Esa tarde todo fue tranquilo, cenamos en silencio, como si nada hubiera pasado.
Intente dormir con mis padres, pero mi madre me dijo que para que todo estubiera bien, debía fingir que no había pasado nada, mi última opción era pedirle a mi hermano que durmiera conmigo, pero decidí no hacerlo, talvez solo fue cosa de una vez.
Así que me comprometí a enfrentar mi miedo y dormir sola, en mi habitación.
La verdad es que desde que esa, cosa, me atacó, me he sentido un poco extraña, y no necesariamente mal, sino, mejor.
Debo decir que no pasé una buena noche, pues escuche voces, escuche llantos, risas, lamentos.
Pero todo fue inofencivo, claro que al principio quería salir corriendo y varias veces ahogé un grito, pero después vi que sólo eran voces, y ya que estaba muy cansada, opté por dormir.Así pasaron los años, la secundaria fue normal, mi familia, o mas bien, mi madre, seguía negando lo que pasó aquel día. Y por si olvidé comentarlo aquél día, si, mi madre no creía en nada espiritual, paranormal o como quieran llamarle, así que solo creyó que quería llamar la atención, y aun lo hace.
Habían pasado 3 años, ahora tenía 16.
Mi vida empeoro con ese accidente, pues de no haber revivido, no estaría aquí escuchando estas malditas voces que a veces me confunden, ni estaría viendo cosas que otros no pueden.Pero aun así ellos son el menor de mis problemas, pues el primero es, que cada día, desde el accidente, mi humor a cambiado, y por ende, mi actitud, y he estado a punto varias veces de perder el control, de cruzar la pequeña brecha que divide la paz, y la ira.
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Invierno, 2014.Me levanté de la cama peresosamente, pues mi despertador al parecer llevaba sonando mas de media hora, pero como siempre, me quedé dormida tarde, pues estas voces pueden llega a ser un poco fastidiosas en veces.
Ahora, como casi todos los días desde el accidente, llegaré tarde al Instituto.
Me dirigí hacia el baño, solo para confirmar que mis ojos estaban rojos, pero hoy más que otros días. Aún así opté por no ponerme las lentillas, ya estaba cansada del ardor que producían.
- Tendré que llevarme los lentes de sol -
Después de una larga mirada en el espejo, me dí un baño.
Salí de éste envuelta en una toalla, directo a mi habitación.
Ya que me vestí con el mismo y aburrido uniforme de siempre, cepillé mi cabello.No tenía mucho apetito, así que sólo desayuné una tostada con mantequilla y un vaso con leche.
Ví el relój, 7:50 a.m.
- Será mejor que me vaya -
Y como siempre, salí de casa, cerrando con seguro la puerta delantera, y me dispuse a tomar mi camino.
Se preguntarán, por qué rayos no había nadie en casa de Alex?, bueno, desde el accidente mis padres han pedido más horas de trabajo, y no presisamente para no estar conmigo, sino que el dinero ha faltado mucho ultimamente, y mi estadía en el Instituto es por beca.
Mi hermano, estudia medicina, asi que se va desde muy temprano y no regresa hasta muy noche, pues se queda a estudiar en la Universidad con sus compañeros.
Es por eso que nunca hay nadie en casa, o almenos mientras yo estoy aquí.Iba tan sumida en mis pensamientos que no me había percatado que ya había llegado al Instituto.
Me dirigí a mi casillero por mis libros del día.
- Hey, Alex - Escuché venir de una voz fastidiosamente familiar.
Hice caso omiso de su llamado, mientras sacaba mis libros.
- Te estoy hablando - Dijo, mientras me empujaba hacia los casilleros.
Comencé a sentir que todo daba vueltas, y pasaba en camara lenta. Mi sangre hervía y ya no tuve control de mi cuerpo.
Oh dios, esto no estaba pasando.
Cuando me di cuenta, ya la tenía debajo de mí, en el suelo.
Mi puño ardía y dolía, tenía sangre en los nudillos, pero no era mía.
Voltee hacia abajo, si, era Emily, esa chica me había molestado desde siempre.
Emily estaba inconciente, con su rostro lleno de sangre.Noté que ya no llevaba los lentes.
Así que todos ya habían visto mis ojos.El pasillo estaba en silencio
- Corre -
Escuché dentro de mi cabeza.
Así que corrí, corrí lo más rápido y lejos que mis pernas me permitieron.Me detuve en un párque, fuí directo a los baños.
Me quedé de pie frente al espejo. Tenía una mirada fría, mi rostro y ropa estaban salpicados con sangre.
Lavé mis nudillos y mi rostro, me quité la sudadera que llevaba puesta. Mis movimientos eran automáticos, casi robóticos.Volví mi mirada al espejo.
- Dios, que he hecho - Dije, volviendo de poco a poco a la realidad.
No podía creerlo, tantos años de agresión, y nadamas, así, de la nada, me había desquitado en un solo acto.
- Sabes que lo deseabas -
- Debiste seguir -
Un millón de voces se hacían presentes en mi cabeza.
- Basta - Traté de que pararan, pero solo las ahumente.
- Por favor, paren!! - Grité, entrando en pánico.
Era la primera vez que estas voces me dejaban sorda, era doloroso.
- Por favor - Supliqué, casi en un murmullo.
Ese olor, volvio , no lo olvidaría nunca.
No pude más, me desplomé en el suelo.Lo último que pude ver fue una prescencia alta, observandome.
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Locura
ParanormalMi nombre es Alex, Oliver Parker.. soy una chica de 17 años y a los ojos de la sociedad, soy una enferma mental, actualmente me encuentro en un hospital psiquiatrico, aunque no siempre estuve aqui, yo era una niña feliz, tenia a mi familia, tenia am...