Narra Adriana
¿Os podéis creer que ya han pasado dos semanas? La gira de nuestras tías acabará hoy por la noche, con el último concierto. Rebeca está destrozada, y no sólo porque la 'Misión Oruga' no haya triunfado como ella esperaba (que también), sino porque parece que lo suyo con Austin no ha funcionado.
Después de tantas discusiones, peleas, patadas, puñetazos, insultos y de más con nosotras dos...
Lo bueno es que las chicas nos han llamado para avisarnos de que tendremos vecinos nuevos en nuestro departamento, no en el de los Auryn. Por lo visto vendrán dos chicos de más o menos nuestra edad y sus padres, obvio.
Yo ya empecé a guardar mis cosas en la maleta, incluyendo una foto de Dani con cinco años que añadí. Por error.
A eso de las cinco de la tarde, ya teníamos nuestras cosas preparadas y sólo nos faltaba ir a casa a dejarlas. Rebe y yo quedamos en hacer una pequeña fiesta de pijamas, pero nosotras solas, sin vigilancia, y por la mañana ya llegarían las chicas, y todo volverá a empezar. Sin vivir con Auryn.
Dani nos llevó a casa, ya que Carlos y David querían dormir la siesta y Álvaro y Blas estaban en el estudio. La nueva canción ya está casi lista, sólo faltaban los últimos retoques.
Y después, lo típico, cenamos pizza, montamos una fiesta y asistieron One Direction, Justin Bieber y Ariana Grande. Ahora nos siguen en Instagram.
Bueno. Mentira. Sólo comimos pizza. Íbamos a ver una película pero hubo una tormenta y se fue la luz. Ahora, en la era tecnológica, lo normal sería que volviese la luz a los diez o quince minutos. Pues no, volvió a las doce de la noche, cuando yo ya me caía de sueño.
Fue una mierda de fiesta de pijamas. Y sin los Auryn. Aún peor, ellos si saben hacer divertidas las fiestas.
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Narra Rebeca
Una hermana normal me despertaría un sábado subiéndose encima de mi y diciéndome tranquilamente que me despierte para que le haga el desayuno. Pero no. Adriana estaba demasiado emocionada chillándome al oído que ya me había encontrado un novio.
Adriana: Hablo en serio, te va a gustar.
Rebeca: Pobre chico, dejalo en paz, bastante tiene con ser nuestro vecino.
Adriana: ¡Recuerda que son dos chicos! Aunque sólo vi a uno. ¿Y si son mellizos como tú y yo? ¡Seria genial!
Rebeca: No será tan genial cuando Nash se entere y te deje.
Me miró con mala cara y yo solo me reí.
Por alguna extraña razón hacia muchísimo calor en la casa, así que abrí la puerta de la cocina y me asomé al balcón. Pude ver como un coche negro enorme llegaba hasta la entrada del edificio. Primero se bajó una chica con mechas rosas y después otra con el pelo azul. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que son nuestras tías, aunque falte Rocío, que se bajó después.
Avisé a Adriana que estaba dándole golpes al mando de la televisión. Siempre lo hace cuando se queda sin pilas. Recogemos rápidamente los restos de pizza que quedaron entre los cojines del sofá y los tiramos a la basura en el mismo momentos en el que oíamos como Alba luchaba con la llave desde el otro lado de la puerta. Nuestras llaves estaban puestas desde dentro, así que ellas no podían pasar.
Quité las llaves y ellas pasaron. Sonia estaba cargando con una caja de cartón con una nota encima.
Pasamos como dos horas hablando sobre lo mucho que ellas nos echaron de menos, y sobre como eran tan malas tías de no habernos traído ningún recuerdo de todos los lugares que visitaron. Ellas dijeron que necesitaban darse una ducha porque el viaje en coche había sido demasiado largo.
Adri corrió hasta la caja y leyó la nota traía encima.
Adriana: ¿Ves por qué estos son mis ídolos?
Ella se refería a la nota. Leí lo que ponía:
A pesar de habernos robado fotos de cuando éramos pequeños, de quitarnos el sitio en la ducha, de pelear por el mando de la televisión, de meteros en problemas y de llenarnos el salón con pintura os echaremos mucho de menos. Lleváis dos horas fuera y la casa está en silencio. Gracias por ayudarnos con todo y hacernos estos meses mucho más divertidos. Esperamos veros dentro de un par de años en el grupo de fans. Chicas como vosotras son las que hacen falta.
No nos olvidéis.
Álvaro, Blas, Carlos, Dani y David.
Dentro de la caja había una copia de su nueva canción y la oruga de Carlos. Las dos cosas firmadas por ellos.
Dicen que las fans salvan a las bandas, pero son las bandas quienes salvan a las fans.
Hemos estado conviviendo con Auryn y es una pena que ya se haya acabado. Aunque, quizás les volvamos a ver, y no dentro de un par de días. Quizás dentro de unos años, quien sabe.
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Y este es el penúltimo capítulo, aunque ya podemos dar la novela por terminada. No borres la historia de tu biblioteca para poder leer el último capítulo (epílogo), que espero poder subirlo dentro de poco.
Espero que os guste, y no la olvidéis de comentar si queréis una tercera temporada y votar.
Gracias por las 2000 vistas :)
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Conviviendo con Auryn
Fanfic¿Te imaginas conocer a tus ídolos? ¿Y vivir con ellos? Para que imaginarlo, mejor te lo contamos.