nos reconciliaremos, ¡Siempre discutimos, y siempre nos reconciliamos!

– ¿Y si eso no pasa?

– Yo no dejaría que estuvieras enojado toda tu vida conmigo...O que yo lo estuviera contigo – Arqueó una ceja y posó una mano en el borde del colchón.

–...¿Y si alguno hiciera algo muy malo y no fuera así?...

– Te digo que aunque me cortaras un brazo por error o porque quieres nunca dejaría que afectara nuestra amistad.

...Esta bien...Ahora que hablamos de amistad y eso...¿No quieres decirme quien te gusta? – Había recordado a Amaia, y todo lo que me había dicho, de que si era mi mejor amigo debería saber, porque bueno, era su mejor amigo.

Se sonrojó leve y rodó los ojos.

– Ya te dije que no te diré...Simplemente no.

– ¡Pero por qué! Vamos, no le voy a decir nada, no va a pasar nada si me dices!

– ¡Ya te dije que no!

– ¡¿Pero por qué?!...Vamos, si eres mi mejor-- 

– ¡Porque me gustas tú, Oliver!. – Y me había interrumpido.

GundurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora