Capitulo 7

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Narra Rebeca

Llegué a casa con una noticia nueva y con ganas de ver a Dani. Pobre, con lo que él quería a Cristina... Cuando abrí la puerta vi a Adriana cogiendo un paquete de pañuelos, supongo que para Dani, y hablé con ella.

Adriana: Esta fatal, no quiere hablar con nadie, sólo conmigo, no por qué. Me contó todos los buenos momentos que tuvo con ella y que aun no se cree que le estuviese engañando.

Rebeca: Nunca creí que Cristina fuese capaz de hacer algo así. ¡Era muy maja!

Adriana: ¡Y tanto! Bueno, ¿algo nuevo?

Rebeca: Si, el instituto estará en obras. Hay muchas goteras, se necesitan más clases y quieren cambiar todas las mesas, sillas, pizarras... Mañana empezaremos a ir a otro instituto. Nos mezclaremos con la gente de allí. Seremos como los nuevos.

Adriana: Vaya lío. Seremos demasiados. ¡Yo soy feliz en mi insitituto, con goteras y todo!

Rebeca: Tendrás que hacerles la pelota a profesores nuevos.

Adriana: Lo . Espero que allí los chicos sean más majos porque los de nuestra clase...

Subimos las escaleras para ir a la habitación de Dani y le estuvimos animando toda la tarde.

Adriana: Necesitaré un justificante por no haber ido hoy a clase. Ya sabes... Eres mi tutor.

Dani: ¿Y que pongo?

Rebeca: 'Adriana no ha asistido a clase por ofrecerle a su tutor apoyo moral'.

Adriana: Suena bien.

Rebeca: que mañana iremos a un colegio nuevo pero tendrás que llevarlo, por si acaso.

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Narra Adriana

Rebeca y yo cogimos el autobús porque el instituto nuevo quedaba bastante lejos. Cuando llegamos encontramos a Paola y Carolina igual de pérdidas que nosotras. Pedimos ayuda a un grupo de chicas que parecian de allí pero se rieron y se marcharon. Por mas que buscamos nuestra clase solo veíamos las de bachillerato. Subimos al ultimo piso y una profesora nos dijo que nuestra clase estaba en el tercer piso y que era el número A. Caminamos hasta allí y entramos. Por suerte, la mayoría eran de nuestro colegio y los asientos eran de dos en dos.

Yo quería sentarme con Rebeca pero todas las mesas estaban ocupadas, entonces me senté al lado de un chico. Le dije 'hola' y él me respondió con el mismo acento de Austin. Seria el chico de interecambio de este colegio. Me fije en sus ojos - eran tan azules que era imposible no mirarlos - y era el mismo chico que estaba en la plaza cuando Dani descubrió que Cristina le engañaba. Le di un codazo a Rebeca que estaba sentada a mi lado, pero en otra mesa. Ella se fijo en el chico y asintió de que era el mismo del otro día. Le pregunte como se llama y dijo que Nash. Era un nombre bonito.

Me llegó un papel y Rebeca me guiñó un ojo. Lo abrí y ponía:

Es el mismo chico que decías que estaba bueno. Es una señal.

La clase había empezado y no podía hablar con Rebeca, no quiero que nos llamen la atención tan pronto. Escribí la respuesta y se lo tiré cuando la profesora no miraba:

¿Que quieres decir con una señal?

Ella lo leyó y repetimos la rueda. Escribió y tiró:

Nada, nada... Como decías que estaba bueno y te llamó tanto la atención... Yo con Austin y con Nash. Tenemos un problemilla con los chicos de intercambio.

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No inventes. Seguro que tiene novia o algo. ¡Y no le conozco de nada! ¡Solo su nombre!

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Lo mismo dije yo con Austin y mira. Eso si, si te gusta me lo dices que soy tu hermana.

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Da igual, no me gusta... Solo digo que es guapo. Mucho. Pero nada mas.

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Lo que digas, Adri.

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