Gundur

Capitulo 7

Había escuchado un ruido afuera de mi habitación.

Me levanté casi tambaleando y con los ojos casi pegados de mi cama.

Salí y comencé a mirar a todos los lados en busca de lo que había causado el ruido, casi había pensado que era mi imaginación cuando escuché otra vez ese ruido, provenía de la sala.

Caminé lo mas silencioso que pude y miré con cuidado.

Si, había tenido miedo, lo admito, pues una silueta se acercó a mi. Sentí un empujon y caí al suelo, mirando hacia arriba, y aquella silueta ya se había distinguido.

Era un chico alto, como de unos 15-16, su cabello blanco cubría gran parte de su ojo izquierdo, y su piel era algo rosada. Sus ojos eran de un verde tan puro que casi parecía cesped.

Me había alejado con miedo, pues tenía miedo de que me hiciera daño.

–Hm...Yo no muerdo, tonto...Deja de alejarte.

–¿Eh?...Pero que...¿Quien rayos eres tú y que haces en mi casa?.

–¿Así me hablas? –Se acercó un poco y se sentó en el suelo–. Deberías tenerme algo de respeto niño.
–Pff...¿Por qué lo tendría? –Realmente me había enojado. Entraba en mi casa, me empujaba, y aún así me pedía "Respeto"–.

–Ha...Ya veo, con que no sabes quien soy...Primero que nada, me llamo Dick. Me enviaron acá porque un tontito había conseguido poderes...ya veo que probablemente no seas tú.

–¿Eh? ¿Poderes? ¿Acaso te has golpeado la cabeza? Y si fuera real...¿Como aseguras que no soy yo el que tiene poderes?.

–Poderes niñato...Eres muy inmaduro para saberlo. Y no es difícil deducir que alguien tan tonto no es el que tiene poderes.

Fruncí el ceño y luego crucé los brazos. Me levanté del suelo. Quizás lo que había pasado ayer en la calle era un poder.

–...¿El poder tiene que ver con el tiempo?.
–Hm...Se podría decir, pero el poder del tiempo solo es algo de principiantes –Se encogió de hombros–. Son mas de 50 poderes los que aprende alguien de nivel 1.
–¿Nivel 1? ¿Es como una especie de videojuego?

–Esto no es un videojuego...es algo real. Ahora, dime quien te dijo lo del poder del tiempo, seguro conoces al que tiene poderes –No me dejó hablar y se fue a mi cuarto, lo seguí y ya ahí el señalo a Bruno, el cual aún dormía–. ¿El te lo dijo? Tendría sentido...se ve un poco menos tonto.

–Duh...no. Yo le dije a el, hace unas horas estaba en la calle y ¡Zaz! El tiempo se paró de repente.

Su mirada no era de estar convencido, pero entonces me empujó afuera de mi cuarto, salió y luego cerró la puerta.

–Así que eres tú...–Se aclaró la garganta–. Verás...No sabes lo importante que eres...Pronto te darás cuenta el peligro que corres. Por eso me mandaron, soy tú guardian, y tambien tu instructor.

–¿Tú? No tienes cara de poder enseñarle algo a alguien.

–Deja de tomarte esto como si fuera mentira. ¿Quieres acaso que te muestre lo que puedo hacer?

Asentí en broma, no creía que pudiera hacerme algo. Y fue ahí cuando me di cuenta que no mentía.

El extraño señalo mis pies y luego de un segundo estaban totalmente paralizados.

–Supongo que ahora no puedes moverte...Verás, a pesar de que aprendemos mas de 200 poderes nos especializamos en uno. El mío es la paralisis, sabrá Dios cual será el tuyo, pero con esa actitud dudo que llegues siquiera a superar el nivel 1.

–Oye...Quitame lo que sea que hayas hecho. Ademas, seguro llegaría a superarte~

Soltó una gran carcajada y luego movió la mano, haciendo que mis pies se movieran.

–No seas tan egocentrico niño...Vaya, que mala suerte va a ser cuidarte.

Luego de el decir eso la puerta tras de el se abrió.

Era Bruno, se había despertado, y veía a Dick con confusión.

–¿Quien eres tú? –Preguntó sin miedo, luego me observó—

.

Dick volteó y lo vio.

–Soy Dick...Mucho gusto, soy un amigo de Oliver...Me vengó a quedar unos días, ¿Verdad Oliver?.

No sabía quien le había dicho mi nombre, lo único que sabía era que me miraba amenazadoramente.

–Eh...Si, eso.
–Oh...Un gusto Dick, yo soy Bruno, tambien soy amigo dr Oliver –Le extendió la mano y Dick dudó un momento, pero apretó su mano–. Ha...No sabía que tenías amigos "Mayores" –Dijo mirandome–. o espera...¿Que edad tienes Dick?.
–¿Edad? 17.

–Oh...Entonces solo te queda un año aquí, que mal...–Me miró como si en verdad me importara–.

–Uy si, que mal, te extrañaré amigoo –Dije actuando–.

Sabía que teniendo 2 personas en mi casa sería un desastre, y mas si uno de ellos tenía magia. Le había mentido a Bruno, me sentía mal, pues el tenía derecho a saber lo que pasaba.