Regresa a Mi.

Capitulo 11.

La luz se filtra por la ventana y me da justo en los ojos, despierto a duras penas, me giro y Augusto duerme aun, trato de levantarme pero se me hace imposible, siento una fuerte punsada a la altura de mis riñones el dolor es tan fuerte que me provocan ganas de llorar, tengo unas ganas horribles de ir al tocador, pero levantarme se hace imposible, siento un liquido recorrer mis piernas, un liquido tibio, me toco la entrepierna, no es necesario ser un genio para darme cuenta que he rompido fuente, los nervios me ganan y comienzo a gritar como una verdadera loca, Augusto despierta de un salto, asustado y con unos ojos grandes tan grandes y redondos como platos, seria muy gracioso en otras circunstancias, -que pasa mi amor?!- dice mas fuerte de lo necesario -el bebe- le digo esperando que entienda a lo que me refiero -que le paso al bebe?- pregunta confundido, no se si reir o poner los ojos en blanco -esta por nacer Augusto,llevame al hospital!?- le digo entre gritos estoy muy nerviosa, no se como reaccionar, Augusto saca su movil y marca en unos segundos estan dos de los guardias, esperando instrucciones, camino despacio y las contracciones vuelven haciendo que grite de dolor y Augusto solo muerde sus nudillos, jamas lo habia visto asi tan nervioso, bajo la escalera a duras penad y mi nana ya esta junto a la puerta con dos maletas una pequeñita rosa, con la cosas de mi hija y la otra negra para mi, miro a mi nana con la esperanza de que entienda lo que deceo, ella asiente con su cabeza y sonrie, y sale junto a mi sube al coche conmigo y Augusto, y dos guardias nos siguen en un coche atras, el viaje de veinte minutos al hospital se me hizo eterno, senti como si hubiera sido de cinco horas, al llegar ya nos estan esperando para realizar el parto, Augusto es eficiente dentro y fuera de su empresa coordino todo para que el nacimiento de nuestra hija sea perfecto, de echo creo que su plan se llamaba algo pinkyprincess o algo extraño, llegando a maternidad, ya no aguanto mas mi pequeña espumita quiere salir esta desesperada, me llevan a la sala de parto, pero no quiero estar sola quiero a Augusto conmigo, entramos a la sala y me siento muy cansada, realmente agotada, trato de mantener los ojos abiertos pero esa simple tarea se esta combirtiendo en una dificil prueba, mis parpados estan pesando y no se que pasa o que me hicieron pero mis ojos se cierran y lo ultimo que logro escuchar es a la doctora Collins decir, Cesaria de urgencia, la madre ha perdido la conciencia, trato de abrir los ojos pero la oscuridad llega de nuevo y me unde profundo en un sueño del cual se me esta haciendo imposible despertar...